TradeSport 142 - Marzo 2007

evaluación, nunca el practicante que hizo la acción. Los beneficios de la actividades deportivas no están plenamente reconocidos pese a la gran importancia que parece otorgárseles en los medios. Ciertamente, se reconocen sus aportaciones a la salud y al espectáculo, pero la diversión intrínseca que implican no se aviene con la seriedad que se espera de los negocios (negación del ocio), la formación o el rendimiento laboral, por ello se les ha negado su utilidad y se les ha subestimado reiteradamente Y en este aspecto las intuiciones no han ayudado. De hecho, los programas y ofertas orientados a la mejora de competencias, desempeño de las obligaciones laborales y mejora de relaciones sociales de los trabajadores basados en actividades físico-deportivas han cambiado de categoría en pocos años: de programas formativos han pasado a simples eventos e incentivos. No obstante, las empresas siguen necesitando la actividad física tanto a nivel de salud como a nivel de competencias, más allá de lo que pueden reconocer. Y no sólo en el sector de los artículos deportivos. En el último artículo del mes de enero de esta misma revista, el Secretario General de ANDAD, Carlos Grande, afirmaba que "como sector, nuestros principales deseos tienen que ser que 2007 tenga un crecimiento del número de practicantes de deporte y que las administraciones se impliquen de lleno en el fomento de la práctica, ya que ésta es nuestra diferenciación respecto al resto de sectores; nuestra exclusividad de producto". ¡Cuánta razón tiene! No obstante, resulta que en fechas cercanas, el 14 de diciembre de 2006, los estamentos oficiales, a su vez, también lanzaban la pelota al tejado de los empresarios: durante la presentación del estudio "Oportunidades de innovación y negocio en el sector deportivo", realizado por Barcelona Activa, el Dr. Mario Lloret, responsable del Àrea de Salut i Esport de la Secretaria General de l'Esport de la Generalitat de Catalunya, informaba que están terminando de elaborar un programa que tiene por objetivo reducir los gastos sanitarios y que para ello darían incentivos fiscales a las empresas. El objetivo es conseguir que las empresas potencien la salud de sus trabajadores a través del fomento del deporte. Y ésa es una gran noticia, porque, tal como hemos hecho mención reiteradamente a lo largo de este artículo, la práctica de la actividad física y deportiva no sólo aporta beneficios sanitarios a las empresas, también mejora las relaciones sociales y las actitudes personales. Todo es perfecto, salvo por un detalle: ¿cuáles son los profesionales que pueden realizar correctamente la labor de seleccionar o diseñar las situaciones motrices adecuadas y evaluar las conductas de los participantes? Los psicólogos y pedagogos requieren estas herramientas pero no realizan ese tipo de análisis; los especialistas deportivos las enseñan y las practican pero tampoco hacen los análisis; los licenciados en educación física tampoco reciben esa formación porque están especializados en preparación física y en didáctica, pero no en el estudio riguroso de las conductas que generan las actividades físico-deportivas que usan. Existe, no obstante, una disciplina científica que realiza este tipo de estudios, es la Ciencia de la Acción Motriz, conocida también como Praxiología Motriz. La población de praxiólogos existente en estos momentos no es muy numerosa, pero estos conocimientos son el complemento ideal para los profesionales de todo tipo que necesitan realizar formaciones en valores, competencias y actitudes. Todo aquel que utiliza una herramienta debería conocer sus características básicas, potencialidades y limitaciones -o por lo menos saber dónde acudir para obtener esa información-. De ahí que, debido a la evidente falta de ese conocimiento, la firma Praxistudy, especializada en Praxiología Motriz Corporativa, ofrezca servicios de selección de personal, asesoramiento y formación en competencias, e imparta cursos de aplicación de esta disciplina para todos aquellos profesionales que los requieran: psicólogos de empresa, pedagogos, educadores, responsables de departamentos de RRHH y Formación, empresarios de PYMES, cargos directivos, cargos intermedios, especialistas deportivos...El conocimiento de la lógica interna de las actividades motrices va a permitir su uso adecuado, amplio y productivo... también para las empresas que trabajan en el sector deportivo. Hay que tener en cuenta, no obstante, que de la misma forma que la no aplicación laboral de criterios ergonómicos reproduce dolencias musculares, pese a los beneficios que resultan de usar los servicios de la fisioterapia, una organización laboral que no sea respetuosa con la gestión de las personas reproducirá problemas psicológicos y de actitud pese al uso, por parte de los implicados, de estos recursos de formación experiencial. Dr. Joaquim de Marimón i Vilalta Doctor por el departamento de Pedagogía y Psicología de la Universidad de Lleida. Praxiólogo motricista. Licenciado en Educación Física. Director de Praxistudi www.praxistudi.com quimde@praxistudi.com Las empresas siguen necesitando la actividad física tanto a nivel de salud como a nivel de competencias, más allá de lo que pueden reconocer. Y no sólo en el sector de los artículos deportivos Las conductas de diferentes participantes se pueden analizar de forma objetiva en función de la lógica interna de la actividad física. Las imágenes de la izquierda son ludogramas o registros de las conductas de dos personas que participan en un mismo juego. La diferente composición de cada gráfica ya demuestra de manera intuitiva que la forma de comportarse de cada una es completamente diferente. El análisis no se hace de manera subjetiva, sino que se basa en observaciones, registros, comparaciones y verificaciones en función de la estructura de la actividad que se está practicando. Ludogramas ts29

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx