cera edad, han comenzado a acudir a centros deportivos por cuestiones de bienestar o por mejorar su condición física. Aun así, a día de hoy, el principal usuario de los centros deportivos oscila entre los 15 y los 24 años y los motivos que generalmente le animan a acudir son la relación intersocial y mejorar la condición física y la imagen. El siguiente grupo social más fuerte es el comprendido entre los 25 y los 34 años, que busca liberar el stress del día a día, la mejora del físico y la relación interpersonal. “La mayor parte de los usuarios busca una mejora en la imagen, si bien las razones de salud toman cada vez más importancia. Pero lo que actúa como catalizador en la relación centrocliente es el aspecto relacional, que es cada vez más importante. Un 60% de la fidelización de los clientes en España depende de la capacidad de las instalaciones de favorecer la interactuación de los asistentes, mediante la formación de grupos con los que mantener relaciones sociales, más allá de la práctica deportiva”. El potencial de este mercado es aún muy importante, sobre todo si tenemos en cuenta que la amplia oferta de gimnasios en España todavía es insuficiente: los datos demuestran que la penetración de los gimnasios entre la población es muy escasa en relación con otros países europeos. En España, el nivel de penetración asciende al 7% del PIB, mientras que un mercado maduro registra una penetración del 15%. Y con estas cifras en la mano, y también tomando como argumento la creciente importancia que tiene la salud y el bienestar entre los españoles, no es extraño que la mayoría de expertos coincidan en apuntar que en los próximos años crecerá el número de aperturas tanto por parte de empresas ya implantadas en España, como de nuevos operadores extranjeros animados por la capacidad de crecimiento del mercado español. EL HOME FITNESS, EN ESTADO DE GRACIA Desde una bicicleta estática o una máquina de abdominales, hasta multiestaciones en las que no falta detalle, montar un gimnasio en el propio hogar está convirtiéndose en una realidad cada vez más frecuente. Más que un capricho, es una excelente manera de cuidar el cuerpo y, por supuesto, la salud. Una alternativa perfecta de hacer deporte para aquellos que no pueden hacerlo por falta de tiempo o de gimnasios en la zona y para quienes, simplemente, prefieren hacerlo en casa, sin horarios, sin gente y sin cuotas. Hay muchos otros factores que impulsan a dedicar espacio y dinero a montar un gimnasio en casa. El primero, afirma Joaquín Mendoza, gerente de Mygym, es la comodidad. “Cada vez tenemos menos tiempo libre y saber que tenemos el gimnasio en casa y podemos entrenar en cualquier momento facilita la decisión de instalarlo. También es práctico ya que pueden entrenar todos los miembros de la familia e incluso hacerlo a la vez”. Y es que tanto en España como a nivel global está produciéndose un importante cambio de mentalidad: practicar deporte ya no es una moda, sino que forma parte de nuestra higiene diaria. Lo hacemos por salud, mejora nuestra calidad de vida, obtenemos beneficios estéticos y psicológicamente estamos más activos y optimistas. ¿Qué tipo de público suele estar más interesado en este tipo de gimnasios? No se trata exclusivamente de deportistas profesionales o personas que “viven” de su imagen, como actores, modelos, bomberos o policías, como solía pasar hasta no hace mucho años. Ahora el panorama es mucho más amplio e incluye desde grandes aficionados que quieren completar su entrenamiento en el gimnasio con sesiones en su hogar, hasta personas que se sienten más cómodas ejercitándose en casa. Normalmente son personas que conocen el funcionamiento de las máquinas y están acostumbrados a seguir un programa de entrenamiento. Gente que saben que si disponen de equipos deportivos en casa les resultará más fácil continuar su programa de entrenamiento y evitar excusas como el tiempo, la distancia, el aparcamiento o la climatología. El perfil de usuario, también ha cambiado, y el abanico de edad cada vez es más amplio. A la hora de instalar un gimnasio ante todo hace falta espacio y presupuesto. Por eso, el cliente tipo suele tener una vivienda donde puede ubicar una zona deportiva, normalmente una habitación o parte del garaje. “Es importante, afirma Joaquín Mendoza, contar con consejo profesional” y con firmas que realicen el proyecto completo, puesto que hay que tener en cuenta cómo distribuir el espacio y optimizarlo al máximo. Criterios como la iluminación, especialmente con luz natural, ventilación, conexiones, pavimento adecuado o colores son fundamentales para conseguir “un lugar cómodo y alegre, ya que practicar deporte debe ser algo divertido”. A la hora de elegir el equipamiento que se va a instalar hay que diferenciar entre maquinaria cardiovascular –como cintas, remos, elípticas y bicicletas- y maquinaria de fuerza -multiestaciones y estaciones individuales-. Entre las primeras destacan las cintas y los remos, y en el caso de las máquinas de fuerza, la multiestación es la más demandada ya que en un espacio pequeño podemos tener un gimnasio entero. Pero si lo que se busca es un gimnasio completo, hay que contar además con una cinta de correr, una elíptica, una bicicleta horizontal y otra vertical junto a una tercera de ciclo indoor, un aparato de estiramientos, un aparato de abdominales y, por supuesto, una colchoneta. Y para eso se necesita espacio y, también dinero: los precios pueden oscilar entre los 700-1000 euros de un equipamiento básico hasta los 12.000 de un gimnasio completamente equipado, pasando por un término medio que se situaría en los 9.000 euros. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos precios pueden variar enormemente en función de las diferentes gamas de productos, ya que se pueden encontrar máquinas de primer precio –Decathlon, por ejemplo- hasta otras con todo tipo de lujos (TV integrada, IPOD, conexión a Internet… ) en las que el precio, lógicamente, se dispara. De todas maneras, si se utilizan con cierta asiduidad y como alternativa al gimnasio, el precio no es un obstáculo real ya que se acaba amortizando con relativa rapidez. En cualquier caso, elijamos el precio que elijamos, salvo raras excepciones, se trata de aparatos muy completos. Algo más simples (y sobre todo más compactos) que los que podemos encontrar en los gimnasios, pero con prestaciones suficientes como para que no echemos El Home Fitness ha experimentado un fuerte crecimiento en la última década. Es una alternativa perfecta para aquellos que quieren completar su ejercicio, para quienes no tienen gimnasios en la zona o para quienes, simplemente, prefieren hacer deporte en casa, sin horarios y sin cuotas. ts56
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