opinión Próxima estación: Nuevos Ministerios Como muchos de ustedes ya habrán leído en éste y en otros medios de comunicación, el presidente del Gobiernbo, José Luís Rodríguez Zapatero se comprometió, durante la visita de los ganadores de la Copa Davis a la Moncloa, a crear un nuevo Ministerio de Deportes. Lo hará, además, durante su próxima remodelación ministerial, lo que hace suponer que en un plazo máximo de dos años nuestro país contará con una nueva cartera dedicada exclusivamente al deporte. Aunque desde el sector deberíamos alegrarnos por ello, es mejor no tirar cohetes antes de tiempo y esperar a ver como se va a gestionar este nuevo Ministerio. Si se trata de seguir haciendo las cosas como hasta ahora, es decir, relacionando siempre el deporte con la competición, no vale la pena que pierdan el tiempo creando este nuevo Ministerio. Para gestionar el plan ADO ya está el CSD. Si la única razón de ser de esta nueva cartera será potenciar el deporte profesional para que siga logrando éxitos a nivel internacional, mal asunto. Ni siquiera nos interesa que una de sus preocupaciones sea ayudar a las jóvenes promesas para que mañana representen a España. Eso no sirve de nada. El objetivo de un Ministerio de Deportes no tiene que ser conseguir que uno de cada 100.000 niños pueda llegar a ganar Roland Garros, jugar en la NBA, ganar la Eurocopa con España o pilotar un F1. Eso se conseguiría sin ninguna inversión por parte del estado. Lo que debe hacer un Ministerio de Deportes es lograr que más de la mitad de estos 100.000 niños no se quede en casa mirando la tele o jugando a los videojuegos; que los jóvenes no dejen de hacer deporte cuando dejan el colegio, que el deporte vuelva a estar entre las cinco primeras posiciones en cuanto a actividades de ocio preferidas o que quienes quieran hacer deporte tengan instalaciones públicas decentes. La dimensión económica y social del deporte va mucho más allá de la competición. El gran objetivo de este Ministerio tiene que ser el fomento de la práctica deportiva. Y si así lo entiende el gobierno, y se fija como objetivo prioritario de este nuevo ministerio mejorar los irrisorios índices de práctica deportiva, el sector no sólo puede ser optimista con los tiempos venideros, sino que, además, tienen la obligación moral de implicarse en ello; de reclamar su “parcela de poder” y exigir al gobierno que proveedores y detallistas tengan su voz dentro del ejecutivo. La decisión de Zapatero tiene que ser un estímulo para que el sector crea en su fuerza y entienda que sólo se puede ser determinante si se está unido. Es un buen momento para comenzar a consolidar el asociacionismo en nuestro sector. Tenemos que apoyar a aquellas entidades que pueden representarnos ante las instituciones o, si todo va bien, dentro de ellas. Tenemos que construir ese lobby de presión que tanto necesitamos. Por muy grandes que nos creamos, nadie nos abrirá la puerta si vamos solos. RAUL BERNAT (raul@tradesport.com) Como ya os comenté en la anterior edición, el pasado mes de noviembre asistí a la presentación itinerante que hicieron el equipo de Sports Unlimited Valencia junto a la gente de Gescode y Sportmas. Éramos una veintena escasa de asistentes y uno de los ponentes, a la par que patrocinador del tour, manifestó públicamente su desazón al haber más de cuarenta y cinco personas que se habían inscrito, presentándonos sólo la mitad. Hubo varias anécdotas destacables, pero especialmente una de ellas cautivo totalmente mi atención. Al parecer, nos explicaba uno de los ponentes que al realizarse este mismo evento en la ciudad de San Sebastián, un hombre sabio de ochenta y tres años (José Luís Miner es su nombre), que estaba sentado en la primera fila, al acabar una de las presentaciones y empezar la parte del coloquio le comenta: “oiga joven ¿usted no sabe que los tenderos estamos afectados por el cromosoma 35?, y digo tenderos para no menospreciar a los comerciantes, personas mucho más profesionales que los tenderos”. Ante la perplejidad del orador, éste le rogó que definiera dicha afección, a lo que el Sr. Miner explicó, de forma distendida, que todos los tenderos poseen el citado cromosoma 35, el cual les impide genéticamente hacer algo conjuntamente con otro tendero… Todo vino a una de las frases que el ponente utilizó en el final de su presentación: “El compartir nos enriquece en lugar de hacernos más pobres”. Hace ya años que estamos unos de espaldas a otros, y existen muchos temas en los que sumar y multiplicar es mucho mejor que restar y dividir. Nos transmitieron positivismo, optimismo y algunos sencillos consejos para recordarnos que el año 2009, según todos los augurios, será un buen año para demostrar con vigor nuestra inquietud; un buen año para aprender, reciclarnos y aplicar pequeños cambios a nuestras tiendas, a nuestros surtidos y, fundamentalmente, a la forma como nos relacionamos con nuestros clientes. ¿Dónde está nuestra inquietud?
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