TradeSport 154 - Abril 2008

ca deportiva en este grupo de población. Quien haya leído los periódicos últimamente o se haya interesado un poco por la materia, sabrá que España es uno de los países con mayor índice de obesidad infantil del planeta. La “comida basura”, la aparición de las videoconsolas, la televisión y, sobre todo, la pasividad absoluta de muchos padres, ha provocado una desmotivación –por llamarlo de alguna manera- hacia el deporte. Sería injusto para los más pequeños cargar en ellos toda la culpa, así que puestos a buscar culpables, y dejando para otro artículo el papel que pueda tener la escuela, parece lógico que quienes tienen mayor responsabilidad en este pasotismo absoluto de los más pequeños son los padres, que ignoran por completo lo que significa el deporte y que prefieren contentarles con la última consola que imponerles –hay cosas que deberían ser inevitablemente obligatorias- el hacer un poco de deporte. El problema reside, sobre todo, en la percepción que se tiene actualmente del deporte. Muchos padres –y muchos niños- no lo valoran más allá del esfuerzo físico que supone. Es, para ellos, una actividad que cansa. En un reportaje que emitió una televisión privada a finales de marzo un padre confesó, sin tapujos, que si su hijo no iba a ser un futbolista de élite, “para que iba a hacerle perder el tiempo jugando a fútbol”. Demoledor. Y preocupantemente significativo. Muchos padres –y también algunas instituciones y escuelas-, parecen haberse olvidado de que la actividad física también puede ser un arma de supervivencia para el niño, potencia su inteligencia, el desarrollo de la creatividad y de la imaginación. El niño adquiere habilidades, competencias y valores necesarios para afrontar la etapa adulta, aprende el valor del trabajo, el esfuerzo, la competición sana, la lucha por alcanzar unos objetivos o metas, el trabajo en equipo y la superación, entre otros. De esta forma, pueden descubrirse a sí mismos, conocer sus carencias y trabajar para superarlas en cierta medida. Los expertos coinciden en que el ejercicio físico no sólo es saludable y beneficioso a nivel físico y biológico, sino que también repercute positivamente en el desarrollo psicológico del niño. Sea o no culpa de los padres, la realidad es que fuera del colegio, los niños dedican gran parte de su tiempo de ocio a actividades sedentarias, como ver la televisión y jugar con videojuegos y entretenerse con el ordenador e internet. Y no siempre es porque su padres no les motiven a hacer deporte: a veces no tienen donde hacerlo por la falta de instalaciones deportivas adecuadas. El deporte al aire libre es una "especie en peligro de extinción" en las grandes ciudades. Los niños carecen de espacio donde poder moverse y practicar ejercicio en libertad. Quizás por esta razón, los niños "urbanitas" son más individualistas, solitarios y sedentarios. Pero éste es otro tema del que hablaremos en próximos artículos. La realidad es que todos los estudios que se llevan a cabo para analizar los hábitos de los más pequeños –y son muchos los que se realizan cada año- coinciden en señalar que los niños españoles de entre 5 y 16 años llevan una vida cada vez más sedentaria, un hecho que en gran medida es atribuible al desarrollo tecnológico. No en vano, algunos de estos estudios señalan que casi un 30% pasan más de dos horas al día viendo la televisión, jugando a la consola o frente al ordenador. Además, un 36% no hacen deporte como actividad extraescolar (un dato poco sorprendente si tenemos en cuenta que alrededor del 70% de los padres no realizan tampoco ningún tipo de ejercicio físico). Con estos datos no es extraño que España tenga los índices de obesidad que tiene. Y la solución no es fomentar dietas; hay que apostar por el deporte. En un artículo titulado “No es la hamburguesa niños, es el deporte” publicado por el periódico El País a mediados de febrero, su autor, Carlos Arrivas, constata un hecho bastante evidente aunque, paradójicamente, poco tenido en cuenta cuando se habla de obesidad infantil: “los niños no engordan porque se hinchen a comida basura y tengan una dieta hiperproteica, hipergrasienta e hipercalórica sino porque no se mueven, porque con la poca educación física del colegio, la única actividad para muchos, no pueden combatir esta sobredosis calórica”. LAS MARCAS DEBEN ACTUAR Aunque a alguno le pueda parecer un tanto extraño hablar de obesidad infantil en un artículo de artículos deportivos para niños, la relación, por desgracia, no puede ser más estrecha. El descenso en picado de la práctica deportiva y el consecuente aumento de la obesidad infantil, han tenido una incidencia directa en las ventas de material atlético. Quizás esta debacle no haya sido tan alarmante como podría esperarse viendo los índices actuales de práctica entre los más pequeños, porque por suerte el look deportivo sigue siendo muy mayoritario entre los más pequeños y, además, el deporte escolar representa importantes volúmenes de venta, pero ello no significa que, viendo como están las cosas en esta categoría y, también, en otros grupos de edad, las marcas no tengan que empezar a tomar medidas en el asunto. Antes hemos hablado de culpables. Si hay que señalar, padres, escuelas e instituciones serán el centro de todas las miradas, pero el sector no puede eludir la parte de culpa que tiene. Y siendo uno de los principales interesados en que las cosas cambien, parece hasta cierto punto sorprendente que apenas existan iniciativas dentro del sector, tanto por parte de las tiendas como, sobre todo, por parte de las marcas, para potenciar la práctica deportiva entre los más pequeños. No tiene mucha lógica que sean otros sectores los que abanderen esta lucha, como está ocurriendo. Muchas marcas, en este sentido, pensarán que sus volúmenes de venta en esta categoría no merecen los esfuerzos que muchos reclaman. Eso, por desgracia, es una prueba más de que en el sector se piensa demasiado en el presente –los niños de hoy serán su principal target en unos años- y, sobre todo, que se actúa siempre individualmente, dejando de lado los intereses que tiets32 El papel que han jugado y juegan las marcas especializadas ha sido determinante para consolidar la evolución positiva de esta categoría en los últimos años, tanto en volumen de ventas como en porcentaje sobre el total del sector Si hace 10 ó 15 años el perfil de consumidor tipo –el que marcaba todas las estrategias de marketingera un hombre, ahora este estereotipo ha cambiado radicalmente y las mujeres y los niños han ganado protagonismo –y atenciónporque en un porcentaje muy alto, son quienes acaban tomando las decisiones (o influyendo en ellas).

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