[análisis] Sneakers, del asfalto al museo Están por todas partes. Y no sólo en las pistas de baloncesto o tenis, sino en la calle, en las pasarelas, en los libros de moda, en las tiendas de ropa más fashion, en revistas, en foros, en Ebay...Las zapatillas han dejado de ser únicamente un complemento más de nuestra forma de vestir y se han convertido en un elemento fundamental de la nueva cultura urbana. En el momento de escribir estas líneas, la versión online de la célebre tienda neoyorquina Flight Club tenía en stock un número 12 de las Nike Air Jordan Undefeated, un modelo nacido en colaboración con la marca norteamericana y ultralimitado a 79 pares para todo el mundo que venden por la módica cifra de cinco mil dólares, casi tres mil ochocientos euros. Y lo más seguro es que cuando lean estas páginas ya se hayan vendido. Como siempre se dice, el precio nunca es exagerado o excesivo mientras se esté dispuesto a pagarlo. Se trata de una de las grandes máximas aplicadas a los artículos de lujo, sobre todo en el universo de la moda, y que ahora ya también entra liza en el otrora vilipendiado universo de las zapatillas deportivas. Bienvenidos al mundo real. El juego de los sneakers cambió de forma radical el día en que empezaron a cotizar el doble o triple de su precio original: en ese momento dejaron de ser un complemento más tan sólo perseguido y deseado por amantes del baloncesto, b-boys, nostálgicos o coleccionistas esporádicos, para convertirse en un producto, tan valioso y respetado como cualquier creación relacionada con el universo de la moda, que ha extendido sus tentáculos a un radio de acción masivo, estrechamente ligado al auge del concepto de cultura urbana y empujado por el asentamiento del street wear y del look casual en las preferencias estéticas de un hipotético target de público que se situaría entre los 15 y los 35 años. Y no es una moda: es la aceptación definitiva de su rol y su función primordial en los hábitos de vestir actuales. No se trata de que, de la noche a la mañana, todo el mundo haya decidido que las zapatillas son cool y quedan bien, sino que se ha producido un cambio de chip en todos los estamentos posibles que han propiciado esa normalización de su uso en la vida cotidiana: diseñadores de prestigio han colaborado en colecciones especiales para grandes marcas deportivas, artistas de todos los campos han participado en campañas publicitarias de Nike, adidas, Converse Vans o Puma, estilistas de todo el mundo las han incorporado en su canon visual e incluso su aceptación social ha manifestado una evolución muy interesante. Los que hemos invertido una fortuna para levantar nuestra colección o hemos planeado madrugones impensables para ganar una puja en Ebay, rutas agotadoras en el extranjero para cazar algún ítem preciado, horas y horas de rastreo en Internet y sacrificios de todo tipo para alimentar gula y matar la rabia y el hambre, hemos asistido al proceso con cierto estupor: hace ocho años, esto era un terreno exclusivo de nostálgicos compulsivos que moríamos de éxito cada vez que alguna de nuestras marcas favoritas decidía reeditar uno de esos modelos históricos que habíamos tenido cuando éramos niños y que habían desaparecido en el olvido. Hoy en día, uno anda con la cabeza gacha por cualquier calle de una gran capital y el porcentaje de calzado deportivo es asombrosamente superior al resto. La entrada de los sneakers en el circuito moderno, casual y fashion supone, pues, toda una revolución en el ámbito de la moda. Todas las firmas importantes de ropa se han adentrado en ese territorio y muchas de las grandes marcas de streetwear tienen en cuenta ese complemento a la hora de perfilar sus colecciones de temporada. Así, pues, podemos decir que desde hace media década, más o menos, pero sobre todo desde hace un par de años, las bambas han abandonado la exclusividad de las canchas de baloncesto y las pistas de atletismo o tenis para asentarse en cada uno de los rincones posibles de nuestra sociedad, sin prejuicios, marginaciones y miradas por encima del hombro. Nos adentramos, pues, en un repaso exhaustivo sobre su pasado y presente estructurado en bloques temáticos relacionados con su impacto cultural, musical, deportivo y social. DEPORTE Que nadie se olvide que el hábitat natural de las zapatillas es la competición deportiva. Así han nacido una gran parte de las marcas más importantes de la historia, aunque eso no está reñido con el hecho de que con el paso de los años muchos de los modelos clásicos se han acomodado en una nueva posición de rutina y normalidad que ha posibilitado la situación en la que nos encontramos ahora. Las Converse AII-Star, las Pro-Keds Royal, las Nike Air Force 1 o las adidas Jabbar nacieron con la mirada puesta en el parquet y hoy en día son caldo de cultivo de estudiantes, diseñadores, estilistas y demás fauna urbana con un cierto gusto por el estilo desenfadado y moderno y con poco interés en la práctica deportiva. En ese sentido, se ha producido un relevo interesante, ya que los modelos originales de Nike, adidas o Converse creados para el baloncesto ahora se ciñen, casi exclusivamente, al ámbito casual, y el vacío dejado en su destino inicial ha sido cubierto por un tipo de zapatillas mucho más especializadas y más ceñidas a su causa. Y eso también ha motivado o facilitado el nacimiento de nuevas marcas como KIX o And1 que se han hecho un hueco en el mercado en estos años gracias a su enfoque claro y decidido para la práctica deportiva. Incluso en el terreno del atletismo, con diseños mucho más funcionales que estéticos, se ha llegado al punto de que modelos ultraespecializaUno de los grandes causantes del definitivo asentamiento de las zapatillas en los hábitos de consumo y vestimenta de todo tipo de público ha sido su reciente pero muy fructífera relación con el mundo de la moda ts40
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