TradeSport 152 - Febrero 2008

[ e s q u í ] REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 7,5 min. Un año más, y ya van dos, las condiciones meteorológicas han afectado severamente el desarrollo del segmento de los deportes de nieve. Es cierto, para ser justos, que las cosas no han sido como el año anterior, uno de los más negativos de los últimos 30 años, tanto en nieve como, lógicamente, en ventas, pero la realidad es que hasta el momento, en muchos puntos de España, no ha habido ninguna nevada destacada y varias estaciones están funcionando medio gas. Sólo las bajas temperaturas que ha habido durante algunas semanas, fundamentales para que los cañones cumplan su función, han permitido mantener las pistas más o menos en condiciones. Este hecho, junto al "mono" de muchos esquiadores, que el año pasado apenas pudieron subir una vez a las pistas -o ni eso-, ha sido determinante para que las pistas no hayan estado tan vacías como hace un año y que las estaciones se hayan recuperado un poco del batacazo sufrido la temporada anterior. Para el sector, en cambio, las cosas no han sido tan positivas. Es cierto que las ventas han sido mejores que el año pasado -no era muy difícil mejorarlas- pero la poca nieve y el recelo de muchos esquiadores, temerosos de que las cosas fueran como el año pasado, han condicionado considerablemente la venta. Una venta que, en muchos casos, se ha limitado a material de la temporada pasada que no se vendió y que ahora, un año después, se tiene en oferta a precios muy atractivos para el consumidor. La buena temporada de invierno que han tenido en Sudamérica, donde el año pasado tampoco nevó en exceso, fue, sin duda, un dato esperanzador que presagiaba un buen año en toda Europa. Sin embargo, estas previsiones no se han cumplido y parece que la nieve no ha querido bajar de los Alpes, donde sí ha nevado de forma considerable -aunque mucho menos de lo habitual-. Con ello, los detallistas centroeuropeos, muy "tocados" por la pésima temporada 2006/07 -sin nieve y sin frío-, sí han podido sacudirse las penas y recuperarse, algo que aquí, en España, no se ha podido lograr, de manera que la mayoría de detallistas que trabajan este segmento siguen muy preocupados de cómo están yendo las ventas de material duro. Por suerte, las temperaturas no han sido tan altas como hace un año y se han podido reactivar las ventas de textil. Aun así, la situación sigue siendo preocupante y las pérdidas, para detallistas y proveedores, ya empiezan a ser alarmantes. Es, seguramente, el precio que hay que pagar cuando se depende de factores externos, y totalmente incontrolables e imprevisibles, como la climatología. El cambio climático pierde fuerza…mediática Hace ahora 365 días, los medios de comunicación dedicaban muchas horas y muchas páginas al llamado cambio climático. Las altas temperaturas registradas en invierno fueron tema de conversación en todas las tertulias y los expertos en climatología no tardaron en anunciar a bombo y platillo sus previsiones, casi siempre bastante pesimistas, previendo, sobre todo en el sur de Europa, un aumento progresivo de las temperaturas en los meses de invierno. Este año parece que las cosas se han calmado, y para muchos detallistas y, sobre todo, para la mayoría de estaciones, ha sido un alivio. Las alarmas que se dispararon el año pasado y la visión catastrofista que dieron muchos medios fue un factor clave para que las cosas fueran peor de lo que podrían haber sido: es cierto que apenas había nieve en las estaciones, pero la alarma social fue determinante para desanimar a muchos esquiadores de subir a la nieve y, también, de comprar material. Este año, por suerte, los medios parecen más preocupados de otros asuntos -que, sin duda, los hay- y pese a que las condiciones de nieve no son las que había hace tres o cuatro años, la mayoría de estaciones de esquí que están en funcionamiento -aunque sea a medio gasestán llenas casi cada fin de semana. De todas maneras, aunque las temperaturas hayan bajado respecto al año anterior, el cambio climático sigue siendo, para muchos, una evidencia. El sector de los deportes de nieve, y todo lo que ello engloba -material, estaciones, restauración…- sigue estando en el punto de mira de muchos expertos, que insisten en que con el tiempo la nieve natural será cada vez más escasa y que, por lo tanto, las regiones europeas que viven de los deportes de invierno verán su economía amenazada, sobre todo cuando el frío también impida que los cañones funcionen. Y aunque no se puede confundir un año malo de nieve con una tendencia, la sucesión de pésimas temporadas es cada vez mayor. "El año pasado fue desastroso. Nunca se había visto nada igual. No nevó en ningún sitio, pero tampoco en Los Alpes. Esta temporada comenzó bien, con una buena nevada, pero ahora muchas pistas se mantienen con cañones", explica la directora de la Asociación Turística de las Estaciones de Esquí y de Montaña (Atudem), Paloma García. En la cordillera Cantábrica a finales de enero estaba abierto el 7% de los más de 100 kilómetros de pistas; el Sistema Central está al 29% y Sierra Nevada al 57%. Sólo el Pirineo, con el 85% de las pistas abiertas (y con mucha nieve en Aragón) parece que se está salvando. Pero el dato es engañoso. La Confederación Hidrográfica del Duero estima cada semana cuánta agua en forma de nieve acumula el Pirineo (es importante porque de eso depende el abastecimiento en verano) y actualmente hay unos 736 hectómetros cúbicos. La media de los últimos cinco años en esta época es de más de 900… Es cierto que hay estaciones que funcionan a pleno rendimiento y con muy buena nieve, como también lo es que la temporada puede cambiar con un temporal (esperemos que así sea), pero lo que no parece que vaya a cambiar es la perspectiva a medio plazo. Jaime Ribalaygua, presiAunque la temporada de esquí de este año será mejor que la del año anterior, las condiciones meterológicas han vuelto a ser adversas y el segmento no ha conseguido, por el momento, salir del bache Mejor...pero no lo suficiente En la cordillera Cantábrica, a finales de enero, estaba abierto el 10% de los más de 100 kilómetros de pistas; el Sistema Central estába al 30% y Sierra Nevada al 60%. Sólo el Pirineo, con el 85% de las pistas abiertas parece que se está salvando ts44

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