ts52 [especiel fitness] Un segmento que crece en practicantes y pierde ventas El fitness es, sin suda, uno de los deportes que más está creciendo en los últimos años; cada vez hay más gente que acude al gimnasio y el Home fitness gana cuota año tras año. Aun así, las ventas de textil y calzado van a la baja y sólo ganan cuota algunos accesorios, especialmente los pulsómetros Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 10 min. Antes de hacer cualquier valoración sobre el estado actual del segmento fitness sería conveniente definir exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de fitness. Este anglicismo comprende una amplia modalidad de actividades físicas, muy distintas entre ellas y, además, con comportamientos en practicantes y en ventas muy dispares. Hace algunos años era relativamente fácil establecer los límites del fitness: aeróbic, step y alguna de las llamadas modalidades de sala. Hoy en día, sin embargo, este concepto, al que se le ha sumado otro anglicismo, como el Wellness, y al que se la he dado una vuelta de tuerca, es completamente distinto, tanto en identidad como, sobre todo, en definición, y engloba a muchas más modalidades, algunas de las cuales, por paradójico que parezca, tienen poco de fitness. Esta aclaración es mucho menos anecdótica de lo que puede parecer. Por un lado porque servirá para comprender algunos comportamientos raros, en cuanto a ventas, que ha experimentado este segmento; y por otro lado, porque también explicará el boom, en practicantes, que ha tenido el fitness. Sea como sea, cuando alguien habla del boom del fitness, suele referirse generalmente a los deportes de gimnasio. En eso se ha convertido el fitness: en un segmento que engloba a este tipo de actividades que se llevan a cabo en estos centros. El abanico es amplio, desde las clásicas máquinas de pesas, hasta modalidades muchos más espirituales que físicas como el Tai, el Pilates o el Yoga. ¿Cuál es el problema conceptual? Pues, por poner un ejemplo, que mucha gente se apunta al gimnasio para correr en la cinta. Algunos –menos de los que cabría esperar- utilizan material técnico específico. Y aquí viene el dilema. ¿Son practicantes de fitness-deportes de gimnasio o hay que sumarlos a la lista de quienes practican running? ¿A qué segmento hay que atribuirle las ventas? Lo mejor, para continuar este análisis, es abarcar un territorio más extenso que el que delimita el concepto tradicional de fitness y hablar de deportes de gimnasio. BOOM DE PRACTICANTES La realidad, sea cual sea nuestro concepto de fitness, es que se trata de uno de los segmentos que más ha crecido, en practicantes, durante los últimos años. Y las razones de este auge son básicamente sociales: los cambios en el ritmo de vida han provocado un cambio radical en los hábitos deportivos. La gente tiene menos tiempo para hacer deporte y, sobre todo, tiene mucha más ansiedad. En este contexto hay dos tipos de deporte que han ganado muchos adeptos: los que se pueden practicar individualmente (en las que podemos incluir los llamados deportes de superación personal) y los que están estrechamente ligados con la naturaleza y/o con la salud. Y el fitness, como el running o los deportes outdoor, es una de las pocas modalidades que cumple ambos requisitos. Además, no hay que olvidar que uno de los conceptos que más está sonando en los últimos años en el sector -y en la sociedad-, es el de Wellness. Este anglicismo se refiere, básicamente, al bienestar –de hecho, es la traducción literal-; al estar en forma físicamente. Este concepto aúna salud y deporte y “promueve” la práctica deportiva como condición indispensable para estar bien emocionalmente. Y hoy por hoy, eso es lo que cuenta. Además, también hay que tener en cuenta la importancia que para este segmento ha tenido el cambio de rol experimentado por la mujer tras su inserción en el mundo laboral. No en vano, fue la mujer quien motivó el fuerte cambio que han experimentado los gimnasios (del que ya hablaremos más adelante), que se adaptaron con mucha rapidez a esta nueva realidad. Supieron captar a la mujer ofreciéndole lo que buscaba y necesitaba y dejando atrás la excesiva masculinidad que rezumaban muchos de ellos. Este cambio radical de concepto convirtió a estos centros, al principio, en un bastión femenino, pero poco a poco el hombre fue dejando atrás sus prejuicios y ganando terreno. Pese a las importantes transformaciones que se han dado a nivel de consumo, con una caída importante de las ventas de material deportivo –en beneficio de sectores que, además, no ayudan precisamente al deporte- todavía hay mucha gente para la que hacer ejercicio sigue siendo imprescindible, sobre todo como “liberación” de las largas jornadas laborales. Y puesto que estamos sumidos en una sociedad que enaltece la imagen y en la que el bienestar cada vez tiene más importancia, no parece extraño que todas las modalidades vinculadas directa o indirectamente al fitness hayan experimentado un comportamiento tan bueno. Tampoco hay que olvidar que muchos de estos deportes son, para algunos, la mejor alternativa para empezar a hacer deporte. Son modalidades que generalmente son fáciles de practicar, que están al alcance de todo el mundo y, sobre todo, que no están sujetos a horarios, especialmente desde que los gimnasios han entendido que la vida no acaba a las ocho de la tarde sino que es precisamente después de esta hora cuando la gente puede empezar a disfrutar de su tiempo. LA PARADOJA DE LAS VENTAS Con el crecimiento experimentado en cuanto a número de practicantes se refiere y, sobre todo, con la proliferación de gimnasios, lo lógico seHace algunos años era relativamente fácil establecer los límites del fitness: aeróbic, step y alguna de las llamadas modalidades de sala. Hoy en día este concepto engloba a muchas más modalidades, algunas de las cuales, por paradójico que parezca, tienen poco de fitness.
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