Un nuevo punto de encuentro Sin lugar a dudas el deporte es un idioma universal y muy poderoso. Una vez más, la ciudad condal se convirtió el pasado mes de febrero en la capital internacional del deporte y durante tres días se congregaron en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona CCIB más de un millar de asistentes de 45 países, participando en sesiones sobre diferentes aspectos del deporte, desde la economía hasta la solidaridad. El objetivo de los organizadores ha sido crear un punto de encuentro entre profesionales de muy diversos ámbitos, pero con el denominador común del deporte. Deportistas de élite, organizadores de grandes eventos, responsables de importantes medios de comunicación, miembros de federaciones y clubes, así como ejecutivos de instituciones públicas y privadas, se han dado cita en este primer Global Sports Forum Barcelona GSFB. Las próximas cuatro ediciones también se llevarán a cabo en esta ciudad. En cuanto a mis conclusiones personales como asistente, me voy a centrar en transmitiros las más humanistas, partiendo de la premisa de que el deporte va mucho más allá de la victoria, y sus enseñanzas tienen mucho que ver con la promoción de valores como el respeto, la constancia, el esfuerzo, el compañerismo, el sufrimiento, la emoción…, además de ser, indudablemente, un vehículo para el desarrollo y la prosperidad económica de los ciudadanos y las ciudades. El Forum se basó en tres ejes fundamentales: el deporte en una época de profundos cambios económicos, el deporte como generador de progreso social, y el deporte y el nuevo equilibrio mundial. La verdad es que el deporte es un magnífico amplificador de nuestra sociedad, y refleja un amalgama de experiencias excepcional si es comparado con otras facetas del ser humano. En el deporte no existen rangos ni graduaciones, hay que saber ganar y saber perder, aprender a compartir y a competir, retar y respetar. El deporte es una parte de nosotros mismos. El comisario del I GSFB, Lucien Boyer, puso como ejemplo a los ases del deporte en su comportamiento "ante la derrota, el fracaso y la humillación", puesto que son capaces de superarse "para volver a ser fuertes", y lo relacionó con la actual coyuntura diciendo que "incluso en tiempo de crisis no hay que desinvertir sino, por el contrario, hay que invertir más en el deporte porque es un verdadero elemento de crecimiento". Próximo punto de encuentro: Sports Unlimited Valencia. “Si respetas la importancia de tu trabajo, éste, probablemente, te devolverá el favor". Mark Twain. En estas últimas semanas de compra, he podido constatar que un importantísimo colectivo del sector, precisamente esas personas que son y representan nuestro contacto humano con las marcas, también están muy preocupados por el futuro. La reducción importante en nuestros pedidos de programación les afecta muy directamente, y son conscientes de que van a tener que cambiar las cosas, la forma de trabajar entre ellos y nosotros para poder volver a ser ambos, ellos y nosotros, competitivos ante el consumidor y la competencia. Gracias a la confianza que durante años han ido conquistando ellos y hemos ido depositando nosotros, nuestras relaciones no son meramente profesionales. En muchos casos se han convertido en personas queridas, tanto para nosotros como para nuestros empleados. Pero también es bien cierto que ante la actual coyuntura, la frialdad de los resultados económicos no nos permite arrimar el hombro como antaño, porque en bastantes casos nos va la supervivencia. A quién me ha preguntado cómo veo su trabajo en el futuro, le he contestado, con optimismo, que va a ser una de las personas clave en todos los cambios que se van a producir. Que se van a convertir en verdaderos dinamizadores de las ventas, responsables de trabajar con una mayor flexibilidad de abastecimiento, que van a trabajar con un mayor nivel de información y que se tienen que plantear ya qué cosas pueden hacer a corto plazo para preparar el futuro, su futuro y, con toda seguridad, nuestro futuro. Ha habido alguno que incluso ha ido más allá y me ha preguntado abiertamente si yo sería capaz de comprar colecciones por catálogo, sin ver muestras, tan sólo con dos o tres ejemplos para valorar la calidad de tejidos y coloridos. Evidentemente no me lo decían para ahorrarse traer el muestrario, sino por el ahorro de costes que pudiera representar para su empresa. Mi respuesta ha sido que gracias a la tecnología ya existente en el sector no representa ningún problema. Queridos representantes, como bien dijo Mark Twain, nosotros hemos respetado, respetamos y respetaremos la importancia de vuestro trabajo. Y no tenemos la menor duda de que los cambios que tenemos que protagonizar tanto los detallistas como vosotros -nuestros interlocutores-, los podremos llevar a cabo con armonía y sentido común. ¿Qué espero de mi representante? Andrés de la Dehesa (adehesa@sportmas.com)
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