que es lo mismo, zapatos para el día a día con estética igual o similar a la de las botas de fútbol más vendidas. Es discutible si este tipo de calzado puede clasificarse como botas de fútbol, pero es obvio que a las marcas les ha servido para atraer a esa importante cifra de practicantes no federados, que al fin y al cabo, son los que tienen la clave para que los departamentos de fútbol de las grandes marcas puedan conseguir mejorar sus cifras. Con este panorama no es extraño que, desde hace más de diez años, la cifra de pares vendidos en nuestro país supere el millón, y las variaciones porcentuales de un año a otro apenas superen el 10%. En cuanto a las marcas, es obvio que las dos grandes multinacionales del sector, que como hemos dicho tienen este segmento como eje de la mayoría de sus estrategias, controlan una parte muy importante del mercado, superando el 65%. El resto del mercado se lo reparten la otra gran marca alemana multideporte y las grandes marcas especialistas, entre las que se encuentran conocidas marcas españolas, que consiguen hacerle la competencia a los gigantes del fútbol, superándoles, incluso, en algunos rankings. Fitness: un caso curioso Dentro del sector es difícil encontrar un segmento que, como el fitness, esté experimentando un crecimiento tan fuerte a nivel de practicantes y que, sin embargo, sus ventas, sobre todo las de calzado, estén retrocediendo tanto. Aun así hay dos aspectos que justificarían este desfase. Por un lado, muchas de las modalidades en las que ha derivado el clásico fitness (aparatos, spinning, tonificación…) requieren un calzado que no puede considerarse de fitness, es decir, si uno va a correr a la cinta, usará calzado running -o debería usarlo- de manera que es muy difícil establecer qué es exactamente una zapatilla de fitness. Como mucho, podríamos limitarlo al que se utiliza -o debería utilizarse- en modalidades como el step o el aeróbic. Y siendo así, no es extraño que las cifras sean tan bajas. Pero a este problema hay que añadir otro muy parecido al que impide al running crecer aún más. Si en el caso del running este freno venía marcado por la dificultad de cambiar la estética de los modelos para adaptarla a un uso urbano, en el caso del fitness, el problema es que la estética de este deporte ha dejado de estar de moda y apenas se ve en las calles. Esta evidencia, lejos de ser anecdótica, explicaría su decadencia y, además, siendo optimistas, serviría para animar a algunas marcas del segmento, pues con la misma velocidad que este look ha desaparecido del asfalto, podría volver. Tenis y Basket: calzado atlético… look atlético Como en el caso del running -hay que ponerlo otra vez de ejemplo-, tenis y basket también están sufriendo las consecuencias de que su look no triunfe en las calles -en el caso del primero- o haya dejado de despertar interés entre los jóvenes que marcan tendencia -el segundo-. Así, con la dificultad de vender calzado que no sea exclusivamente para la práctica, las ventas están estrechamente ligadas con la práctica. Y a diferencia del running, ni tenis ni basket han tenido una evolución de practicantes que haya podido compensar su progresiva desaparición del calzado calle. En lo que respecta al tenis, y más allá del hecho de que pese a los éxitos de Nadal y compañía la cifra de practicantes sigue sin crecer -quizás "gracias" al padel-, basta con decir que en el período 2002-2006 las ventas de calzado tenis sufrieron un descenso de aproximadamente el 32%. Paradójicamente esta caída se ha producido a raíz de la mejora constante en la tecnicidad del calzado. De las clásicas Stan Smith se ha pasado a modelos ultrafuncionales con un look excesivamente atlético. Y eso lo ha pagado caro el segmento, porque el diseño actual de la mayoría de calzado para tenis es diametralmente opuesto a las tendencias de calle, algo que echa para atrás a algunos compradores potenciales -jugadores no habituales-, que prefieren jugar con un calzado no específico con el que, aparte de jugar, puedan ir por la calle. En cuanto al basket, más de lo mismo. El deporte no consigue ganar muchos más adeptos de los que tiene pese a que sí consigue ganar aficionados gracias a la creciente cobertura mediática que tiene. En ventas, las cosas van de mal en peor. Si hace apenas una década se vendían casi las mismas zapatillas de baloncesto (generalmente los clásicos modelos en negro para ir por la calle) que de fútbol -más de un millónen los últimos años estas cifras han caído en picado y actualmente apenas se superan el cuarto de millón -una cifra parecida a la de tenis-. ¿El motivo? Pues más allá de las escasas instalaciones deportivas, está el desinterés por la estética "baloncesto", que tanto triunfó en su momento -en la época dorada de Jordan, Bird y Magic- y que hoy en día no tiene tirada; ya casi nadie se pone unas zapatillas de baloncesto para salir por la noche o para ir a trabajar. Es cierto que en el segmento del calzado casual triunfan las viejas Converse que llenaban las pistas hace muchos años, pero hoy por hoy eso no puede considerarse calzado baloncesto. Y si no, que alguien intente jugar con ellas. Casual/sportwear/lifestyle: zapatillas urbanas, al fin y al cabo. Analizadas algunas de las principales familias de calzado atlético, es el momento de entrar de lleno en el mundo del calzado sportwear o de calle. La primera evidencia es que en este mundo la competencia es mucho más amplia que en el calzado atlético porque aquí se compite, además de con las marcas del canal, con las muchísimas enseñas del canal zapaterías. Y aunque es cierto, como dirán algunos, que en el canal zapaterías la marca no tiene el poder que sí tiene en el nuestro (para modelos clásicos, sobre todo, la marca no es un factor determinante), sí que es verdad que en los últimos años muchas marcas, quizás gracias a su acercamiento al estilo deportivo, han logrado posicionarse con mucha fuerza y lograr un poder de marca similar al de las grandes marcas deportivas. El crecimiento de este tipo de calzado ha sido espectacular, con una fuerza muy parecida, quizás superior, a la experimentada con el textil. Hace poco más de 10 años las alternativas no eran muy variadas: o se utilizaba un calzado clásico -zapatos de vestir- o se optaba por zapatillas deportivas con una estética descaradamente atlética. Ahora la oferta de calzado de estética deportiva pensado para el día a día es exagerada, tanto en nuestro canal como en el de zapaterías. Sin entrar a discutir si los pioneros de esta nueva moda deportiva son Una de las causas de que las ventas de calzado tenis o baloncesto vayan a la baja es su look excesivamente deportivo, que ha impedido que se usen como calzado urbano, como sí ocurría hace años ts38 Hace poco más de 10 años las alternativas no eran muy variadas: o se utilizaba un calzado clásico -zapatos de vestir- o se optaba por zapatillas deportivas con una estética descaradamente atlética. Ahora la oferta de calzado de estética deportiva pensado para el día a día es exagerada, tanto en nuestro canal como en el de zapaterías.
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