la línea ascendente con la que se cerró 2006. Las previsiones son optimistas, y aunque los crecimientos en los próximos 4-5 años no serán espectaculares -al menos no tanto como el que se dio de 1993 a 2001- es probable que, aunque con altibajos, la progresión sea bastante constante. En cuanto a los retos, básicamente está el conseguir que todos esos practicantes ocasionales que salen a correr sin calzado específico, se den cuenta de las ventajas que tiene usar material técnico. También hay que tener en cuenta otro tipo de target que puede ser muy importante para el segmento, como los seniors y, sobre todo, la mujer -algo de lo que las principales marcas ya parecen haberse dado cuenta-. ¿La moda? Es cierto que para el running es un problema que el look de las zapatillas sea bastante incompatible -por decirlo de alguna manera- con las tendencias actuales y que, con ello, se limite su uso a la práctica y desanime a muchos clientes potenciales a comprar este tipo de calzado por su poca "versatilidad", pero eso parece preocupar muy poco a las marcas que, y eso hay que valorarlo mucho, han antepuesto la esencia al volumen y siguen pensando exclusivamente en clave atlética. OUTDOOR De unos años a esta parte hemos hablado en varias ocasiones del importante crecimiento que está experimentando el outdoor tanto en practicantes como en ventas. Este crecimiento, que se ha dado a nivel global pero, sobre todo, gracias a determinadas modalidades más populares, como el walking o el trekking, convierte a este segmento en uno de los más fuertes actualmente y, también, en uno de los que mayores perspectivas de crecimiento tiene para marcas y comercios. Las razones que han llevado a este crecimiento no son muy diferentes de las del running y de las de casi todos los deportes que en este artículo mencionaremos -válvula de escape, deporte al alcance de todo el mundo sea cual sea su nivel, material asequible, práctica individual y no condicionada a los horarios, nulo carácter competitivo…- pero en este caso hay otro factor que ha sido determinante: el creciente interés por disfrutar de la naturaleza y, también, por hacer ejercicio en un entorno menos asfáltico. Es cierto que aún no tenemos el nivel que se ha conseguido en otros países europeos, donde la cultura outdoor parece mucho más arraigada, pero poco a poco el segmento se va haciendo fuerte y va aprovechando el recorrido que aún tiene, sobre todo, en volúmenes de ventas. Es cierto, también, que las condiciones climáticas de España y sus características geográficas -y más ahora con el cambio climático del que tanto se habla- pueden ser un freno para las colecciones textiles de invierno, pero visto desde otro punto de vista, este hecho puede representar una grandísima oportunidad, sobre todo para las marcas, para explotar las colecciones de verano -que las hay-, y, sobre todo, el llamado urban outdoor o travel. Sea como sea, parece claro que a corto y medio plazo las cifras de practicantes y ventas seguirán creciendo a un ritmo similar al de los últimos 5 años, y aunque en este tiempo este crecimiento ha sido más fuerte en practicantes que en ventas, hay algunos aspectos que pueden cambiar esta tendencia: por un lado, como en el running, aún hay bastante gente que practica modalidades como el trekking o el walking con calzado y textil no específico. Si se logra atraer esta gente al universo outdoor las cosas pueden cambiar mucho. Por otro lado, también hay que tener en cuenta la fuerza que está adquiriendo la estética outdoor en la calle. Es cierto que puede ser una moda pasajera, pero de momento debemos aprovecharla y seguir trabajando para que las ventas sigan creciendo. Además, pese al importante crecimiento experimentado por este tipo de colecciones -que generalmente mantienen un elevado grado de tecnicidad-, el margen de crecimiento todavía es muy grande, y viendo su peso en otros países y la tendencia de la mayoría de marcas a potenciarlas, todo apunta a que puede representar un importante punto de inflexión -otro- para este mundo. Pero volviendo a las prendas más técnicas, que también han crecido de forma considerable, es importante tener en cuenta el hecho de que el precio parece haber dejado de ser una barrera insalvable. La gente cada vez es más consciente de que la calidad se paga y que factores como la impermeabilidad, la transpirabilidad o la resistencia al viento están por encima del precio: el segmento debe tomar conciencia de que el consumidor cada vez está más dispuesto a pagar funcionalidad y, en este sentido, debe aprovechar la diferenciación que aporta esta tecnicidad ya que, en definitiva, es nuestro gran valor añadido. Si, además, conseguimos consolidar un diseño atractivo para el consumidor no practicante, las posibilidades son infinitas. PADEL En apenas 5 años el padel se ha convertido en el gran protagonista del segmento de los deportes de raqueta, con un gran comportamiento de las ventas y, sobre todo, con una espectacular proliferación de pistas. A diferencia del running o el walking, el padel sí puede considerarse un deporte atado a factores "externos" como los horarios -de los clubes- o a la necesidad de coincidir con otros practicantes -se necesitan 4 personas para jugar-. Puede que con ello se rompan algunas teorías, antes expuestas, que vienen a señalar que los deportes individuales tienen mayor potencial de crecimiento, pero no deja de ser la excepción que confirma la regla. Y bendita excepción… La explicación del auge del padel hay que buscarla en sus ventajas: es fácil de aprender, divertido y, sobre todo, no se requiere un nivel muy alto para empezar a jugar con cierta soltura -algo que tampoco es necesario en el running o el walking, pero que sí es aconsejable en el tenis, por ejemplo-. Y aunque es difícil establecer en qué porcentaje han crecido los practicantes, sí ts49 En un sector dominado aplastantemente por la moda deportiva, que ya representa alrededor del 80% de la facturación, la venta de material atlético ha sufrido una transformación bastante importante y cada vez es más aconsejable valorar detenidamente qué modalidades pueden resultar, por demanda, margen y potencial, más rentables a corto y medio plazo. Una de las asignaturas pendientes que tienen casi todos los segmentos es el desfase que hay entre practicantes y ventas. Si se logra equilibrar, aunque sea lentamente, esta diferencia, las perspectivas de crecimiento pueden ser muy buenas
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