las grandes marcas del mundo de moda). En el plano más técnico, también se ha experimentado un buen comportamiento, sobre todo en pulsímetros, un mercado dominado por marcas especialistas como Suunto o Polar, y en gafas para deportes como el esquí –otro subsegmento con una fuerza considerable-, el running, el bike, o los deportes acuáticos. Finalmente, más allá de las mochilas, los bolsos, los calcetines, los relojes o las gafas, deportes como el fútbol y sobre todo los deportes oudoor y los deportes de nieve cuentan con una amplia gama de accesorios que en algunos casos, como los guantes, representan un volumen muy importante de las ventas y han generado una industria especializada muy fuerte y con mucha competencia (y con marcas nacionales muy fuertes). ARGUMENTOS DE PESO Cuando un artículo tiene un buen margen, una buena demanda y una excelente relación espacio-rentabilidad es, sin duda, una apuesta segura. Tal y como están las cosas, cada vez es más difícil encontrar productos que encajen en este perfil: la omnipresente ley de Murphy insiste en demostrar muchas veces que cuando hay margen, no hay demanda; que cuando hay demanda, no hay margen, y cuando hay margen y demanda, no hay espacio o rotación. Sin embargo, como en todo, hay excepciones, y por eso parece hasta cierto punto extraño que las tiendas multideporte sigan dando tan poco protagonismo a los complementos, sobre todo entre aquellos cuya estrategia se ha dirigido hacia el llamado sportstyle. Su buen margen, bastante por encima de la media del sector, su buena rotación y, especialmente, la gran demanda que están generando determinadas marcas –muchas de ellas vinculadas al mundo gliss- entre el público joven (nuestro target principal) son argumentos más que convincentes para que los detallistas apuesten por ellos como baza para diferenciarse de la competencia –y, lógicamente, como una nueva vía para mejorar su rentabilidad-. Algunas marcas especializadas en este tipo de productos y, también, algunas generalistas que están apostando fuerte por los complementos, ya han señalado que a corto y medio plazo los complementos deberían representa alrededor de un 15% de la facturación del sector. Para que así sea, las tiendas tienen que darse cuenta del potencial de esta familia, puesto que si no lo hacen, las marcas, que se han marcado unos objetivos de crecimiento, no tendrán más remedio que buscarse la vida en otros canales más predispuestos a dar protagonismo a los complementos. El sector ha dejado ganar terreno a la moda en muchos segmentos, y aunque en el mundo de los complementos la fuerza de la moda es infinitamente mayor que la del deporte, el papel que está jugando el llamado sportstyle puede ser determinante para que el comercio deportivo pueda sacar más provecho a “sus” marcas que el que ya está sacando el mundo de la moda más urbana/juvenil. Quizás va siendo hora de que algún detallista se atreva a abrir una tienda especializada en complementos no técnicos (sportstyle) de marcas deportivas… Quien da primero, tiene ventaja. Los pulsómetros y relojes técnicos ganan cuota en las tiendas. Su demanda sigue creciendo.
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