TradeSport 149 - Noviembre 2007

opinión Una batalla perdida Un estudio reciente ha señalado que alrededor del 39% de los españoles practica deporte. Este índice, que personalmente no me parece muy creíble -habría que ver qué se entiende por hacer deporte y qué franjas de edad se han consultado- han sido, sorprendentemente, muy bien valorado por el Consejo Superior de Deportes. ¿Cómo puede ser que desde este órgano se califique estas cifras como "Muy positivas"? ¿Con quien se supone que debemos comprarnos para que estos índices nos parezcan positivos? Puede que si a alguien se le ocurre hacer comparaciones con, por ejemplo, Italia o Grecia, estas cifras no sean tan malas, porque en ambos países, muy mediterráneos, el interés que despierta la práctica deportiva es tan triste como en España, pero ¿y si nos vamos hacia arriba? ¿Por qué no nos comparamos con algunos países nórdicos? Allí, los índices de práctica deportiva superan, incluso, el 70%. Parece increíble que en un país dónde seis meses al año no hay sol y donde la temperatura media anual está por debajo de los 10º (y más de la mitad del año por debajo de 0º) se haga mucho más deporte que en países donde más de tres cuartas partes del año uno puede salir a correr, a dar una vuelta en bici o a hacer cualquier actividad deportiva sin pasar frío (por no hablar de los gimnasios). Seguramente sólo es una cuestión de tradición, porque los mismos enemigos que tiene el deporte aquí -principalmente tecnológicos- también los tiene allí. Y eso es un problema, porque aquí, en España, la tradición es una losa que pesa demasiado. Que las marcas se impliquen en la práctica deportiva es, por desgracia, una utopía. Aquí cada uno va a lo suyo. Si lo atlético está en peligro, pues se apuesta por el sportwear y todo solucionado. Es verdad, para ser justos, que muchas marcas tradicionalmente vinculadas a lo atlético apuestan fuerte por apoyar carreras populares, patrocinar eventos o esponsorizar deportistas, pero sería ingenuo pensar que lo hacen para promocionar el deporte. Es puro branding. Y no puede culpárseles. Otra cosa es lo que pueda hacer la administración. Allí también hay mucho branding (y mucho marketing personal) pero es esperpéntico que no exista un órgano o una institución cuyo único objetivo sea fomentar la práctica deportiva entre toda la población, desde los más pequeños hasta los mayores, que también lo necesitan. Confiar en el CSD es ingenuo. Para ellos la única prioridad es el deporte profesional, el que genera dinero. ¿Qué podemos esperar de alguien que valora positivamente los índices de práctica actuales? Poco. Muy poco. Los intereses políticos y el confuso reparto de competencias entre las administraciones municipales, las autonómicas y el gobierno central conllevan que, al final, ni uno ni otros sepan lo que deben y pueden hacer en materia de fomento de la práctica deportiva. Todos se sacuden las culpas y al final, lo que tenemos, es un país gordo y viejo y una seguridad social que no tiene suficientes fondos para sufragar los gastos que generan las enfermedades provocadas por el sedentarismo crónico de nuestra sociedad. No hay mucho margen para ser optimistas. La práctica es irrisoria y no hay perspectiva de que la cosa mejore. Pero bueno, al menos la gente viste sport…de momento. RAUL BERNAT Redactor (raul@gescode.es) Las promociones son muy diferentes a las rebajas. Sin embargo, muchas veces ambos términos los confundimos por extensión, porque las rebajas son el tipo de promoción más conocido y utilizado. ¿Quién no ha oído alguna vez la expresión “ese artículo está en promoción” por el simple hecho de estar rebajado? No obstante, si profundizamos un poco en ambos términos, en seguida distinguiremos que las promociones no se asocian sólo a enero o a julio, como las rebajas, sino que suele -y pueden- realizarse durante todo el año. Además, podemos “promocionar” de muchas maneras y persiguiendo muchas finalidades, sin limitarnos sólo a bajar el precio. Por consiguiente, el hecho de que las promociones tengan cabida a lo largo de todo el año y con una versatilidad ilimitada, deriva en que se hayan vuelto muy frecuentes y cotidianas, y tan efectivas, que muchas conectan con nuestros clientes potenciales. Es muy importante, por la tanto, comunicar y expresar acertadamente la idea de nuestra promoción a fin de que el mensaje pueda ser decodificado rápidamente y con claridad. Pero, ¿cómo expresar adecuadamente la idea? Pues bien, se puede hacer de infinitas formas y maneras, cuanto más originales y deseadas mejor. Y deseadas también por vosotros, los artífices y partícipes; quienes las diseñáis y desarrolláis. Y así os será más fácil transmitir esa ilusión y lograr el poder de convocatoria necesario. La promoción de ventas, con continuas rebajas de precios, vales de descuento, y calidad pregonada, puede devaluar la oferta del producto en la mente del comprador. Los compradores aprenden que el precio de referencia es una gran ficción. La celebración de la primavera o de la vuelta al colegio no son buenas razones porque son demasiado genéricas. Algunos tipos de promociones típicas son los cupones con premios, las muestras gratuitas, los concursos, los eventos deportivos, los viajes, las ferias, los outlets, o los sorteos, pero sea cual sea la forma de promoción elegida, aseguraros de que ésta esté justificada. La inauguración de una nueva tienda, su aniversario, otras celebraciones, y actividades atractivas, son todas ellas buenas razones para hacer una promoción. Dan protagonismo a vuestra tienda y vinculan la promoción a vuestra imagen. Además, refuerzan vuestro posicionamiento e incrementan el nivel de lealtad hacia la misma. A pesar de que las promociones se lanzan en su mayoría para cumplir objetivos de corto plazo, se puede dar el caso de diseñar alguna a medio plazo o que tenga varias etapas. Para el diseño y programación de las diferentes promociones os ayudará tener bien informatizados todos los datos que ayuden a segmentar vuestros clientes según su perfil y preferencias. A partir de aquí, ya sólo queda “apretar un botón”. Y ya sea vía email o sms, vuestra promoción será conocida. Ya lo decía mi padre: “Las tecnologías te darán más facilidades, pero la inquietud por aprender o transmitir debe partir de ti mismo”. Promociones y Rebajas ALFONSO ORNILLA Director Comercial de Gescode

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