TradeSport 165 - Abril 2009

ts26 SURF. DE LA PLAYA A LAS CALLES Como muchas otras tendencias, la llamada moda surfera nació en las calles. Y como casi siempre, fue un reducido grupo quien consiguió imponerla a toda una sociedad. Por su nombre no es muy difícil deducir que quienes lo popularizon fueron los surferos, a mediados del siglo anterior. Su explosión definitiva comenzó a finales de los 80 en la costa oeste de Estados Unidos, una de las mecas de este deporte. La moda playera, una interpretación muy particular de la estética surf, comenzó a emerger a un ritmo poco habitual. Este fuerte crecimiento sirvió, básicamente, para constatar que se trataba de una moda, y por aquel entonces seguramente pocos creían que acabaría convirtiéndose en un estilo con tanta fuerza como la que tiene ahora, 30 años después de su despegue. En aquellos tiempos, superado el look Dean y en plena obsesión por la vanguardia, el mundo del surf caló hondo en la sociedad americana, especialmente en los jóvenes. Era un look atrevido, diferente y con un cierto punto de rebeldía. Y para muchos, además, representaba un estilo de vida. Con la popularización de esta tendencia las cosas cambiaron. Las marcas se hicieron fuertes y apostaron por seguir popularizando esta estética. La mayoría no renunciaron –ni lo han hecho- a sus orígenes, pero el negocio es el negocio y las estrategias dieron un giro importante. Para seguir creciendo hacía falta trasladar el look surfero a las calles, al día a día. Y poco a poco se fue consiguiendo. Al principio las referencias al mundo del surf eran mucho más obvias, pero poco a poco, a medida que las grandes marcas del segmento ganaban adeptos entre los más jóvenes, se fueron “urbanizando”. Hoy, tres décadas después de que algunos surfistas pusieran de moda sus camisas hawaianas y sus bermudas, marcas como Quiksilver, Rip Curl o Billabong, convertidas en grandes multinacionales, se han aupado como las marcas más deseadas para muchos jóvenes y, sobre todo, para muchos adolescentes. Un target que, por cierto, jamás se ha acercado a una playa para hacer surf. Una moda con poco de surf… A esta alturas a nadie le extraña que adolescentes y jóvenes -y no tan jóvenes- vistan el día a día con alguna de las muchas marcas surferas y/o de skate que hay en el mercado. Algunas, lógicamente, son más populares que otras, pero en cualquier caso esta estética –o las marcas a quienes se les supone- se ha impuesto de una manera contundente en la cultura urbana. La realidad, sin embargo, es que las marcas que controlan las ventas del llamado surfwear han cambiado por completo su estrategia en cuanto a diseños, dejando lejos la estética que en su día les ayudó a comenzar el camino, y apostando por un look mucho más casual, urbano, con apenas reminiscencias surferas. En muchas líneas la única referencia a los orígenes es la marca. El cambio, lógicamente, obedece a una necesidad. La de crecer en volumen. Sin renunciar a sus orígenes, que la gran mayoría sigue avivando con el material técnico y con determinadas líneas textiles, las grandes marcas surferas se han adaptado a las tendencias para, así, poder tener más público objetivo y seguir creciendo. Y para ello, en las colecciones más sportstyle, se ha sacrificado el look surfero. A este cambio en las colecciones también ha tenido un peso muy importante el snow. En su momento, cuando las marcas surferas aún no llenaban las calles de las grandes ciudades, muSurf y skate, comportamiento dispar ESPECIAL GLISS Hoy, tres décadas después de que algunos surfistas pusieran de moda sus camisas hawaianas y sus bermudas, marcas como Quiksilver, Rip Curl o Billabong, convertidas en grandes multinacionales, se han aupado como las marcas más deseadas para muchos jóvenes y, sobre todo, para muchos adolescentes. Un target que, por cierto, jamás se ha acercado a una playa para hacer surf. El surf y el skate son los dos grandes pilares del universo gliss (con permiso del snow, que preferimos enmarcarlo dentro de los deportes de nieve). A pesar de que ni uno ni otro han experimentado un gran crecimiento en practicantes, las marcas vinculadas a estos deportes han llevado a cabo una espectacular transformación en los últimos 15 años. De pequeñas marcas especialistas muy vinculadas a la práctica, se han convertido en grandes multinacionales cuyas ventas, en su mayoría, ya no están relacionadas con los suferos o los skaters. La moda ha impuesto la estética gliss y muchas de estas marcas se han convertido en las más deseadas por uno de los grandes targets del sector: los jóvenes y adolescentes. Sus caminos no son paralelos, pero sí parecidos. En ambos mundos la moda ha cambiado por completo la oferta y los canales de venta. Uno, el skate, parece seguir aguantando el ritmo; el surf, en cambio, está empezando a sufrir las consecuencias de un crecimiento tan fuerte y rápido. foto: EA

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