TradeSport 156 - Junio 2008

ts41 que eso dependerá en gran parte de que la práctica deportiva remonte un poco el vuelo, y en eso, necesitamos ayuda. Y no la tenemos. Con este panorama, y teniendo en cuenta, además, la coyuntura económica actual, con un consumo a la baja, es imposible pedirle al comercio que renuncie a seguir apostando tan fuerte por la mal llamada moda deportiva. Es más, seguramente lo que deberíamos buscar es fórmulas para poder explotar mejor esta vía de negocio y aprovechar las ventajas que, como precursores –al menos en esencia- tenemos. El canal deporte tiene o debería tener las mismas oportunidades que el canal moda para poder explotar esta tendencia y la realidad es que el volumen de ventas de textil y calzado en España es lo suficientemente importante como para que todos los canales implicados en estas ventas –especialmente deporte y moda- intenten ganar terreno. Los gustos de los consumidores son muy heterogéneos, y aunque algunos seguirán dando la espalda al deporte, otros muchos pueden apostar por el canal si la oferta se adecua a sus exigencias. Es cierto, y engañarnos ser´´ia ingenuo, que la moda va un paso por delante de nosotros. Y quizás más de uno. Su capacidad de maniobra es infinitamente mayor que la nuestra; su “estatus”, incluso, está por encima, y pese a partir con cierta desventaja, ha sabido explotar el look deportivo bastante mejor que el deporte. Casi todas las marcas de este canal, desde las más fashion hasta las más populares, tienen extensas colecciones de estilo deportivo. Y como las marcas deportivas, se inspiran en la náutica, en el motor, en los deportes de gimnasio e, incluso, en el fútbol. La única diferencia es que a lo que el deporte llama sportwear, ellos lo llaman lifestyle, seguramente para no verse con la obligación de establecer un vínculo directo con el deporte… Así, con la inevitable comparación que siempre se hará entre moda y deporte, lo mejor que puede hacer el sector es intentar aprovechar sus armas y, sobre todo, saber muy bien cuál es su papel y cuál es la oferta objetiva que puede tener en el canal. Porque a diferencia de lo que muchos detallistas creen, apostando por las colecciones más urbanas de las marcas deportivas también se puede rentabilizar un comercio. El canal tiene un abanico lo suficientemente amplio como para no estar obsesionados en incorporar a nuestros comercios marcas que pertenecen al mundo de la moda. Si lo que se quiere es eso, lo mejor es no mezclar conceptos y abrir una tienda de moda… En cuanto a las marcas, más de lo mismo. ¿Por qué esta obsesión por entrar en el canal moda? Seguramente es una prueba más de la desconfianza que hay en las posibilidades reales del canal deporte y, especialmente, en el segmento atlético (donde demasiadas marcas se han resignado al éxito de Decathlon). Es cierto que unas pocas marcas deportivas tienen líneas de moda que no tienen recorrido en las tiendas de deporte, pero también hay muchas marcas con colecciones de sportwear que se están empeñando en entrar en la moda con demasiada insistencia y, seguramente, sin los argumentos suficientes. La moda no es la panacea ni es un mundo fácil. Es, por defecto, selecta y perenne, infiel y caprichosa. Y demasiado dinámica para un sector tan acostumbrado a la pausa. Los cambios que ha experimentado el comercio deportivo en cuanto a oferta, son lo suficientemente considerables como para que las marcas vuelquen sus esfuerzos en él. El sportwear tiene recorrido y una marca puede crecer también en el canal, sin necesidad de intentar aventuras en el mundo de la moda. Las posibilidades que, en este sentido, tienen deportes como el outdoor o el fitness y, especialmente, todo el mundo del X-wear, son lo suficientemente atractivas como para que determinadas marcas que por mucho que lo intenten no entrarán en el canal moda, puedan explotar, en su entorno natural, el sportwear. En definitiva, lo que sería fundamental para el sector es que las marcas se dieran cuenta de que no todo el mundo tiene capacidad para entrar en el mundo de la moda y, sobre todo, que no todo el mundo tiene motivos. Las grandes compañías están casi obligadas a intentarlo, pero a otras marcas les basta con intentar crecer en nuestro sector, donde el concepto moda es mucho menos estricto y donde la competencia se limita a las marcas deportivas. Obviamente, llegados a este punto podemos poner sobre la mesa la conveniencia o no de que el sportwear tenga tanta presencia en las tiendas deportivas. Al final, sin embargo, por muchas discusiones que pueda haber al respecto, hay un factor clave: la demanda. Y ahora mismo, con la práctica deportiva en retroceso, lo que se vende es sportwear. Y seguramente ésta es la razón por la que en esta última década el comercio detallista se ha bipolarizado entre tiendas de moda deportiva y tiendas especialistas –atléticas-, con un progresivo descenso de las tiendas multideporte clásicas (un descenso que, por cierto, no es tan alarmante como algunos grupos nos quieren hacer ver…). EL DEPORTE TIENE QUE SER... DEPORTE Con el auge del sportwear y con la fuerza que ha tomado el look sport en el canal moda, el concepto de moda deportiva está en boca de todos. Seguramente se trata de un concepto demasiado abstracto, sin dueño, y al que muchos recurren como argumento de venta. La moda, viendo la “vulgaridad” que estaba adquiriendo este concepto no dudó en renegar de él. Demasiada referencia al deporte. Mucho mejor, seguramente, esconderse detrás de nombres como lifestyle, por mucha estética deportiva que tengan estas colecciones. Es marketing…y una manera muy tajante de seguir separando un mundo del otro. El deporte haría bien en hacer lo mismo. En darse cuenta de que por muy buenas expectativas que pueda tener el concepto moda deportiva, nunca hay que dejar que la moda se imponga al deporte. Hay que reforzar la identidad; habernos acercado a la moda no tiene necesariamente que conllevar una renuncia a lo atlético. Al contrario. El sector tiene que seguir dándose El consumidor de sportwear busca marcas deportivas; el de sportstyle no tiene ninguna predilección por marcas de nuestro sector y nunca ha relacionado el concepto moda deportiva con el deporte La moda va un paso por delante de nosotros. Y quizás más de uno. Su capacidad de maniobra es infinitamente mayor que la nuestra; su “estatus”, incluso, está por encima; y pese a partir con cierta desventaja, ha sabido explotar el look deportivo bastante mejor que el deporte. Posicionamiento conceptual

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