que China acelere sus reformas políticas y sociales. ¿Qué dicen las marcas? Pues lo que se esperaba: que no tienen la más mínima intención de boicotear nada. Y teniendo en cuenta los intereses que tienen, es lógico. El dinero siempre puede más que la ética, y por muy en desacuerdo que se esté con la política del país asiático, el mercado chino pesa mucho. Eso, y que en la mayoría de casos, no hay que mezclar peras con manzanas: una cosa es el negocio, y la otra la política. Ésta es, más o menos, la política que han seguido las dos grandes marcas deportivas: adidas y Nike. En una entrevista concedida a mediados de junio al Financial Times, Herbert Hainer, el máximo dirigente de la marca alemana, una de las patrocinadoras de las olimpiadas, expuso muy claramente su postura: tienen que ser los políticos, y no las compañías los que asuman la responsabilidad en estas cuestiones. Lo que viene a decir Hainer es, simplemente, que los patrocinadores no tienen que posicionarse en temas políticos. La postura de adidas, que seguramente es la misma que la de Nike, esconde intereses muy importantes: el mercado chino se convertirá, en breve, en el segundo gran mercado de estas compañías y en una de las grandes vías para seguir creciendo. LAS MARCAS, EN EL PUNTO DE MIRA DE LOS CRÍTICOS La cercanía de la celebración de los Juegos Olímpicos en Pekín ha vuelto a captar la atención de ONG y sindicatos en las condiciones laborales de los trabajadores que elaboran las prendas deportivas para las principales marcas. La alianza internacional de sindicatos y ONG Juega Limpio 2008 ha elaborado el estudio Salvando obstáculos: pasos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo en la industria mundial de artículos deportivos, en el que determinan que los trabajadores que producen artículos deportivos para las empresas internacionales, 'las mismas que gastan millones en el patrocinio olímpico y deportivo', siguen trabajando un número excesivo de horas y reciben salarios miserables. El estudio constata que a pesar de los códigos de conducta adoptados por la mayoría de las grandes marcas hace ya más de 15 años, los trabajadores siguen siendo objeto de una presión enorme para satisfacer las cuotas de producción, realizan muchas horas extraordinarias que ni se contabilizan ni se remuneran, sufren violencias verbales, trabajan en condiciones deplorables de salud y seguridad y se incumple con la obligación legal de proporcionar seguros médicos y otros tipos de seguros. El estudio se basa en entrevistas con más de 300 trabajadores en China, Tailandia e Indonesia que fabrican artículos para adidas, Asics, Baden, Converse, Diadora, Domyos, Ecco, Everlast, Fila, Frankin, Lotto, New Balance, Nike, Mikasa, Mizuno, Miter, Puma, Reebok, Russel Athletic, Umbro, VF Corporation, Wilson, Yue Yuen, Spalding y Rawlings. Entre otros datos recoge que los trabajadores pegan zapatos deportivos por menos de 1,25 euros al día. Las críticas a las marcas no son nuevas y aunque sean justificadas (y no se limitan sólo al sector de artículos deportivos), hay que tener en cuenta que la mayoría de estas marcas ya han tomado medidas para que las empresas que les fabrican sus artículos mejoren las condiciones de sus trabajadores. Algunas, como Nike, han dejado de trabajar con empresas que vulneraban descaradamente estos derechos, y el concepto de RSC –responsabilidad social corporativa- tiene cada vez mayor peso en estas compañías, nada dispuestas a que escándalos como éstos –que muchas veces desconocen- puedan alterar sus planes en Asia. EL GIGANTE CHINO QUE LUCHA CON ADIDAS Y NIKE Las compañías europeas y americanas se frotan las manos con lo que pueden conseguir gracias a los Juegos. Saben que China es el país con mejores augurios para el siglo XXI y que los Juegos marcarán un punto de inflexión en la forma de pensar de muchos ciudadanos. Lo que parece que no acaban de tener claro –y eso es realmente extrañoes que muchas empresas chinas conseguirán mejores resultados que ellas gracias a este acontecimiento. Algunas, incluso, aspiran a utilizar los juegos como un trampolín para convertirse en líderes mundiales a medio plazo, sin ningún tipo de temor a una competencia que se cree intocable. En el sector de artículos deportivos hay una marca que está dispuesta a, como mínimo, intentarlo. Sin miedo a la fuerza de Nike y adidas, Li-Ning es una de las apuestas más fuertes para desbancar a las dos multinacionales. Y será mucho menos complejo de lo que parece, entre otras cosas porque ya controla el mercado chino. Y eso no es poco. Aunque mucho españoles ya la conocen – es la proveedora oficial del equipo de baloncesto y ahora equipa a todos los deportistas españoles en Pekín- los juegos de Pekín van a ser decisivos para que esta joven compañía se dé a conocer en todo el mundo. Y lo hará con tres estrategias muy claras: prendas baratas, fichajes a golpe de talonario para ganar imagen y patrocinando grandes eventos (como los Juegos Olímpicos o las visitas de la NBA a China). Sobre los productos, poco se puede decir. Calidad más que aceptable y un precio sin competencia. Las ventajas de fabricar en China siendo una empresa China. Respecto a los fichajes de iconos del deporte, es una simple cuestión de dinero e imagen. Uno de los más destacados ha sido Shaquille O’Neal, icono de Nike durante la última década, que fue seducido por un suculento contrato de cinco años y 75 millones de dólares para ser la imagen de la marca en todo el planeta. La guerra no será fácil, sobre todo porque Nike y adidas harán lo posible por frenar el crecimiento de la marca china. En principio la multinacional Nike es la marca con más deportistas patrocinados en Pekín, adidas es patrocinador del evento y tiene los derechos de los podios; Li Ning vestirá a voluntarios y periodistas. La guerra por conseguir la máxima notoriedad no tiene límites ts46 Todas las marcas tienen especial interés estos juegos. China tiene 1.300 millones de habitantes
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