pasando absolutamente de la moda –la decisión más acertada que han tomado las marcas-, ha empezado a explotar el factor tecnología sin obsesionarse por el volumen. Ahora se venden muchos menos pares, con un precio medio más alto, y muy enfocados a jugadores. Los clientes potenciales son muchos menos que si el calzado tuviera un look menos deportivo, pero el target sigue siendo lo suficientemente importante como para que las marcas sigan apostando fuerte por potenciar esta categoría. La asignatura pendiente, en este sentido, y que también la tendrá el textil, es transmitir al jugador ocasional –que representa el gran grueso de las ventas- las ventajas que tendrá si juega con zapatillas y ropa técnica. El jugador habitual ya comienza a ser consciente y las marcas están haciendo un muy buen trabajo para que los aficionados tengan a su alcance modelos de última generación como los que utilizan los grandes tenistas, pero aún hay demasiada gente que, viendo el precio medio del calzado –y también del textil- y su estética, poco dada a pisar las calles como vestimenta del día a día, prefieren apostar por zapatillas y prendas más versátiles y “llevaderas”. En cuanto a marcas, tanto en calzado como en textil, la presencia de especialistas es muy fuerte, como también lo es la apuesta que han hecho las dos grandes multinacionales del sector por este deporte. Nike es probablemente la que mejor partido le está sacando en nuestro país, sobre todo gracias al ciclón Nadal –convertido en uno de los iconos de la marca- pero adidas también ha volcado mucho esfuerzos vistiendo y calzando a grandes jugadores como Djokovic. En cuanto a las especialistas, en calzado cabe hacer mención especial al trabajo de marcas como Babolat, Wilson o KSwiss –las grandes marcas especializadas sólo en deportes de raquetao Diadora, Asics y Lotto, marcas que pese a su fuerza en otros segmentos siguen confiando mucho en el tenis. Estas marcas también dominan, junto a las multinacionales generalistas, la categoría del textil, donde una de las grandes novedades ha sido la fuerza que en poco tiempo ha adquirido TTK, una marca italiana que ha sabido ganarse un hueco en este segmento desde las bases y sin tener que recorrer al patrocinio de grandes tenistas. ¿Cuál es la imagen que los detallistas tienen de estas marcas? Pues si hacemos caso del Informe Anual realizado por Sport Panel, en 2007 las cinco marcas que tuvieron mejor valoración por parte del comercio deportivo fueron, por orden, Babolat, Wilson, Head, Dunlop y Prince en raquetas, y Nike, adidas, Wilson, Lotto y Reebok en calzado. POTENCIAL Y OPTIMISMO Aunque es cierto, como hemos dicho, que la estabilidad en la que está inmerso –y encallado- el tenis hace que difícilmente se puedan conseguir grandes resultados a nivel global e individual, las marcas del segmento tenis pueden ser optimistas. Con una red de seguridad bastante fiable –el número de practicantes es estable y es más probable que se vaya hacia arriba que hacia abajo pese al empuje del pádel-, la competencia será muy fuerte entre las marcas, especialmente para captar a los más pequeños –los adultos suelen ser bastante fieles a una marca-, pero el segmento, pese a su estabilidad, es bastante dinámico y las marcas están plenamente convencidas de sus apuestas. Aspectos como el patrocinio o la esponsorización tendrán su cuota de protagonismo, pero el trabajo en el tenis base será tan o más determinante. La tecnología también tendrá un papel clave, pero será fundamental que marcas y detallistas sepan transmitir al jugador las ventajas de las complejas innovaciones que año tras año sacan al mercado. El consumidor está mucho más predispuesto a pagar tecnicidad que hace diez años, pero debe tener información, sobre todo en un mercado con tanta oferta y tantas novedades. Es cierto que, a diferencia de otros deportes, como especialmente el pádel, la fuerza mediática no es una “esperanza”, porque el tenis ya dispone de una gran repercusión en los medios y más trascendencia de la que tiene es casi imposible conseguirla. Es complicado, asimismo, saber hasta qué punto los éxitos de los tenistas españoles son determinantes para fomentar la práctica entre los más pequeños, pero es evidente que el efecto Nadal ha animado a muchos niños –y a algunos no tan niños- a descubrir el tenis y es probable que, con la cantera que tiene el tenis español, nuestros tenistas sigan dominando el circuito en tierra batida y los niños sigan queriendo ser Nadal. Las marcas deben, lógicamente, aprovechar este boom –al menos mediático- que tiene el tenis actualmente. No hace falta conocer muy bien el segmento para saber los beneficios que, en España, han sacado marcas como Nike o Babolat. Y en cuanto al comercio, que como en otros segmentos cuenta con una sólida red de tiendas especializadas –a las que hay que sumar las muchas tiendas multideporte que trabajan este segmento-, las estrategias a seguir son bastante claras –apostar por las marcas líderes y tener una oferta que cubra todas las necesidades- y es fundamental, sobre todo, establecer sinergias con los clubes (algo que también hacen las marcas y que puede ser una buena oportunidad para establecer, también, acuerdo con ellas). Por suerte, la competencia de Decathlon con su marca Artengo aún es muy débil en raquetas –en textil y calzado, sobre todo juvenil, la cosa cambia mucho-, pero marcas y comercios deben estar atentos para que no suceda como en muchos otros segmentos y Decathlon gane cuota sigilosamente. Hay que aprovechar el factor marca que, en el tenis, aún El calzado parace haberse recuperado del palo que supuso que el estilo tennis dejara de estar de moda. Ahora las marcas han dejado de lado su obsesión por la imagen y han apostado muy fuerte por la tecnología ts42 ¿Con que juegan los TOP TEN de la ATP?
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