muy poca distancia de desbancar a la británica. Varlion, Wilson y Bull Padel se sitúan, respectivamente, como la tercera, cuarta y quinta marca mejor valoradas por el comercio. Finalmente, en lo que respecta al comercio, y a pesar de ser uno de los deportes con mayor potencial de ventas del sector deportivo y uno de los que mayor margen ofrece, aún hay pocas tiendas multideporte que trabajen este segmento. Sin ir más lejos, sólo el 9,4% de los comercios que tienen entre su oferta palas de padel venden más de cinco marcas y alrededor del 36% sólo cuentan con una entre su oferta. Además, la media de marcas en las tiendas, pese a crecer, sigue siendo baja (3,11) y sólo un 27,89% de las tiendas venden material para este deporte. ¿Un deporte de moda? Es complejo determinar si el padel es una modalidad que está de moda -y que, por lo tanto puede desaparecer con la misma rapidez que ha aparecido- o ya puede considerarse un deporte estabilizado. Y, aunque seguramente haya quien sostenga una y otra opción, es evidente que esta modalidad se ha convertido en un deporte capaz de atraer a muchos aficionados gracias, como hemos dicho, a que se trata de un deporte muy divertido y con una rápida adaptación -especialmente para quienes han jugado a tenis, y ya cuentan con la técnica suficiente para pegarle a la bola, subir a la red o rematar-. La más lógico es pensar que, en su momento, el padel fue un deporte de moda y que con el tiempo ha conseguido dejar atrás esta condición y se ha convertido en un segmento con identidad propia, con una cifra de practicantes considerable -y difícil de determinary, sobre todo, con una cifra de negocio lo suficientemente importante como para pensar que ya no es una moda y que, por el bien de todos las partes, el segmento se esfuerce para que el crecimiento continúe. Aparte de la evidencia de que cada vez hay más pistas disponibles para jugar y cada vez son más las nuevas construcciones e inmobiliarias que incorporan pistas de padel en sus instalaciones como extra, es evidente que uno de los aspectos que ratifica el buen momento de este deporte, son las inversiones publicitarias y los deseos de muchas marcas-la mayoría no vinculadas al sector y destinadas a un consumidor de clase media-alta- de patrocinar eventos, torneos o jugadores. En este contexto, sin embargo, también existen dudas generadas, sobre todo, por la escasa presencia que tiene este deporte en los medios a pesar de los aficionados que hay y, especialmente, a pesar de los éxitos logrados por jugadores españoles. En este sentido, y tomando como referencia los últimos años, las previsiones no son muy optimistas y probablemente las televisiones y otros medios seguirán haciendo caso omiso a este deporte. Aun así, y dejando de lado que esta situación se deba o no a que muchos siguen asociando este deporte con un tipo de consumidor (es decir, se sigue viendo como un deporte elitista), es destacable el mérito de este deporte, que ha logrado la evolución de la que hemos hablado sin el apoyo mediático. Y eso, evidentemente, nos hace plantearnos qué pasaría si este apoyo de los medios se acabará dando. Sin duda, las oportunidades para el segmento serían infinitas. Futuro esperanzador El futuro del padel es bastante imprevisible. Las perspectivas son optimistas pero es cierto que el crecimiento de este deporte es, cuanto menos, enigmático. La evolución de los últimos años ha sido muy buena, casi insospechable hace una década, pero siempre existe la posibilidad de que al final el padel sólo sea una moda y su auge decline o, en el mejor de los casos, que se estabilice. Tarde o temprano tocará techo, pero si partimos de la base que las licencias federativas de tenis representan 7 veces las de padel y que la cifra de practicantes aumenta día tras día, es probable que aún queden muchos años para que, al menos en nuestro país las cosas vayan a mal. De todas maneras, a pesar de su buen comportamiento, el padel tiene una asignatura pendiente muy importante y que puede marcar un punto de inflexión para el segmento y, sobre todo, para las marcas: la internacionalización. Teniendo en cuenta que hoy en día este deporte se practica en apenas cinco o seis países -siendo optimistas- y que la mayoría de países europeos ni siquiera saben de qué se trata, parece obvio que si se logra "atraer" a nuevos practicantes en países donde no se practica, su potencial es infinito. Algunas marcas nacionales que hasta ahora fabricaban en países asiáticos ya han instalado sus propias fábricas en nuestro país para poder responder eficientemente a la creciente demanda local pero también para responder con agilidad a un posible crecimiento internacional -sobre todo a nivel europeo-. Ahora sólo queda el segmento, abanderado por las marcas, se esfuerce en enseñar al mundo las virtudes de este deporte para lograr que, poco a poco, su práctica se vaya "internacionalizando", algo que, sin duda, representa una oportunidad única para las marcas españolas, que podrán entrar en mercados sin competidores autóctonos y que sólo deberán luchar contra los grandes fabricantes de tenis que también se han especializado en padel (Wilson y Dunlop especialmente) y que, a diferencia de otros segmentos, no les llevan ninguna ventaja. De todas maneras, y pesar de las tesis de quienes defienden que si el padel no logra esta internacionalización está condenado al fracaso (madurez temprana), también hay quien sostiene que hay varios ejemplos de deportes que siguen creciendo a pesar de su limitación geográfica. Y ésa es, sin duda, otra de sus muchas ventajas. El problema está en saber aprovecharlas... ts36 El padel tiene una asignatura pendiente muy importante y que puede marcar un punto de inflexión para el segmento y, sobre todo, para las marcas: la internacionalización. Algunas marcas nacionales que hasta ahora fabricaban en países asiáticos ya han instalado sus propias fábricas en nuestro país para poder responder eficientemente a la creciente demanda local pero también para responder con agilidad a un posible crecimiento internacional En muchos clubes las pistas de tenis se están sustituyendo por canchas de padel
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