TradeSport 152 - Febrero 2008

sobre todo, porque los responsables del salón la idearon como una especie de test para reconducir la edición de verano. Y el resultado fue muy positivo, de manera que, seguramente, habrá dado alguna que otra idea a la organización, muy volcada, desde hace meses, en la preparación de la nueva feria de verano. Otros espacios que llamaron la atención de muchos visitantes fueron el área dedicada a los ganadores y finalistas de los premios brandnew (una verdadera demostración de ingenio), en el pabellón A3, o el amplio espacio que reunía a las áreas de Wearable Technologies, Best Ager y Snow ice & rock Summit. Los españoles, satisfechos La expedición española de este año era la más numerosa de la historia de ispo, con 41 marcas presentes (27 acudían bajo el paraguas de Afydad). Las grandes expectativas que había generado ispo en los meses anteriores, con los espacios reservados desde mucho antes de su celebración y con el convencimiento de que sería, en espacio y expositores, la edición más espectacular hasta la fecha, fue un incentivo para que las empresas nacionales acudieran al salón. A la treintena de marcas habituales -y fieles-de ispo se unieron algunos nuevos expositores que, como Tarragó o Luzbel, por poner dos ejemplos, decidieron "mostrarse" al mercado aprovechando la feria más importante del mundo. Tanto ellos, sorprendidos por la grandeza del salón, como los históricos, han valorado muy positivamente esta edición, aunque para ser justos es cierto que también ha habido alguna crítica entre los expositores del C3 y C4, algo descontentos con su ubicación. En cuanto a los visitantes, aunque no hay datos oficiales sobre los españoles que acudieron a Munich, la sensación, paseando por los pasillos y charlando con las marcas, fue bastante buena, con la presencia de los representantes de las grandes cadenas y grupos nacionales y con una asistencia considerable de detallistas especialistas (en outdoor y deportes de nieve). Valor…y al toro Viendo los resultados de ésta y de las últimas ediciones y, sobre todo, viendo la grandeza del salón -en espacio y marcas- nadie duda de la fuerza que tiene la edición invernal de ispo. Los responsables del salón han consolidado una plataforma única, internacional e imprescindible. Y seguramente esta capacidad organizativa y esta fuerza de convocatoria es lo que hace que nos resulte extraña la decadencia que ha experimentado la edición veraniega, seguramente motivada por causas ajenas a la organización y estrechamente ligadas con la situación actual del mercado. El cambio llevado a cabo el año anterior parece que no fue lo suficientemente atractivo, pero seguramente sirvió para que ispo "captase" cuáles eran las necesidades reales del sector en cuanto a ferias estivales. Sabemos que, desde entonces, los responsables del salón están trabajando en una nueva reorientación de la feria de verano. ¿Cómo será? Hay varias opciones, pero hay algo que la organización parece tener clara: la frontera entre la moda y el deporte es cada vez más imperceptible y un salón de verano no puede ser ajeno a esta evidencia. No es fácil, y seguramente el hecho de que la Outdoor se quede en Friedrichshafen aún dificulta más las cosas. Pero hay un plan B y esperemos que salga bien: el aval de ispo winter es más que suficiente y no deja lugar a dudas sobre el trabajo de ispo. Otra cosa es el mercado…

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