TradeSport 154 - Abril 2008

mente de lado a los más pequeños. Con líneas que ofrecen a niños –y madres- lo que realmente buscan y necesitan –diseño, calidad y preciola marca se ha abierto un hueco importante en el segmento. Al mismo tiempo que ésta y otras marcas empezaban a apostar fuerte por esta categoría, las grandes reaccionaron y comenzaron a potenciar sus líneas junior –que siempre las habían tenido-, y actualmente las posibilidades que disponen las tiendas que quieran apostar en firme por esta franja de edad son considerables. El papel que han jugado y juegan estas marcas ha sido determinante para consolidar la evolución positiva de esta categoría en los últimos años, tanto en volumen de ventas como en porcentaje sobre el total del sector. Así, en 2007 la categoría niño, en su totalidad (de 0 a 16 años, textil, calzado y material duro) representó aproximadamente un 17% de las ventas del sector, un porcentaje que hace 10 años apenas superaba el 10%. APROVECHAR LA EDAD Que las colecciones de niño han crecido año tras año en la última década es una evidencia. Como lo es que, pese a la fuerte competencia que representan los canales alternativos y algunas cadenas del sector, apostar por esta categoría es una buena oportunidad para marcas y tiendas, tanto en material atlético como en ropa para el día a día. El sector debe aprovechar sus bazas. En una determinada franja de edad, los niños son muy fieles a las marcas deportivas, que en muchos casos son los primeros referentes que tienen en lo que a imagen de marcas se refiere. Además, la competencia, aunque dura, es mucho menos importante, y hasta los 7-8 años el deporte sólo lucha con los juguetes. Luego las cosas se complican a medida que crecen y la tecnología, y en menor medida, la moda, empiezan a construir barreras insalvables para el deporte. Otra opción que las marcas deben tener muy en cuenta es el fomento del ocio sano. La tecnología juega en otra división, pero el deporte tiene que tener la fuerza suficiente como para, en un momento en el que la obesidad infantil está en boca de todos, poner sobre la mesa el concepto de ocio sano. Las marcas, especialmente las que apuestan fuerte por el material atlético, deben ser capaces de transmitir a estos niños que el deporte también es divertido. La competencia de Decathlon y de las cadenas de moda es muy fuerte, quizás demasiado, pero el sector poco a poco empieza a descubrir que hay alternativas. La clave no es el precio, porque muchas marcas están siendo capaces de luchar contra este argumento, con precios que están muy poco por encima de los de la cadena gala y ofreciendo un diseño y una calidad bastante superior: lo que hay que hacer es conseguir que los padres y, en especial las madres, entren en las tiendas de deporte. No tiene sentido que vayan a comprar un chándal o una sudadera a Zara. El deporte tiene que hacer valer sus argumentos. Las posibilidades de su oferta son infinitas, y más aun con el sportwear. Cualquier niño de hasta 7 u 8 años podría comprar perfectamente más del 75% de su ropa y calzado en una tienda de deporte, y sin embargo, a pesar de que casi toda su ropa suele tener un look muy deportivo difícilmente ese porcentaje llega al 15%. Siendo optimistas.

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