un paso de las 86.000, mientras que Catalunya y Andalucía, segunda y tercera respectivamente en el Ranking de número de federados (a distancia), registraron asimismo incrementos positivos. Entre estas tres Comunidades suman el 60% de los federados. La evolución, en crecimientos anuales, es espectacular. De 1985 - cuando apenas se contaba con 28.000 licencias- a 2003 (ya se superaban las 222.000) los incrementos anuales oscilaron entre el 10% y el 15%, y en los últimos tres años, pese a un ligero freno, este incremento no ha bajado del 7% anual, hasta alcanzar los casi 310.000 actuales. Como sucede en todos los deportes que evolucionan tan favorablemente -como el padel, por ejemploya empiezan a oírse algunas opiniones sobre la posibilidad de que el golf esté llegando a su "tope". El crecimiento progresivo que ha experimentado no puede durar muchos años más, al menos no al ritmo que lleva hasta ahora. Sin embargo, también es cierto que en algunas comunidades, donde el golf no tiene las restricciones que sí tiene en otras -Catalunya es el mejor ejemplo- sigue aumentando la cifra de campos de golf y su potencial no parece, por ahora, tener límites. Obviamente, no existe ninguna actividad (económica, comercial, etc.) de crecimiento ilimitado, pero está comprobado que si éste se mantiene en el tiempo, significa que la estructura es la correcta. Y el golf, en España, lleva más de 40 años creciendo. El único problema al que, probablemente, se enfrenta el golf es a la creciente vinculación que tiene con proyectos inmobiliarios, una vinculación que socialmente no es muy bien vista a pesar de que, como sostienen algunos expertos, conlleva muchos beneficios económicos a la zona -básicamente por el turismo que se genera-. Aun así, es evidente que este tipo de "proyectos" en los que el golf se convierte en reclamo deben tener también un control más exhaustivo y un crecimiento mucho más sostenible, aunque sólo sea para no "quemar" el deporte y para evitar que se siga alimentando el debate en contra de los campos. Pero ¿por qué ha crecido tanto un deporte como el golf? Es difícil encontrar los motivos concretos de esta espectacular evolución porque probablemente haya muchas opiniones al respecto, pero es obvio que entre las principales causas de esta evolución, más allá de la proliferación de campos -que pone este deporte al alcance de mucha más gente- podríamos hablar de la mejora de los niveles adquisitivos de amplios segmentos de clases medias urbanas o las necesidades de estos grupos de población de realizar actividades en espacios naturales. Si a estos dos aspectos, muy importantes teniendo en cuenta que, a pesar de haberse alejado de su imagen elitista sigue siendo un deporte caro (salir a un campo de 18 hoyos puede oscilar entre los 35 y los 120 euros), añadimos la excelente oferta del llamado turismo de golf, podemos tener algunas claves del porqué de este crecimiento. Proliferación de campos El número de campos de golf federados en España, a 1 de enero de 2007, es de 340, 32 más que en 2006 (el incremento anual más importante de la historia y que multiplica por tres la media registrada hasta este momento, cifrada entorno a 10 nuevos campos al año) y casi el doble que los que había hace apenas una década. Al margen de estas 340 instalaciones de golf se encuentran los 17 campos rústicos registrados en la base de datos (con lo que la suma alcanza los 357), además de 32 canchas de prácticas y 108 clubes sin campo, asociaciones que, como su nombre indica, promueven este deporte pero carecen de campo de golf, lo que hace un total de 497 clubes de golf federados en España a principio de año. Del total de 340 campos de golf, 35 de ellos (además de cuatro canchas de prácticas) tienen carácter público y popular, lo que representa un 10.3% del total, un porcentaje ya significativo si se tiene en cuenta que hace quince años los campos de golf de titularidad y gestión pública eran sólo 3. En este tipo de campos se encuentran federadas alrededor de 35.000 personas, que suponen más de un 11,5% % del total de licencias en España, una cifra que confirma el espectacular proceso de popularización experimentado por el golf en los últimos años. A pesar de que, por Comunidades Autónomas, Andalucía con 90 y Cataluña con 40 son las que disfrutan de un mayor número de campos de golf, su evolución en los últimos 5 años ha sido muy distinta: en Andalucía, sin restricciones, se han abierto 28 nuevos campos, mientras que en Catalunya, pese a los muchos proyectos presentados, tiene los mismo campos que hace 4 años. Cabe recordar que estas dos federaciones territoriales se encuentran entre las que tienen más federados. Madrid, en cambio, a pesar de ser la comunidad con más practicantes sólo cuenta con 30 campos y, por lo tanto, cuenta con la cifra de federados por campo más elevadalo que arroja una media de 3.249 jugadores por campo, la más elevada de toda España. En el lado opuesto se sitúa la Federación Canaria que, con 21 campos (el doble que hace 5 años), presenta un promedio de 370 golfistas por campo. Pitch and Putt: el modelo alternativo que triunfa en Catalunya La mayoría de gente, sobre todo la que está vinculada a este segmento, ya sabe que algunas comunidades están poniendo muchas pegas a la construcción de campos de golf. Los motivos generalmente son abstractos y responden más a razones políticas -estaría mal visto que un partido apoyara la proliferación de campos, a pesar de que muchos de ellos juegan habitualmente- que a los motivos que se aducen desde las administraciones -impacto medioambiental, ocupación del territorio, problemas con el agua…-. Sea como sea, ante esta dificultad por "crecer", y para no frenar el poLos proyectos inmobiliarios en los que el golf se convierte en reclamo deberían tener un control más exhaustivo, aunque sólo sea para no "quemar" el deporte y para evitar que se siga alimentando el debate en contra de los campos ts27 * a 1 de abril de 2007
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx