con ellas entenderá el porqué. Gliss: el skate se hace fuerte en la calle Otro segmento que ha ganado mucha fuerza gracias al calzado de calle ha sido el gliss. Las grandes marcas especializadas en skate, junto con algunas marcas líderes del surf que se han atrevido con el calzado, han conseguido imponer su estética en targets muy importantes. Marcas como Vans, Etnies, DC Shoes o Airwalk, entre otras, han traspasado la frontera del skate y se han convertido en las marcas preferidas de muchos jóvenes. Su filosofía ha calado hondo en este grupo tan perseguido, y las marcas, sabedoras de su fuerza, han potenciado su lado más casual. Sneakers: deporte convertido en moda Si hay un fenómeno que puede explicar los cambios experimentados por el deporte en los últimos años y las consecuencias que éstos han tenido en el mundo de la moda ése es, sin duda, el de las sneakers. ¿Qué son las sneakers? A grandes rasgos se trata de relanzamientos o reinterpretaciones de modelos míticos de marcas generalmente deportivas y muchas veces de edición limitada. Muchos de ellos están inspirados en viejos modelos de running o baloncesto y mantienen una relación muy estrecha con determinadas manifestaciones culturales. Seguramente, y siendo un poco aventurados, podríamos decir que ha sido este tipo de calzado el que ha conseguido poner el deporte en la calle, y prácticamente todas las grandes marcas, de todos los segmentos, tienen líneas dentro de esta categoría. La mayoría de ellas ni siquiera se comercializa en los círculos habituales y sólo algunas tiendas especializadas tienen el “privilegio” de vender estos modelos de edición limitada cuyos precios pueden dispararse tranquilamente por encima de los 100, los 200 y, si son muy exclusivos –por limitados-, de los 300 euros. Son, para muchos, verdaderas piezas de coleccionista. Sin una explicación aparente, y seguramente por los caprichos de la moda más underground (y que se acaba convirtiendo en popular), este tipo de calzado dejó de ser deporte para convertirse en un producto de la moda estrechamente ligado al auge del concepto de cultura urbana. Un cambio en el que los gurús de la moda han tenido mucho que ver, sobre todo desde que, seguramente animados por la posibilidad de convertir el deporte en moda, han comenzado a transformar algunos modelos míticos de nuestras marcas más legendarias y se han obsesionado en socializar este tipo de calzado envolviéndolo en el omnipotente halo de la moda. Desde entonces, con la entrada de los sneakers en el mundo casual y fashion, no hay marca de deporte –ni firma importante de ropa- que no se haya adentrado en ese territorio. Así, pues, podemos decir que desde hace media década, más o menos, pero sobre todo desde hace un par de años, las bambas han abandonado la exclusividad de las canchas de baloncesto y las pistas de atletismo o tenis para asentarse en cada uno de los rincones de nuestra sociedad. Aunque, como hemos dicho, este tipo de calzado es moda, no hay que olvidar cuáles son sus verdaderos orígenes. Y en la mayoría de casos, pese éstos deben buscarse en el deporte: aunque hoy en día despierten el interés de millones de consumidores poco atraídos por el deporte, no hay que olvidar que las All-Star, las Air Force 1 o las Weapon nacieron en la pista. Es cierto que ahora, reinterpretados por diseñadores gafapastis y convertidas en zapatillas casual, no sirven ni para un veintiuno, pero la esencia sigue allí. El caso de las basketshoes, quizás el más significativo, se ha dado en muchos otros deportes, sobre todo en atletismo, donde Nike, New Balance, Reebok y otras muchas otras marcas han transformado algunos de sus modelos atléticos –muchos de ellos ultraespecializados- en calzado de calle. La mayoría de estos modelos reinventados se han colado en el mundo de la música y han logrado multiplicar su fama. Marcas como Converse, Vans, adidas o Reebok han estrechado lazos con el mundo del rock –las dos primeras- y del Hip Hop –las dos marcas de adidas- de la mano de grandes artistas. La estética de estas subculturas ha resultado clave en la impronta del streetwear entre el público más joven y ha disparado las ventas de estas marcas hasta límites insospechables cuando comenzó esta fiebre por las cool shoes. De todas maneras, para ser justos, no habría que darle todo el mérito a las marcas de deporte. Con una capacidad de maniobra infinitamente mayor que la nuestra, la moda ha puesto un granito de arena para que esa cultura se consolide. Al principio lo hizo de puntillas y despacito, por si había riesgo de tropezar, pero ahora, con los diseñadores más importantes explotando sin reparos el sportstyle, las marcas no han dudado en subir a la red. Y muchas de ellas, además, han querido hacerlo de la mano de marcas deportivas. De ahí, colaboraciones como la de Marc Jacobs con Vans, Yohji Yamamoto y Stella McCarteny con adidas, cómo Alexander McQueen, Yasuhiro Mihara o Neil Barrett con Puma, John Varvatos con Converse y un largo etcétera. Esta fructífera relación entre moda y deporte ha sido definitiva para darle prestigio –y precio- a este tipo de calzado. Y de momento, pese a la infidelidad innata de la moda, parece que tiene vida para años. El futuro reforzará el peso de las marcas no deportivas dentro de este mundo. La moda tiene más fuerza que el deporte, y asumiendo esta realidad, lo mejor que podemos hacer es intentar aprovecharnos de ella. Es lo que lleva años haciendo la moda con el deporte... Sin una explicación aparente, y seguramente por los caprichos de la moda más underground, las sneakers dejaron de ser deporte para convertirse en un producto de la moda estrechamente ligado al auge del concepto de cultura urbana. Otro problema al que se enfrenta al sector es que su relación con la moda es unidireccional: mientras nuestras marcas se obsesionan con entrar en el canal moda-zapaterías, las firmas de moda con líneas de calzados casual tienen muy claro cuál es su canal y no tienen ningún interés en entrar en el canal deporte. ts30 Cada vez es más habitual que grandes diseñadores de la moda colaboren con marcas de deporte
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