TradeSport 142 - Marzo 2007

tual ya ha pasado de ser una forma de diferenciarse a ser un servicio que muy pocos pueden permitirse no tener. Ventajas para el consumidor Para los consumidores, el comercio electrónico tiene muchas ventasjas: permite comprar a cualquier hora del día los 365 días de la semana, se pueden encontrar buenas ofertas (teóricamente), da poder de elección en un mercado global acorde a sus necesidades, permite una mayor interactividad y personalización de la demanda y facilita la obtención de información inmediata sobre cualquier producto así como su disponibilidad. Tampoco hay que olvidar que el comprador puede encontrar de manera rápida un artículo y no tiene que ir tienda por tienda en busca del producto deseado. Se optimiza asimismo el tiempo de atención al cliente, que no tiene que hacer cola para ser atendido. Con estas premisas no es extraño que las dos principales razones para iniciarse en el comercio electrónico son, según un estudio elaborado por el Ministerio de Industria y Turismo, la comodidad y el precio que pueden conseguirse en la red. En un segundo nivel, los compradores valoran la exclusividad del medio, ya que en ocasiones Internet es la única vía para conseguir un determinado producto o servicio. En otro orden, las facilidades que ofrece la red para comparar ofertas y obtener información sobre productos o servicios también son percibidas como una buena razón para comprar. En menor medida se valora la mayor oferta de productos o servicios, la rapidez del suministro o el hecho de que tenga curiosidad por el medio y por ello le impulse a probar la compra por Internet por vez primera. En el estudio citado no se recogen diferencias significativas respecto a los argumentos actuales y los que se exponían en años anteriores. Lo más reseñable es que en la actualidad se valora más que Internet sea el único medio disponible para adquirir los productos o servicios y la facilidad para comparar entre ofertas y obtener información sobre los productos. Según variables sociodemográficas, se observa que las mujeres otorgan más importancia que los hombres a la rapidez del suministro; que los más jóvenes (menos de 30 años) valoran más que Internet sea el único medio disponible para comprar algunos productos o servicios; y que las personas de mediana edad (46 a 65 años) priman la facilidad para comparar ofertas y obtener información sobre los productos. También existen diferencias en los argumentos según el tamaño de hábitat: los habitantes de municipios de menor tamaño, donde la oferta comercial es menor, consideran más importante la facilidad que ofrece Internet para comparar ofertas y obtener información sobre productos, mientras que los residentes en grandes capitales y sus áreas metropolitanas, con más problemas de tiempo, son más sensibles a aspectos como la comodidad y la rapidez de entrega. Los muchos estudios sobre comercio electrónico han servido para definir el perfirl del consumidor más activol: hombres residentes en municipios de menos de 10.000 habitantes o en grandes capitales y sus áreas metropolitanas. Además, en los últimos años los mayores de 35 años son los que han realizado compras por una cuantía superior, gastando de media más de 600 euros anuales (el gasto medio de la mujer es la mitad: 337 euros). El mayor pico en consumo se produce entre los individuos de 35 a 49 años y de 50 a 64 años, alcanzado de media los 722 euros y los 603 euros, respectivamente. La situación en el sector Seguramente el sector deportivo es uno de los mejores ejemplos de cómo está la situación a nivel general. Aunque se trata de un sector con una fuerte demanda, su presencia en la red es bastante escasa y sólo algunos grandes distribuidores tienen en marcha tiendas en Internet. Uno de los que primeros supieron sacar provecho al comercio electrónico -una ventaja competitiva que les posiciono rápidamente como referente- fue Barrabes. Su caso es bastante significativo del poder de la red, porque hace apenas una década era una pequeña tienda de esquí de Benasque (Huesca) y hoy, gracias a su tienda virtual, vende sus productos a todo el mundo, hasta el punto de que en Estados Unidos (donde puede mandar artículos en apenas 24 horas), teórico paraíso del libre comercio, obligaron a sus dueños a limitar sus ventas para no perjudicar a otras empresas del sector. Obviamente el caso de Barrabes es bastante aislado y hay pocos ejemplos de tiendas independientes que hayan conseguido posicionarse con fuerza (Álvarez o Bikilia serían algunos de éstos afortunados), y quienes tienen fuerza en la red -a nivel de detallistas- son, como hemos dicho, los grandes distribuidores. Así, no es extraño que las páginas de Forum (sportarea.com) y de El Corte Inglés sean, a parte de las antes mencionadas, de las más visitadas. Además, su fuerza les ha servido para que en muchos otras páginas importantes -de periódicos, por ejemplo- que tienen tiendas virtuales, la sección de artículos deportivos esté redireccionada a ellas (o sean sus productos los que vendan). Es difícil establecer si también son las que más vende. Probablemente sí, pero su gran cobertura en el territorio nacional -especialmente ECI- hace que muchos se limiten a navegar por sus páginas para ver artículos que más tarde comprarán en la tienda física (un ejemplo perfecto de que la gente sigue desconfiando de la red). Punto y aparte merecen los proveedores que venden a través de Internet. Es un terreno pantanoso porque ya ha levantado muchas quejas por parte de los detallistas. Si las tiendas de marca ya generan un debate complejo por la competencia que hacen a sus propios clientes -aunque las marcas insistan que no es así-, el tema de Internet no hace más que complicar la cosa. Y probablemente Nike, con su ambicioso proyecto nikestore.com, sea el objetivo de la mayoría de críticas en nuestro país porque todo apunta a que su apuesta por la red es firme (y los resultados obtenidos en Estados Unidos no hacen más que justificar esta apuesta y animar a la marca a potenciarla). La mayoría de las otras grandes marcas del sector, como Puma o adidas, tienen proyectos de venta por internet pero están centrados básicamente en el mercado norteamericano, muchos más habituado que el nuestro a comprar por Internet. Sea como sea, si las cosas se hacen bien -y hay una estructura para que así sea- tener una tienda virtual puede ser un buen complemento para los comercios, tanto por los motivos que hemos mencionado antes -a los que hay que añadir un coste bastante bajo- como por la posibilidad que puede suponerles para deshacerse de los stocks -algo que obviamente también pueden hacer las marcas (outlet virtual)-. Si las tiendas de marca ya generan un debate complejo por la competencia que hacen a sus propios clientes -aunque las marcas insistan en que no es así- que vendan a través de Internet no hace más que complicar la cosa Barrabes es un caso bastante significativo del poder de la red, porque hace apenas una década era una pequeña tienda de esquí de Benasque (Huesca) y hoy, gracias a su tienda virtual, vende sus productos a todo el mundo ts43

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx