TradeSport 159 - Octubre 2008

ts19 Este 2008 está siendo un año de grandes sobresaltos. Lo que está sucediendo con la banca de inversión en Estados Unidos está empezando a tener sus efectos en Europa y, como no podía ser de otra forma, empieza a afectar a nuestro sector. En las dos últimas décadas hemos sido testigos del fracaso del comunismo, y en estos momentos estamos comprobando en nuestras propias carnes que el capitalismo salvaje no es la solución. Estamos oyendo diariamente como los bancos centrales de los países más ricos del mundo están acudiendo en ayuda de los principales bancos de inversión porque parece que es la solución menos mala, ya que si no, se produciría una quiebra en cadena de docenas de bancos, con el consecuente crashfinanciero a nivel mundial. Pero ¿cómo hemos llegado a esta situación? Se habla de una gran especulación; se dice también que las bases son muy débiles… Pero una persona de la calle, un ciudadano normal y corriente ¿sabe cómo funciona, por ejemplo, la Bolsa? Creo que la siguiente historia puede ayudar muy bien a entender lo que realmente representa la Bolsa: “ Una vez llegó al pueblo un señor muy bien vestido. Se instaló en el único hotel que había y puso un aviso en la única página del periódico local advirtiendo que estaba dispuesto a comprar cada mono que le trajeran por 10 dólares. Los campesinos, que sabían que el bosque estaba lleno de monos, salieron corriendo a cazar monos. El hombre compró, como había prometido en el aviso, todos los monos que le trajeron. Y a 10 cada uno, sin ninguna queja. Pero como cada vez quedaban menos monos en el bosque, y era difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés, y entonces el hombre ofreció 20 dólares por cada mono. Los campesinos corrieron otra vez al bosque… Con el tiempo fueron mermando los monos, y el hombre elevó la oferta a 25 dólares, y los campesinos volvieron al bosque, cazando los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno. Llegado a este punto, el hombre ofreció 50 dólares por cada mono, pero, como tenía negocios que atender en la ciudad, dejó a cargo de su ayudante el negocio de la compra de monos. Cuando el hombre partió a la ciudad, su ayudante se dirigió a los campesinos diciéndoles: Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección. Yo les ofrezco venderles a ustedes los monos por 35 dólares, y cuando el jefe regrese de la ciudad, se los venden por 50 dólares. Los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los miles de monos que había en la gran jaula, esperando el regreso del 'jefe'. Y desde ese día, no volvieron a ver ni al ayudante ni al jefe. Lo único que vieron fue la jaula llena de monos que compraron con sus ahorros de toda la vida”. Después de leer este ejemplo, creo que ya tienen ustedes una noción bien clara de cómo funciona el Mercado de Valores y la Bolsa. Y creo, además, que en nuestro sector hay ejemplos parecidos a este hombre de negocios bien vestido y que tuvo la habilidad de poner a todos los campesinos de un pueblo a buscar monos, dejando todo lo que tenían y metiéndose en una actividad que parecía que iba a ser la gallina de los huevos de oro. Los que no salieron perjudicados son el señor del traje y su ayudante. Es más, engañaron a todo un pueblo a costa de su enriquecimiento personal. Quizás su actitud fue legal, pero no fue precisamente ética. Como no lo es la de muchos de los máximos responsables de estos bancos que durante muchos años han cobrado sueldos millonarios para finalmente acabar quebrando sus bancos. ¿Ven algún paralelismo con nuestro sector? A mí me recuerda mucho a algunas centrales de compra que están imponiendo a sus asociados su imagen corporativa, las políticas de producto, las compras delegadas, las marcas propias, las franquicias, las tiendas propias, las grandes campañas publicitarias en televisión, las convenciones obsoletas… mientras muchos de sus asociados están viendo año tras año como sus beneficios desaparecen y el futuro parece cada vez peor. ¿Quiénes son el hombre del traje y su ayudante? ¿Quiénes son los campesinos? ¿Ven alguna similitud con el sell-in y el sell-out? Pero hay más cuestiones: ¿Cómo va a afectar la actual crisis a estas centrales?¿Se van a ver afectados esos grandes planes de expansión y crecimiento? En los medios del sector hemos leído entrevistas a dirigentes de estas centrales en las que hemos podido leer frases como : “La convención ha salido mejor de lo esperado”. ¿Cómo se puede hacer un juicio relativo a una expectativa? Es cierto que si se esperaba un desastre y sólo se ha producido medio desastre la valoración es positiva, pero si analizamos la opinión de los proveedores que acuden a estas convenciones, nos daremos cuenta de que sus opiniones son muy diferentes, y para muchos de ellos “este modelo de convenciones está obsoleto”. Además, si vemos el ratio de asistencia, parece que las cosas van peor de lo esperado. Por no hablar de esos proyectos de franquicias, que de momento no triunfan. ¿Qué pasará con todo el dinero invertido y los recursos dedicados a esos maravillosos planes si no se consiguen los resultados esperados? ¿Se va a empezar a conjugar el verbo Dimitir? De momento se confirma que alguna de estas centrales está perdiendo socios. Han aumentado las bajas en comparación con los años anteriores, y las nuevas incorporaciones han disminuido considerablemente. Haciendo una analogía con el ejemplo de antes, parece que estos detallistas se han cansado de buscar monos y de esperar el futuro esplendoroso, y han vuelto a sus orígenes. Y lo han hecho sin renunciar a las ventajas de pertenecer a una asociación. Veremos que sucede en el futuro. Mientras tanto, los señores de los trajes siguen repartiendo premios entre colegas, los monos ya no caben en la jaula y los campesinos no saben qué hacer para llegar a final de mes. Maldita crisis... La historia del comprador de monos me recuerda mucho a algunas centrales que están imponiendo a sus asociados su imagen corporativa, las políticas de producto, las compras delegadas, las marcas propias, las franquicias, las tiendas propias… mientras muchos de sus socios están viendo año tras año como sus beneficios desaparecen [ o p i n i ó n ] El fracaso del capitalismo MANUEL A. CASTRO HERMIDA Socio Director de CMG www.cmgconsultores.com

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