TradeSport 144 - Mayo 2007

tencial de este deporte algunas comunidades, especialmente Catalunya, ha encontrado una alternativa perfecta que, además, está ganando muchísimos adeptos: el Pitch & Putt. Esta modalidad, donde los campos son Par 3 con hoyos cuya distancia va desde los 40 a los 120 metros -aproximadamente- y sólo se permite el uso de 7 palos, está importada desde Irlanda y su implementación no tiene tantas restricciones como el Golf. Su fuerte crecimiento se debe, en parte, a las mismas razones que han hecho crecer al golf pero, sobre todo, a que es un tipo de modalidad más asequible para los principiantes (por precio y por facilidad). Además, es una gran alternativa para introducirse en el mundo del golf - y, si se quiere, dar el salto al campo grande en cuanto se domine un poco el tema- y para que los golfistas mejoren su approach. De las necesidades que motivaba la rápida proliferación de recorridos de este tipo nació en octubre de 1994 la Asociación Catalana de Pitch and Putt (ACPP) que, con más de 10.000 licencias, reúne a 32 campos y organizan más de 400 competiciones anuales. El comercio El golf es, probablemente, uno de los mejores ejemplos para explicar porqué las ventas en el canal deporte no tienen una relación directa con el crecimiento y el potencial de un deporte. Es cierto que la idiosincrasia de este deporte y de sus ventas, es, por tradición, muy compleja, pero sorprende que con los años las tiendas especialistas no sólo no hayan proliferado sino, sobre todo, que las pocas que han surgido en la última década hayan ido desapareciendo progresivamente. Así, con la evidencia de que el crecimiento del golf no ha despertado el más mínimo interés de los detallistas multideporte, las ventas de esta segmento se limitan, hoy por hoy, a dos grandes cadenas -una francesa y una española- a los pocos especialistas que quedan, a las ventas en pro-shops y a las conocidas ventas de maletero que, teniendo en cuenta el volumen que mueve el sector y las ventas que registran cadenas y pro-shops, representan, sin duda, un porcentaje muy importante. Es probable que el dominio aplastante de los dos gigantes de la distribución deportiva en España en el sell-out de este segmento haya desanimado a muchos detallistas a apostar por este segmento, aunque también es cierto que muchos de ellos son conscientes de que aunque se trate de un producto que puede generar muchos beneficios, también requiere una inversión importante y destinar un espacio del que muchos detallistas no disponen. Algunas tiendas lo intentaron sin éxito porque, con la supuesta demanda que había -y hay- lo vieron como un producto que cifraba mucho dinero y pensaron que poniendo algunos palos rentabilizarían la decisión. El problema es que el consumidor lo que busca es poder ver, comparar, probar…Esto quiere decir variedad de modelos y de productos, y aunque no sea una venta complicada, porque la demanda es muy buena si se trabaja bien, si que implica una gran inversión (que se rentabiliza con creces si los resultados son mínimamente positivos). Que las tiendas multideporte no hayan sabido gestionar este deporte es, hasta cierto punto, comprensible, porque generalmente requiere un cierto conocimiento. Los que sí que resulta extraño es que ni siquiera las tiendas especializadas logren sobrevivir a la realidad de este segmento y vayan desapareciendo progresivamente. La razón, sin embargo, es bastante evidente: la mayoría de compras, históricamente, se han llevado a cabo a través de clubes y monitores. Y hoy, este porcentaje, es aún mayor. Conclusiones Sin lugar a dudas nos encontramos ante un deporte en clara expansión y que a pesar el fuerte crecimiento experimentado en los últimos 20 años aún tiene mucho por decir. A pesar de las crecientes restricciones, el número de campos de golf seguirá creciendo y la cifra de licencias también. El peso que está adquiriendo el turismo de golf y el volumen de negocios que representa para las zonas que lo potencia es un argumento importante para darse cuenta de que un país de sol y playa donde el turismo es tan importante, la oferta del golf como reclamo no podrá frenarse fácilmente. Probablemente la vinculación excesivamente descarada que se está haciendo entre este deporte y las promociones inmobiliarias seguirán generando polémica entre ecologistas y antiespeculadores, pero difícilmente esta problemática podrá frenar el crecimiento de unos y otros. Con este panorama, no parece una tontería animar a las tiendas multideporte que, por espacio y economía puedan permitírselo a apostar por el golf. La proliferación de campos hace que la práctica totalidad de las tiendas tengan en un radio de 30-40 kilómetros (una distancia que los golfistas cubren sin problemas) uno o más campos, de manera que es una venta lógica, atemporal y muy rentable. A las marcas, la única recomendación que puede hacérseles es que apoyen a estos detallistas y que intenten luchar contra la llamada venta de maletero, aunque es cierto, como señalan algunas de estas marcas, "que el panorama comercial actual, con escasa presencia en el canal deporte y con la distribución controlada por dos grandes cadenas, no les deja muchas más alternativas". El golf es, sin duda, una oportunidad de negocio con un gran potencial por desarrollar. Y quien los sepa aprovechar puede rentabilizar su apuesta. El golf es, probablemente, uno de los mejores ejemplos para explicar porqué las ventas en el canal deporte no tienen que tener, necesariamente, una relación directa con el crecimiento y el potencial de un deporte ts28 Las ventas de esta segmento se limitan, hoy por hoy, a las dos grandes cadenas del sector, a los pocos especialistas que quedan, a los pro-shops de clubes y a la conocida venta de maletero que, teniendo en cuenta el volumen que mueve el sector y las ventas que registran entre cadenas y pro-shops, representan, sin duda, un porcentaje muy importante.

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