Esta fidelización depende en gran parte del dependiente, y que la mayoría de tiendas especializadas que se han consolidado en nuestro país tengan un índice de rotación de personal relativamente bajo no es una casualidad: su papel es lo suficientemente importante como para cuidarlo y ofrecerle condiciones que les motiven lo suficiente como para implicarse en su trabajo. Y estas tiendas lo hacen. Finalmente tampoco hay que olvidar el espacio. Como en otros segmentos donde el producto tiene unas dimensiones importantes –pensemos, por ejemplo, en el home fitness- el espacio es determinante. Y seguramente también es una de las razones por las que muchos detallistas multideporte han rehusado apostar por esta categoría –mejor no hacerlo que hacerlo mal-. Disponer de un buen local donde se pueda exhibir toda la oferta sin aglomeraciones es fundamental. Por los márgenes que tiene el segmento, eso implica que es casi imposible que una tienda de bicis esté en zonas comerciales de las grandes ciudades, pero al tratarse de una tienda especializada, ése es un mal menor. La gente acudirá esté donde esté si sabe captar al cliente (aquí ya entran estrategias de marketing que poco tienen que ver con la ubicación: boca-oreja, publicidad, patrocinios, clubes de clientes, carreras populares...). TARGETS Y CATEGORÍAS El mundo de la bicicleta tiene una gran variedad de públicos objetivos. Su abanico de categorías y de precios ha segmentado mucho el cliente tipo y definir un perfil de consumidor es mucho más complejo que hace 25 años. Si entonces había básicamente bicis de carretera y bicis de “cross”, ahora el segmento está dividido en muchas más categorías, y muchas tiendas, incluso, han apostado por especializarse en especialidades. Categorías como el cicloturismo, el Freestyle, el BMX, o el urban tienen una presencia cada vez más importante en las tiendas y, también, un público muy definido –y diferente-. La categorización también se ha dado en los precios. Hemos hablado antes de gamas altas, medias y bajas. Los precios en las tiendas especializadas, Decathlon aparte, oscilan entre los 150 y los 10.000 euros. Con esta distancia tan larga es complejo trazar líneas entre gamas, pero siendo un poco aventurados, y teniendo en cuenta el grueso de las ventas y la media del segmento, podríamos empezar a hablar de gamas bajas por debajo de los 600 y de altas a partir de los 2.500 (hay que tener en cuenta que estas diferencias varían mucho en función de las marcas y del tipo de bici: el precio de las gamas altas de algunas marcas están muy por debajo de los primeros precios de otras marcas). En cuanto a la tipología, la gran mayoría de bicis que se venden son las “clásicas” mountainbike. La polivalencia es su mejor argumento, y uno puede pasearse por la ciudad y perderse por la montaña sin problemas. Las bicis de carretera aguantan el tipo como pueden pero cada vez tienen menos adeptos entre los no amateurs/profesionales. No son muy recomendables por ciudad –demasiados bordillos- y los problemas con el tráfico no sólo están echando para atrás a muchos posibles compradores, sino que, sobre todo, están haciendo que muchos “ciclistas de carretera” se pasen al mountainbike (en 2006, último año del que se disponen cifras oficiales, hubo, en las carreteras españolas, más de 2.300 accidentes en los que estuvo implicada una bicicleta, y la cifra de ciclistas fallecidos en la caArgumentos para confiar en el potencial del bike hay bastantes, desde la ya mencionada importancia que ha adquirido el bienestar, hasta aspectos más relacionados con iniciativas institucionales que están apostando fuerte por fomentar el uso de la bici como medio de transporte urbano e interurbano. ts48 En un año ha superado los 130.000 abonados, los 5.000.000 de usos, dispone de 276 estaciones distribuidas por todos los distritos de la ciudad y ya cuenta con más de 3.000 bicicletas (y el compromiso de llegar a las 6.000 este verano). Éstas son algunas de las cifras del espectacular éxito del Bicing, el sistema barcelonés de préstamo de bicicletas. ¿Cómo funciona? El Bicing no es un sistema público de alquiler de bicicletas para uso turístico o recreativo; es un nuevo medio de transporte público y un complemento al transporte tradicional de la ciudad de Barcelona. Su finalidad es cubrir los pequeños trayectos diarios que se hacen por dentro de la ciudad. Tras darse de alta, el usuario recibirá una tarjeta de abonado que, por 24 euros al año o 1 euro a la semana, le permitirá retirar la bicicleta de cualquiera de las estaciones de Bicing, usarla durante el trayecto y devolverla en la estación más cercana a su destino antes de 30 minutos. Lo que pase de este tiempo se cobrará aparte (0,30 euros cada media hora hasta un límite de 3): el Bicing se entiende como un modo de transporte público para desplazarse de un punto a otro. Por esta razón, los primeros treinta minutos de cada trayecto están incluidos en la tarifa de abonado/a. A partir de ahí, pagas según el tiempo que utilices la bicicleta, con un máximo de 2 horas. Balance positivo, pese a las quejas Desde su puesta en marcha y simultáneamente a la respuesta ciudadana, el servicio no ha parado de extenderse por la ciudad y el número de estaciones y bicicletas se ha multiplicado por 20, llegando en el último mes a todos los distritos. Pero no todo son buenas noticias: los ususarios se quejan de que hay pocas bicis y que éstas se estropean rápidamente. Día si y día también hay fallos informáticos en el programa de control de recogida y devolución y, sobre todo, hay una insuficiente infraestructura para el tráfico de bicicletas, pese a que en el año 2007 creció en un 36% su número de desplazamientos por el interior de la ciudad, llegando a los 80.000 trayectos diarios, una cuarta parte de ellos debidos a las nuevas bicicletas públicas. Pese a que el número de carriles bici también va en aumento y el Ajuntament tiene el compromiso de llegar a los 200 kilómetros, a día de hoy circular en bicicleta por Barcelona todavía es arriesgadoy a veces no hay más remedio que montarse en la acera y asumen el riesgo de exponerse así a las iras de los peatones y a las multas previstas en la nueva normativa de circulación. El Bicing se consolida en Barcelona
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