TradeSport 147 - Septiembre 2007

Redacción, Barcelona Cualquier detallista sabe que la clave para que un negocio funcione es la rentabilidad de la oferta. Esta rentabilidad se logra con una buena gestión del espacio y, sobre todo, con productos que tengan una buena demanda, una buena rotación y un buen margen. En este sentido, no siempre es fácil encontrar un producto que cumpla todas estas características: cuando tiene un buen margen, quizás no tiene la demanda esperada, y cuando tiene demanda y margen, quizás el espacio no es suficiente para tenerlo entre el mix de producto. Y ésa es la "guerra" en la que están inmersos muchos detallistas: encontrar productos con los que lograr un equilibrio entre todos estos aspectos. Y los complementos son, con diferencia, quienes mejor cumplen estos requisitos. Aunque durante muchos años -y aún ahora- este tipo de artículos haya tenido un papel secundario en muchas tiendas, cuya práctica totalidad de la oferta se centraba en el textil y el calzado, el tiempo ha demostrado que los complementos es la familia que mayor margen ofrece al detallista, muy por encima, como veremos más adelante, del textil o del calzado. Con estas premisas es complejo encontrarle algún pero a los complementos. A priori, todo son ventajas y seguramente por esta razón cada día hay más comercios que amplían la oferta de este tipo de productos. Además, más allá de que la mayoría de ellos no requieren de un espacio excesivamente amplio -muchas veces basta con un expositor al lado de caja- y de que su margen es de los más altos, hay que tener en cuenta otro factor muy importante que avala el peso que están adquiriendo: el auge de la moda y la moda deportiva. En muchas ocasiones hemos hablado de las consecuencias que ha tenido para el sector el boom -y consolidación- de la moda deportiva. Se ha escrito y hablado mucho sobre la frontera entre la moda y el deporte y sobre las influencias que uno ejercía sobre el otro. Es evidente, sea cual sea nuestra visión al respecto, que la moda está claramente influenciada por el estilo deportivo -no por el deporte- y que el deporte parece obsesionado en convertirse en moda. Pero más allá de esta polémica, es evidente que existen una serie de artículos que, gracias a la moda, se han abierto hueco en nuestro sector. Y la mayoría de ellos podríamos englobarlos dentro de la categoría de complementos. En este sentido, no es ninguna tontería pensar que la decisión de muchas marcas de lanzar colecciones de gafas, relojes, mochilas u otros complementos responde, sobre todo a dos objetivos: por un lado, y viendo el éxito que este tipo de productos tiene en el canal moda -donde su volumen es infinitamente mayor que en el canal deporte y donde, además, gozan de un "estatus" similar al del textil o el calzado-, se abren nuevas vías de negocios -muchas veces a través de licencias-, se responde a la demanda con un producto que aporta mucha rentabilidad, y se gana en imagen de marca; y por el otro -y ese seguramente es el motivo que ha animado a la mayoría de marcas- se consigue abrir caminos en otros canales, como las ópticas o las relojerías. Con esta estrategia algunas marcas, sobre todo las que llevan años apostando fuerte por la moda deportiva, han conseguido entrar con fuerza en tiendas de moda urbana. Esto, unido al hecho de que algunos detallistas aún lo consideran un segmento poco deportivo ha conllevado que el canal moda, mucho más consciente de la importancia que tienen los complementos (sobre todo por su rentabilidad), esté aprovechando oportunidades que el sector deportivo deja pasar. Y por desgracia no es la primera vez. Dos mundos: urbano y técnico El creciente peso de los complementos y su tendencia a seguir el camino del textil, es decir, a "urbanizar" su look, ha acabado por dividir el segmento de los complementos -como ha pasado con el sector en general- en dos: complementos técnicos y complementos no técnicos o de "moda". En el primer grupo, obviamente, estarían todos aquellos vinculados al mundo de deportes como el outdoor, el running u otros deportes atléticos. En este grupo encontraríamos las mochilas técnicas, los calcetines, los pulsímetros y otros artículos que se utilizan, principalmente, durante la práctica. En el otro grupo, el de los complementos moda, encontraríamos los relojes, las gafas, los bolsos…y un sinfín de artículos pensados para la calle y cuya vinculación con el sector es, básicamente, su marca -y en ocasiones su look-. Esta dualidad ha conllevado, entre otras cosas, un aumento del precio medio. Los complementos más técnicos han ido evolucionando su funcionalidad y las principales marcas especialistas -que son las que dominan cada categoría de producto- han invertido muchos esfuerzos en I+D para obtener mejoras tecnológicas. Esto, lógicamente, se ha traducido en un aumento del precio que, como ocurre con otro tipo de artículos -sobre todo calzado técnico- no ha supuesto el rechazo de un público cada vez más consciente de la importancia del producto técnico. En el caso de los complementos más vinculados a lo urbano, y a pesar de que el paso de los años no ha conllevar un aumento del coste de fabricación, el precio también ha aumentado, aunque en este caso este crecimiento se debe principalmente -y ése es uno de los problemas a los que se enfrenta el sectora que se trata de moda deportiva, un concepto que ahora vende mu- ¿Margen y rotación? Apueste por los complementos [complementos] ts40 El segmento de los complementos es, desde hace años, el que está dando el mayor aporte al margen. En 2006 este margen superó una vez más el 41% (41,25%), lo que representa un ligerísimo retroceso respecto a 2005 Aunque durante muchos años -y aún ahora- este tipo de artículos haya tenido un papel secundario en muchas tiendas, el tiempo ha demostrado que es la familia que mayor margen ofrece al detallista, muy por encima, como veremos, del textil o del calzado

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