TradeSport 162 - Enero 2009

ts52 Del 1 al 4 de febrero se celebra en Munich una nueva edición de Ispo, el salón de artículos deportivo más importante a nivel internacional. Aunque la edición veraniega ha abierto un paréntesis para reflexionar sobre su futuro, el salón de invierno es, sin duda, la gran plataforma mundial para las marcas deportivas. Son pocas las grandes marcas que no están presentes en Munich y tanto para las empresas ya consolidadas como, sobre todo, para marcas nacionales que quieren explotar su internacionalización, el salón ya se ha convertido en las mejor herramienta para traspasar fronteras y encontrar nuevos mercados. A pesar de que España ha sido, tradicionalmente, un país importador, en nuestro mercado hay cada vez más marcas que quieren dejar atrás esta imagen y que han comenzado a abrirse camino en Europa, América y Asia. Y lo hacen, todas, de la mano de la calidad y la especialización, posicionándose con fuerza tanto en los países con los que tradicionalmente ha establecido relaciones comerciales –centroeuropa y América- como con los nuevos mercados emergentes, como China, India o Europa del Este (países donde la desventaja respecto a otros países apenas existe porque las exportaciones han comenzado no hace muchos años, cuando España ya estaba preparada para competir con otras potencias mundiales). La internacionalización es, también, una buena alternativa para afrontar el estancamiento que hay en muchos segmentos y así, no es extraño que alrededor del 80% de las empresas de artículos deportivos españolas tengan presencia fuera de nuestras fronteras, con distribuidores o, incluso, filiales, en muchos mercados internacionales. ¿A qué se debe este cambio? Como acabamos de decir, la necesidad de sobreponerse a un mercado saturado ha sido uno de los motivos de este crecimiento. Pero más allá de esta “necesidad”, la redirección de la fabricación hacia oriente –China especialmente- también ha sido determinante. No sólo porque ha servido para dejar definitivamente atrás nuestra imagen de país productor, sino, sobre todo, porque el ahorro de costes que ha comportado la producción en Asia ha servido para aumentar el presupuesto en exportación. También hay que tener en cuenta que, a nivel de calidad, las empresas españolas están en primera línea y no tienen nada que envidiar a las grandes multinacionales. La calidad se ha convertido en uno de los mejores valores añadidos de las marcas nacionales que se han posicionado en otros países. La percepción de los europeos respecto a la calidad de los productos españoles ha cambiado mucho en los últimos 10-15 años. Finalmente, también tenemos que tener en cuenta el papel que han tenido las mejoras en las infraestructuras (tráfico terrestre, marítimo y aéreo) y en las comunicaciones: las marcas pueden comunicarse –y comunicar- con todo el mundo a través de la red y llegar a cualquier parte del hemisferio en un tiempo relativamente corto. Estas mejoras han servido para que, además, el coste de envió sea muy inferior y que los pedidos reducidos no sean un freno a la exportación: hoy en día cualquier empresa con una capacidad de respuesta mínima está en condiciones de enviar mercancía, sea cual sea el volumen- a otro país, de manera que difícilmente se planteará la conveniencia o no de tener pocos clientes en el extranjero en términos económicos. Aunque cada marca establece sus propias estrategias, los países donde tradicionalmente más artículos deportivos nacionales se están exportando son, por cercanía y comunicaciones, los pertenecientes a la UE. Francia, con el 30%, Portugal, Italia o Andorra, son los cuatro destinos más importantes, seguidos de Reino Unido, Holanda y Alemania. En octava posición se sitúa Japón, el principal destino no europeo de las exportaciones españolas. Estado Unidos, otra gran potencia mundial, ocupa el décimo lugar. Otros mercados con un enorme potencial, como China, los países de la Asia más occidental, o los países latinoamericanos, están ganando peso año tras año, y en muchos de ellos, las marcas con mayores volúmenes de exportación ya disponen de filiales e, incluso, de fábricas, aunque la forma más habitual de trabajar de las empresas exportadoras españolas en el extranjero sigue siendo a través de distribuidores, una fórmula que suele ser mucho menos costosa que la implantación de filiales. En cuanto al producto, el textil sigue siendo la familia con mayor volumen de exportación y, dentro de ella, las camisetas ocupan un año más la primera posición en cuanto a categorías. Las prendas vinculadas al universo Outdoor también han experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años en lo que respecta a las exportaciones, confirmando el buen momento que viven las empresas nacionales que trabajan este tipo de artículos. Marcas como Trango, Artiach, Grifone, Lorpen, Ternua, Laken, Matt, Buff o Mund, por citar a algunas, están ganando terreno en mucho mercados internacionales. Además, su presencia, desde hace años, en la ispo, ratifica la importancia de esta plataforma sectorial y, a la vez, confirma los buenos resultados que estas marcas obtienen en el salón. En cuanto al calzado, el crecimiento también ha sido positivo. Las desventajas que hace años tenían respecto a las marcas internacionales han quedado atrás y ahora, marcas como Chiruca, Bestard o Munich, no sólo ganan cuota de mercado en muchos países –y a un ritmo muy bueno- sino que, además, lo hacen con productos punteros tecnológicamente. La importancia que está adquiriendo la innovación para muchas marcas españolas es un factor que explica, perfectamente, porque su reconocimiento a nivel mundial ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años. Con una oferta que, a nivel técnico, no tienen nada que envidiar a sus competidores, los expertos están convencidos de que, a corto y medio plazo, las marcas nacionales ganarán presencia en Sudamérica –especialmente los de habla hispana- y en nuevos mercados como China o la India, economías muy potentes que tradicionalmente no se han percibido como mercados clave pese a su volumen de población, y que ahora, con un papel determinante en el comercio mundial, están en el eje de muchas estrategias. De todas maneras, también son mercados, especialmente China, con una fuerte industria nacional que cada año reduce a pasos agigantados las diferencias con las marcas extranjeras en cuanto a calidad y tecnología. La ispo, sin duda, es la mejor plataforma para mostrarse al mundo y para abrir nuevos mercados. No en vano, en la edición del año 2008, acudieron al salón 64.000 visitantes profesionales procedentes 113 países... Las oportunidades, existen. La importancia que está adquiriendo la innovación para muchas marcas españolas es un factor que explica, perfectamente, porque su reconocimiento a nivel mundial ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años [exportación] ispo, plataforma para la internacionalización

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