TradeSport 155 - Mayo 2008

ts45 En cuanto a las especialistas, que como hemos dicho lideran el mercado, destacan especialmente marcas como Vision, Varlion, Pádel Lobb, Royal Pádel, Bull Pádel o Vairo. Todas ellas hacen grandes esfuerzos para mejorar cada año sus palas y con una fuerza financiera muy inferior a la de las grandes multinacionales del tenis, han conseguido convertirse en las grandes referencias del mundo del pádel gracias a su fuerte especialización. Los jugadores habituales han valorado esta implicación y las constantes mejoras de producto y han confiado en estas marcas que, pese a no tener nada que envidiar a nivel tecnológico, tenían mucho menos nombre. UN DEPORTE QUE YA NO ESTÁ DE MODA El pádel ha dejado de estar de moda. Pero no para desaparecer; al contrario. Ha dejado de estar de moda porque se ha consolidado lo suficiente como para afirmar que su éxito no es temporal ni limitado y que es casi improbable que a corto y medio plazo vaya a la baja. Es cierto que en su momento muchos pensaron que su éxito sería pasajero y que sólo se trataba de una moda que había nacido en los despachos de los altos ejecutivos, pero con el tiempo, el pádel se ha convertido en un segmento con identidad propia, sólido, y con un potencial del que muy pocos deportes pueden presumir. Mueve cifras que hace 10 años nadie podía imaginarse. Y que los clubes sacrifiquen pistas de tenis para hacer canchas de pádel es significativo. Superado, en parte, uno de los problemas que tenía el pádel –que no atraía en absoluto a los más pequeños, que preferían el tenis-, hay dos factores que, de cara el futuro, pueden ser determinantes para el segmento y que para algunos expertos puede representar, si no se superan, una importante freno para la evolución de este deporte. Por un lado está la escasa presencia del pádel en los medios. Ni televisión ni periódicos dan cobertura a este deporte pese a su fuerza y, sobre todo, pese a su espectacularidad. Esto, lógicamente, puede ser un freno de cara a fomentar la práctica y, sobre todo, para animar a los grandes anunciantes a apoyar este deporte. Sin repercusión mediática no hay retorno de inversión suficiente, y eso, para los grandes anunciantes, es vital. Hay que valorar muy positivamente que el pádel se ha construido son el apoyo de los medios, pero llegado a este punto es fundamental que se gane presencia en ellos. Si no, el techo no estará tan lejos como muchos creen. En segundo lugar es importante que las marcas, tanto las nacionales como las internacionales, comiencen a buscar soluciones para que el pádel se internacionalice. En Europa sólo se juega en España y la mayoría de países ni siquiera saben lo que es. Si el potencial aquí ya es importante, si se comienza a abrir hueco en otros países el crecimiento que pueden experimentar las marcas es inimaginable. Además, ante la falta de industria autóctona, el mercado podrían controlarlo perfectamente algunas marcas españolas, que sólo deberán luchar contra las grandes multinacionales (que, en el mundo del pádel, no les llevan ninguna ventaja). Algunas marcas nacionales que hasta ahora fabricaban en países asiáticos ya han instalado sus propias fábricas en nuestro país para poder responder eficientemente a la creciente demanda local pero también para responder con agilidad a un posible crecimiento internacional -sobre todo a nivel europeo-. En cualquier caso, puesto que estos dos objetivos –ganar peso en los medios y la internacionalización- no son misiones imposibles, las perspectivas son optimistas. Lo peor que puede pasar si las cosas se tuercen -algo poco improbable a corto plazo- es que el sector se estabilice.

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