Del 1 al 4 de febrero tuvo lugar en Munich la 69 edición del mayor salón de artículos deportivos del mundo, ispo. Más de 60.000 visitantes profesionales de más de 100 países se dieron cita en la capital bávara para conocer las últimas tendencias de la temporada de invierno 2009/2010. 1950 expositores de 50 países ocuparon los 185.000 metros cuadrados del recinto de la Nueva Feria de Munich. La internacionalidad de ispo winter ha vuelto a ser elevada en la convocatoria de este año, con un 66% de profesionales extranjeros (70% en 2008) mientras que la cuota de expositores internacionales superó el 83% (2008: 84%). La crisis apenas se dejó notar en ispo. Aunque las cifras oficiales señalan un ligero descenso de visitantes y expositores respecto a la edición anterior –6,25% y 3,75% menos respectivamente-, la coyuntura económica hacía presagiar datos mucho peores. Al final, buen balance y satisfacción entre los expositores, los visitantes y, sobre todo, la organización. La afluencia de público, salvo el cuarto y último día, fue muy buena. Ya el primer día, domingo, los pasillos y los stands de los pabellones con más peso –deportes de nieve y outdoor- estaban bastante llenos, y flotaba en el ambiente un cierto interés por conocer las novedades de los 1950 expositores que acudieron al salón más importante, a nivel internacional, de la industria de artículos deportivos. Esta buena afluencia se mantuvo el lunes y, pese a la huelga de metro, también el martes. Tráfico intenso en los pasillos, stands bastante llenos, y la percepción generalizada que, tras dos años con poca nieve en el sur de Europa, esta temporada había animado un poco el esquí, el snow y el outdoor. De todas maneras, la crisis económica en la que está sumida el mundo entero y, también, los dos inviernos cálidos que hemos pasado, se dejaron notar en algunos stands, mucho más austeros que otros años y, sobre todo, en la oferta: a pesar de la presencia de las grandes marcas del deporte –con la ausencia sonada de Quiksilver- uno de los datos más significativos de este año ha sido la ausencia de grandes novedades; de productos que, realmente, hayan destacado por encima de los demás. El segmento del esquí, uno de los más acostumbrados a innovar año tras año y a presentar en ispo, y a lo grande, sus nuevas tecnologías, se ha mostrado muy rácano en innovaciones. Nuevos colores, nuevas estéticas pero por lo general, más de lo mismo. Las marcas no atraviesan su mejor momento y el contexto económico ha sido un freno para que, como cada año, la batalla tecnológica haya sido un aliciente en el salón. Tampoco en el outdoor se han visto grandes novedades. Todas las marcas están seriamente afectadas por la coyuntura económica y por lo visto en ispo, los departamentos de I+D han visto frenadas sus inversiones drásticamente. Sin embargo, se ha apostado por el diseño como arma diferenciadora y muchas marcas de este segmento sí han conseguido marcar nuevas metas en este sentido. La presencia de detallistas españoles no ha sido tan alta como otros años. Los comercios más “inquietos” y con mayores volúmenes de venta tienen la obligación de pisar la alfombra del recinto ferial de Munich. Y casi todos han cumplido. Sus valoraciones, sin embargo, no invitaban precisamente al optimismo. Casi todos coincidían en señalar que había que ser muy prudente con las programaciones de este año y pese a que este invierno había sido muy bueno para ellos, porque el frío les había ayudado a vender material duro y textil, las ventas sólo habían servido para “limpiar almacén”, y la facturación, con los descuentos que se habían llevado a cabo, había sido muy baja. Los dos años sin nieve que hemos pasado han cambiado muchas estrategias de compra, y aunque este año haya sido bueno, la mayoría de detallistas de los segmentos de esquí y otros deportes de nieve saben perfectamente que el año que viene puede volver a ser nefasto. Y eso, sumado a la compleja situación económica, hace que sean muy cautos en sus compras. Las marcas así lo han confirmado, y la mayoría de grandes enseñas de esquí presentes en ispo han destacado la “ambigüedad” del detallista nacional : animados por el buen desarrollo de esta temporada, con muchos ánimos para comprar, pero con muchos recelos a la hora de programar. Como decía el máximo responsable de una de estas marcas “la predisposición ha sido muy buena pero habrá que ver cómo se traduce en pedidos. Podemos llevarnos una sorpresa agradable…y, también, desagradable”. Volviendo a la ispo, una vez más hay que felicitar a sus responsables por su apuesta por la segmentación. La definición de targets ha sido uno de los grandes aciertos del salón, cuyo orden y disposición permite a marcas y detallistas llevar a cabo un trabajo mucho más eficaz. Y aunque la feria gire descaradamente –y con lógica- alrededor de los deportes de nieve y las modalidades outdoor, la presencia de otro tipo de segmentos y su localización en pabellones específicos, da al salón un valor añadido que muchos expositores y visitantes han sabido valorar. Es cierto que hay pabellones donde el tráfico de profesionales es considerablemente inferior al de los pabellones de esquí o outdoor, pero un año más, tras hablar con algunas marcas expositoras, se ha demostrado que calidad y cantidad no van de la mano, y que aunque el rui- [ i s p o ] Muchos visitantes... y pocas novedades La crisis no ha afectado a ispo como muchos creían y la presencia de casi todas las grandes marcas de artículos deportivos ha atraído a 60.000 profesionales ts16 La crisis apenas se dejó notar en ispo. Aunque las cifras oficiales señalan un ligero retroceso de visitantes y expositores respecto a la edición anterior, la coyuntura económica hacía presagiar datos mucho peores. Al final, buen balance y satisfacción entre los expositores, los visitantes y, sobre todo, la organización.
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