da vez hay más proyectos que son básicamente inmobiliarios pese a que conllevan la construcción de estaciones, algo que al final, como sucede con los campos de golf, se acaba convirtiendo en una excusa para ganar tierra a la montaña. Este hecho, junto a otros aspectos tan o más importantes, como el elevado coste de este deporte (no hay que olvidar que España es el país más caro para esquiar), están impidiendo que se consolide una cultura del esquí, dificultando que este deporte tenga la consideración y el peso (social, económico, cultural e incluso, educacional) que tiene en otros países europeos. Así, no es extraño que las perspectivas de crecimiento en cuanto a practicantes, sean bastante pesimistas, como también los son las posibilidades de "robar" esquiadores a franceses, italianos, suizos o austríacos. Marcas y tiendas: inmersos en el bache La mala temporada del año pasado y la poca nieve que ha caído este año (esperemos que las cosas cambien de aquí a marzo) han provocado una importante brecha en el segmento. Las ventas del año pasado cayeron alrededor de un 70% en algunas tiendas especialistas y este año las cifras pueden volver a ser negativas. El comercio especializado en esquí se ha enfrentado a uno de sus peores momentos de los últimos 50 años. La mayoría han tenido que hacer verdaderos equilibrios para poder sobrevivir y aun así hay quien no lo ha conseguido. Es, probablemente, el precio de arriesgar todo el capital en un deporte que depende tanto de factores externos. Es cierto que muy poca gente podía haber previsto esta situación, sobre todo después de tantos años de "bonanza", pero la realidad es que ha bastado un mal año para meter el miedo en el cuerpo a todo un segmento. La penitencia es prácticamente la misma para marcas y para tiendas. Es como un círculo vicioso. Unos no venden y, por lo tanto, no compran. Los pedidos se han visto reducidos drásticamente porque muchas tiendas tenían grandes stocks acumulados que, un año después, se han convertido en su gran reclamo -y, para muchos, en la práctica totalidad de su oferta-. Aun así, la temporada tampoco ha sido buena y la gran mayoría de tiendas ni siquiera se ha podido desprender de este stock. Algunos, incluso, dicen abiertamente que sus resultados en material duro están siendo prácticamente los mismos que el año anterior porque el consumidor sigue siendo muy reacio a estrenar material con la poca nieve que hay actualmente. Es cierto que para las tiendas multideporte en las que el esquí tiene presencia el problema es relativo. Para ellos esta modalidad representa como mucho un 20% del negocio, pero en cambio, los comercios especializados, sobre todo los más pequeños, pueden tener serias dificultades para salvar la situación. Esto hará que, como el año pasado, las tiendas compren con mucha más cautela, no sólo por lo que tienen acumulado en sus almacenes sino, sobre todo, por la incertidumbre de lo que pueda venir. ¿Podrán soportar otra temporada mala? Será difícil, pero es obvio que cuanto menos inviertan, menos podrán perder… ¿Cual es la solución? A priori parece fácil y lógica: diversificar la oferta y renunciar a especializarse sólo en esquí y snow. ¿Es viable? Esta pregunta se la han hecho la mayoría de tiendas especialistas y aunque es una decisión que dependerá de muchos factores, parece arriesgado seguir poniendo todos los huevos en un mismo cesto. Como nos decía un importante detallista especializado "no se trata de volver a la tienda multideporte, ni mucho menos, pero sí que es necesario buscar alternativas para que en temporadas malas, un deporte no condicione todo el negocio… Tenemos que apostar también por otros deportes menos dependientes". En cuanto a las marcas es evidente quién tiene las de perder. Quien más vende suele ser quien más sufre, y en este sentido parece lógico que, en España, sean las dos grandes marcas del grupo Amer -líder indiscutible del esquí-, Atomic y Salomon, las que acusen más estas malas temporadas. Es el precio de ser el líder… En un segmento ya de por sí saturado, un mal año puede ser nefasto para marcas que luchan, sobre todo, por mantenerse. Pese a la gran distancia que aún separa a Amer (Atomic, Salomon, Dynamic y Volant) de sus principales competidores (Head y Rossignol -atrapada en rumores de venta desde hace meses-) la competencia es cada vez mayor. Además, la situación actual, en la que es prácticamente imposible ganar cuota a través de nuevos practicantes y en la que, por lo tanto, cualquier crecimiento se hará arañando cuota a los rivales, favorece sobre todo a marcas como Elan, K2 , Fischer o Völkl, que poco a poco, y siempre bajo la bandera de la tecnología -y en algunos casos también del diseño- están consiguiendo ganar terreno a las grandes a pesar de las adversidades. Aun así, y a pesar de las pérdidas acumuladas por casi todas las marcas, el segmento sigue apretando muy fuerte en el que sin duda es su gran caballo de batalla: la tecnología. Todas las grandes marcas han seguido su habitual carrera tecnológica como si nada hubiera pasado y en esta última edición de ispo han presentado a lo grande sus últimas novedades (ver artículo pág. 48-50). En snow, pese a que las grandes marcas del mundo del esquí ganan presencia año tras año, son las marcas especializadas las que siguen siendo la gran referencia, sobre todo Burton, líder indiscutible del segmento en ventas y, especialmente, en imagen de marca, un dato que confirma algo que cualquier tienda especializada no dudará en constatar: los snowboarders siguen prefiriendo las marcas especialistas. Textil: salvavidas de esta temporada A pesar de que el invierno pasado el textil sufrió el mismo varapalo que el material duro, por culpa de temperaturas más propias de primavera y, en algunos días, de verano, este año esta categoría se he erigido como uno de los pocos salvavidas para las tiendas multideporte con material de esquí y, sobre todo, para muchas tiendas especialistas. Las ventas han sido muy buenas desde el comienzo de temporada y aunque desde mediados de enero las cosas han cambiado, tanto en noviembre como, sobre todo, en diciembre, muchas tiendas han podido vender gran parte de su oferta, tanto la más técnica (especialistas) como la más cercana al xwear o al outdoor. Muchos detallistas especializados únicamente en esquí han asumido que es necesario diversificar la oferta y empezar a buscar alternativas para que en temporadas malas, un deporte no condicione todo el negocio El abuso de promociones inmobiliarias o el elevado coste de este deporte (no hay que olvidar que España es el país más caro para esquiar) están impidiendo que se consolide una cultura del esquí, dificultando que este deporte tenga la consideración y el peso (social, económico, cultural e incluso, educacional) que tiene en otros países. ts46
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