TradeSport 160 - Noviembre 2008

y se centra básicamente en productos y marcas que pueden encontrarse en el comercio tradicional, es decir, en el outdoor más “popular”. El universo de deportes al aire libre es muy grande y abarca un sin fin de modalidades de las que aquí no hemos hablado –como el cayac, la escalada en pared, la escalada en hielo, el alpinismo de alta montaña…- y en las que podemos encontrar marcas líderes de las que el comercio tradicional seguramente no ha oído hablar jamás. COMPLEMENTOS: UNA FAMILIA CLAVE Aunque como en la mayoría de deportes, el textil y el calzado son las dos grandes categorías del mundo outdoor, los complementos tienen en este segmento un peso determinante. No sólo por el tipo de producto, imprescindible para la mayoría de modalidades, sino sobre todo, porque son los que tienen un mejor margen y, por lo tanto, los que mayor rentabilidad aportan al detallista. Si la lista de modalidades outdoor es larga, mucho más larga es la de complementos, siendo las mochilas, los calcetines y la emergente categoría de la ropa térmica –las llamadas base layers- las que mayor protagonismo tienen por volumen. En todas y cada una de las modalidades, los complementos tienen un papel clave, y seguramente ésta es la razón por la que todas las marcas líderes tienen en sus colecciones líneas técnicas de mochilas, guantes, gorros o calcetines. Además, su importancia, por funcionalidad y por volumen, ha hecho que en los últimos años se hayan hecho fuertes varias marcas especializadas en alguno de estos subsegmentos, ratificando una tendencia bastante habitual en este mundo: la supraespecialización. Así, en mochilas, el mercado cuenta, más allá de las líneas de marcas más generalistas como The North Face, Salomon o Häglofs, verdaderos gigantes que se han especializado en esta categoría, como Deuter, Eagle Creek –travel-, Osprey, Black Diamond, Ferrino, Vaude Lowe Alpine o Altus. Algunas de ellas también tienen colecciones textiles, pero su fuerza de marca, en ocasiones, se la deben a estos productos. Más allá de las mochilas, y como hemos mencionado anteriormente, hay otros productos que han conseguido tener una identidad propia dentro del mundo outdoor, como los calcetines técnicos - donde marcas nacionales como Lorpen cuentan con una importante cuota de mercado en nuestro país y, también, en el extranjero-, las primeras capas térmicas (un producto por el que están apostando fuerte muchos fabricantes de textil, como TNF, Odlo y, ahora, Trango). A estos tres grandes grupos hay que añadir una larga lista de complementos, desde tiendas hasta sacos de dormir, pasando elementos de seguridad, pulsómetros, GPS o iluminación. En algunas de estas líneas de producto las marcas españolas lideran con solvencia los rankings nacionales y, también, internacionales: Laken es una de las grandes referencias mundiales en el mundo de los bidones y Buff se ha convertido en el principal fabricante de tubulares. Ambas marcas son, sin duda, un perfecto ejemplo de los beneficios que puede conllevar esta supraespecialización de la que hablábamos. UN FUTURO OPTIMISTA Que el sector no atraviesa su mejor momento no es algo nuevo para nadie, como tampoco lo es que la coyuntura económica no ayuda a mejorar la situación. Las perspectivas globales hablan de una recuperación a finales de 2009-principios de 2010, de manera que nos esperan tiempos difíciles. Muchos segmentos sufrirán importantes retrocesos y a estas alturas sería muy arriesgado determinar qué deporte va a experimentar un crecimiento, en ventas, a corto y medio plazo. Si tuviéramos que apostar por uno, muchos de nosotros nos decantaríamos por alguna de las modalidades outdoor. Los motivos ya los hemos descrito al principio de este artículo, y es probable que éstos, además, se acentúen. La crisis puede tener efectos nefastos para el comercio deportivo pero, como apuntan algunos expertos, también puede tener algún beneficio para el deporte: la historia demuestra que cuando hay menos poder adquisitivo, el porcentaje de gente que practica deporte sube ligeramente. Es lógico: la gente tiene menos dinero para gastar en compras o restauración y el deporte se convierte en una buena alternativa de ocio. Seguramente muchos de estos nuevos practicantes apostarán por deportes outdoor y, siendo optimistas, creemos que ello ayudará a mejorar las ventas de este segmento. El ritmo de crecimiento no será el mismo. Pero eso es algo que ya tienen más que asumido las marcas, que también son conscientes de que a medida que se avance hacia la madurez, más fuerte será la competencia. Los deportes que se practican en plena naturaleza van a seguir creciendo y ello impedirá que el segmento tenga fuertes retrocesos. La moda, además, ayudará a que así sea, y si el estilo outdoor se impone con mayor fuerza en la cultura urbana, las marcas tendrán un clavo ardiendo al que aferrarse si en lo técnico las cosas se tuercen (algo poco probable). La tienda tiene un amplio abanico de marcas por las que apostar. El comercio tradicional, como ha hecho históricamente, seguirá apostando por las líderes, mientras que el especializado podrá jugar con un sinfín de posibilidades, sobre todo en textil. La oferta es muy similar, y seguramente el mayor esfuerzo deban hacerlo los proveedores, quienes tendrán que convencer a consumidores y detallistas de que sus productos son diferentes. Y eso, tal y como están las cosas, no es precisamente fácil. Aunque es bueno... Los complementos son una familia clave en el outdoor, no sólo por el tipo de producto, imprescindible para la mayoría de modalidades, sino sobre todo, porque son los que tienen un mejor margen y, por lo tanto, los que mayor rentabilidad aportan Las prendas han ganado tecnicidad en los últimos años y, progresivamente, su precio medio ha aumentado. Eso, sin embargo, no ha sido un freno para las ventas, que han ido creciendo progresivamente, confirmando que el consumidor valoraba cada vez más las tecnicidad de las prendas y la seguridad que ofrecen. Los complementos son una de las categorías más cruciales de este segmento ts32

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