Nuestra sociedad, por el contexto en el que está inmersa, tiende al individualismo. Es cierto que proliferan las redes sociales, pero es el individuo el que las construye y, generalmente, lo hace precisamente desde su individualidad. Los grupos sociales se siguen construyendo de personas, y estas personas siguen teniendo la necesidad de pertenecer a uno de estos grupos, pero el individualismo se impone en una sociedad cada vez más recelosa del prójimo y, sobre todo, cada vez más sometida al tiempo. Un tiempo que nos obliga a administrar cada segundo de nuestro ocio; a gestionar nuestros momentos de entretenimiento y, también, a decidir cuándo y con quién decidimos pasarlos. Con un horario laboral obsoleto –somos el país europeo que sale más tarde de trabajar- y en un mundo urbano cada vez más asfixiante, el deporte como ocio también se ha visto transformado radicalmente, imponiéndose con fuerza aquellas modalidades que pueden practicarse individualmente y, sobre todo, aquellas que se llevan a cabo fuera de las grandes urbes. No es muy difícil , con estas “coordenadas”, deducir cuáles son los deportes que más están creciendo en los últimos años y, sobre todo, teniendo en cuenta que a corto y medio plazo las cosas no van a cambiar mucho, cuáles son los que tienen más potencial. Por un lado, tenemos modalidades vinculadas al llamado wellness que están ganando practicantes año tras año. Son deportes que tienen mucho que ver con los físico pero, sobre todo, con lo psíquico. El bienestar personal es uno de los grandes retos de este siglo XXI y todos aquellos deportes que tengan algo que ver con ello, seguirán creciendo. Por otro lado, tenemos aquellos deportes que se practican en plena naturaleza. La gente tiene cada vez una mayor necesidad de salir de las grandes ciudades y de entornos urbanos para entrar en contacto con la naturaleza. Y seguramente también responde a razones más psíquicas que físicas. Los deportes al aire libre son, seguramente, los que mayor crecimiento han experimentado en los últimos cinco años, un tiempo en el que han proliferado -y se han asentadomodalidades como el walking, el trekking, el hikking, el trail Running o el X-Trail. Cada vez hay más gente que practica deportes outdoor y este incremento, lógicamente, ha conllevado importantes cambios en nuestro sector. OUTDOOR: ¿DEPORTE O TERAPIA? Para muchos deportistas el deporte es algo más que una actividad física. Es cierto que hay quien lo practica simplemente para estar en forma, pero generalmente hacer deporte aporta muchas más cosas. Las ventajas son bastante sujetivas, y para uno pueden estar más relacionadas con el puro divertimiento mientras que para otros, lo que prima son sus “propiedades” antiestrés. Sea como sea, las modalidades outdoor tienen desde hace años un alto componente terapéutico. La sociedad actual está limitada por horarios y por trabajo y cada vez hay más gente que, cuando llega su tiempo libre, quiere huir de su entorno habitual. Los deportes que se practican en plena naturaleza ganan adeptos día tras día, seguramente porque responden a dos de las grandes exigencias de quienes quieren hacer deporte: actividad física y bienestar mental. Puede parecer algo anecdótico, e incluso habrá quien crea que no es así, pero la realidad es que varios estudios han señalado que los practicantes que comienzan a apostar por estas modalidades valoran muy positivamente su componente terapéutico. Y lo hacen precisamente, porque estas modalidades representan una de las mejores vías de escape para liberar el estrés que se acumula de lunes a viernes. No hace falta escalar montañas de más de 3000 metros para disfrutar de la naturaleza; se puede correr por caminos rurales, pasear por algún monte cercano a la ciudad o darse una vuelta en bici por cualquier ruta verde. Lo importante es, al final, hacer deporte…y hacerlo lejos del asfalto. Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de explicar los posibles motivos del auge de estas modalidades outdoor es su escaso carácter competitivo. La gente está saturada de competir en su entorno laboral y cada vez hay más gente que busca deportes en los que no haya que competir con nadie. Máxime contra uno mismo. Si, además, se pueden practicar en familia o con los amigos, cambiando lo competitivo por los social, y no requieren un gasto excesivo, los argumentos para descubrir y enamorarse de estos deportes, cuya práctica no requiere, salvo algunas modalidades, tener un físico espectacular, son casi irrefutables. UN CAMBIO EN EL SECTOR El auge de estas modalidades, lógicamente, ha producido muchos cambios en el sector. El outdoor viene experimentando un importante crecimiento desde hace algo más de una década, y aunque en algunas categorías su crecimiento se ha visto frenado en algunas temporadas –por descensos generales del consumo-, sigue siendo uno de los grandes segmentos Los deportes al aire libre mantienen su potencial [ESPECIAL OUTDOOR] ts28 Los deportes outdoor son los que mayor crecimiento han experimentado en los últimos años, un tiempo en el que se han asentado modalidades como el walking, el trekking, el hikking, el trail Running o el X-Trail. Las modalidades que engloba el universo outdoor ganan adeptos año tras año y, pese a la recesión del consumo, las ventas siguen experimentando un comportamiento positivo. El potencial de este segmento está intacto y el futuro, pese a la coyuntura, es muy optimista
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