TradeSport 162 - Enero 2009

Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 12 min. Un buen amigo mío, al que le gusta mucho correr, siempre responde, cuando se le pregunta por su afición, que “correr es gratis”. Y así es. Aunque parezca un dato anecdótico, correr no cuesta más que un par de zapatillas –buenas a poder ser-, una equipación adecuada… y algo de voluntad. O mucha. Yo añadiría, además, que aparte de que sea gratis, es un deporte “libre”, que puede practicarse a cualquier hora, en cualquier lugar y todos los días del año. ¿Cuántos deportes pueden presumir de estas ventajas? Muy pocos. Y todos, además, son deportes que se practican –o pueden practicarse- a solas, un dato que confirma una vez más el cambio de tendencia en cuanto a práctica deportiva y, sobre todo, el predominio, en practicantes, de modalidades individuales y, especialmente, aquellas vinculadas al emergente –y a estas alturas omnipresente- wellness (eso que en castellano llamamos bienestar). El nuevo protagonismo que ha adquirido este concepto anglosajón en los hábitos deportivos es uno de los dos factores, a nivel de práctica, más importantes de los últimos 510 años. El otro, mucho más preocupante, es la progresiva caída de los índices de práctica deportiva, que en nuestro país, uno de los que encabezan la lista de sedentarismo a nivel mundial, ha alcanzado cuotas preocupantes, con más de un 60% de la población inactiva. Eso, más allá de las desventajas que tiene para un sector como el nuestro, tiene unas repercusiones muy graves a nivel de salud y, en consecuencia, acarrea unos gastos a Sanidad cuyas cifras asustarían a más de uno. Ya va siendo hora –y abro un paréntesis- de que desde Sanidad y desde el CSD –o desde el futuro Ministerio de Deportes- se lleven a cabo iniciativas para cambiar el rumbo actual en cuanto a práctica, de lo contrario, la sociedad y la sanidad se engordarán hasta extremos muy peligrosos a todos los niveles. ¿Por qué se ha dado este retroceso? Es complejo encontrar las causas concretas de la bajada en los índices de práctica deportiva, pero uno de los motivos que ha tenido mayor incidencia ha sido el cambio de hábitos del consumidor, que ha relegado al deporte a un segundo plano en pro de otras muchas actividades de ocio. La mayoría de ellas, vinculadas a las nuevas tecnologías. Dicho de una forma más simple. Ahora, niños y jóvenes prefieren mirar la tele, chatear con los amigos o jugar a la consola que hacer deporte. Y eso, además, ha supuesto una redirección del gasto hacia otros sectores, especialmente el de la tecnología, que en los últimos años han concentrado un porcentaje muy importante de este gasto. Es cierto que en el colegio siguen jugando a fútbol y baloncesto, pero a partir de los 17, el deporte deja de ser una prioridad para la mayoría de ellos. Y aunque sea un tema muy complejo y que prefiero no abordar en este artículo -¡es de running!- el papel de los padres es determinante para que la situación cambie. ¿Y a qué viene todo esto? Muy simple. Junto a estos cambios de hábitos también se ha dado una transformación a nivel de práctica. Estos cambios obedecen básicamente a dos motivos: por un lado son una consecuencia directa de los cambios que empezaron a darse hace 10 ó 15 años, cuando los índices empezaron a bajar y los más pequeños dejaron de hacer deporte. Ahora, muchos de estos niños, convertidos en adultos, han entendido la importancia de hacer deporte, y a la hora de elegir, sus preferencias, por la razón que sea (horarios, habilidad, amistades…) se han dirigido hacia deportes muy vinculados con la naturaleza y con el “estar en forma” (deportes outdoor, fitness o, y ése es el tema que aquí nos ocupa, el running). Antes que nada, es importante dejar claro que analizar el comportamiento del running en practicantes es muy complejo. No hay cifras oficiales de practicantes porque las licencias federativas no son nada representativas, aunque sí es cierto que aspectos como el auge de carreras populares y las cifras de participación que hay en ellas, son una demostración contundente de que cada vez hay más gente que elige esta modalidad para mantenerse en forma. Si tomamos como referencia las cifras de ventas, que podrían dar una idea bastante más aproximada, la conclusión es clara: el running es la modalidad atlética que más unidades de calzado vende anualmente, por encima, incluso del fútbol. Y aunque las ventas, como veremos, han caído ligeramente en los últimos años, es probable que actualmente la cifra de corredores supere con creces los dos millones. Y eso, para el sector, representa un potencial a tener muy en cuenta. EL SECRETO DEL ÉXITO ¿Por qué cada vez hay más gente que corre? ¿Qué es lo que empuja a miles de atletas aficionados a participar en carreras populares? Algunas claves de por qué el running ha ganado tanta fuerza en practicantes y, también en presencia en la tienda, ya las hemos dado en la introducción de este artículo. Se trata de un deporte muy relacionado con el llamado wellness y que no tiene limitaciones de horario (y eso, en una época en la que el tiempo es oro, es crucial). Puede llevarse acabo en un gimnasio, en las calles de cualquier ciudad o pueblo o La caída de las ventas no frena el potencial del running [ESPECIAL RUNNING] ts20 Aunque es difícil saber cuánta gente corre, si tomamos como referencia las cifras de ventas, la conclusión es clara: el running es la modalidad atlética que más unidades de calzado vende anualmente, por encima, incluso del fútbol El running es, desde hace años, uno de los deportes atléticos con mayor potencial. Año tras año gana adeptos y a pesar de que las ventas han sufrido un ligero retroceso en los últimos años, sigue siendo el segmento atlético por excelencia y marcas y tiendas siguen apostando muy fuerte por él

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