TradeSport 141 - Febrero 2007

opinión Apostar el futuro Vaya por delante que no soy un tecnócrata. Al contrario, considero que determinadas innovaciones tecnológicas están atrofiando preocupantemente la inteligencia del hombre, excesivamente mecanizado y excesivamente dependiente. Nuestro sector siempre se ha caracterizado por la importancia que tiene la evolución tecnológica. La fuerte competencia que hay en la mayoría de segmentos ha obligado a las marcas a apostar ciegamente por la tecnología como caballo de batalla -y seguramente por eso nos hemos ganado la fama que tenemos-. Nadie esquía con esquís de madera ni juega al tenis con raquetas de roble. ¿Qué sentido tendría hacerlo si podemos disfrutar de una tecnología moderna que mejora, en todo, lo que utilizábamos hace 20 años? Por eso, en este entorno, y en un sector como el nuestro, que vive con cierta normalidad la innovación tecnológica, sorprende que aún haya quien utilice sistemas rudimentarios para gestionar su negocio. Es cierto que adaptarse a determinados avances puede generar algún que otro dolor de cabeza, lo que no parece lógico es excusar cualquier intento de evolución tecnológica con frases del estilo: "con los sistemas que tengo, me vasto y me sobro", porque si todos partiéramos de esta base aún se iria a los sitios en burro. La ética del progreso parte de una evidencia innegable: hay cosas que aunque no sea fundamental cambiarlas, es necesario y aconsejable hacerlo, porque suelen representar oportunidades de mejora. Como decía Victor Hugo, "para los débiles, el futuro es lo inalcanzable; para los temerosos, es lo desconocido; y para los valientes, es la oportunidad". El mundo vive de la evolución. Es innegable. Como también es innegable que esta evolución generalmente conlleva un coste. El error, sin embargo, es ver este coste como una barrera infranqueable. La barrera de costes no deber ser la variable que determine o no la apuesta, por ejemplo, por un proyecto sectorial o por nuevos sitemas de gestión. Hay que analizar, ante todo, el retorno real de inversión y hacerlo partiendo de la base de que éste no tiene por que ser necesariamente económico ni necesariamente a corto plazo; hay que ser conscientes de que, salvo que cualquier novedad que se nos plantee implique una reingeniería que esté por encima de nuestras posibilidades, hay muchas probabilidades de que apostar por el progreso acabe siendo muy rentable. Algunos dirán, no sin razón, que hay tecnologías complejas que en el fondo no mejoran la eficiencia de los sistemas que se tienen. Dirán, por ejemplo, que con esmero, gestionar el negocio con sus sistemas puede ser igual de eficiente que con cualquier sistema nuevo. Y puede que lleven razón. El problema es que no tienen en cuenta que hay aspectos tan o más importantes que la eficiencia, como por ejemplo la rapidez y/o la agilidad de los procesos. Y mantener la eficiencia mejorando aspectos como estos puede suponer un ahorro importante al cabo del año, porque generalmente el tiempo que perdemos "por culpa" de sistemas y métodos excesivamente lentos supone un coste mucho más elevado que el que representa un cambio en el modelo de gestión. Hace 50 años se llegaba a todas partes en burro, pero a estas alturas, ¿quién renunciaría al coche, al tren o al avión? Hay que ser valientes y apostar por el futuro. Es una apuesta a caballo ganador. RAUL BERNAT redactor (raul@tradesport.com) Por primera vez visité ISPO, la Feria más importante a nivel europeo de distribución deportiva, y quedé gratamente sorprendido. Las dimensiones de la Feria, la presencia de multitud de marcas y productos (entre los que hay que destacar la presencia de 37 expositores españoles), la diversidad de ámbitos de la misma, ...; en total 180.000 metros cuadrados de deporte que permiten disfrutar, ver alternativas, conocer nuevos productos, nuevas marcas, ver tendencias, etc. Para cualquier neófito como yo, las dimensiones impresionan, pero no sólo las dimensiones, ya que los contenidos también lo hacen, con 16 pabellones en los que caben múltiples especialidades como outdoor, ski, running, teamsport, fitness, sportstyle,... En mi opinión, creo que ningún profesional del sector debería perderse este tipo de citas, además cuando en nuestro país es imposible asistir a ferias similares, más allá de algunos certámenes especializados en algún deporte concreto, pero que en ningún caso, por desgracia, resulta comparable. La visión global, y el conocimiento que aportan este tipo de Ferias es difícilmente sustituible, por lo que cualquier profesional que pretenda estar a la vanguardia en su sector no debería desestimar su visita, y créanme que es una experiencia enriquecedora. Por otro lado, la visita a estas ferias permite compartir las experiencias con otros detallistas y empresarios del resto del mundo, conociendo su situación, la evolución de su mercado, los problemas que sufren en otros países y los retos que, en un mundo globalizado, el sector comparte. Además, la propia organización de ISPO está llevando a cabo esfuerzos para permitir y facilitar el acceso a la misma de detallistas y profesionales de todos los puntos del planeta, y en especial de Europa y Asia con el objetivo, entre otros, de provocar este intercambio de ideas y de contactos que permitan a nuestro sector conocerse mejor y no repetir errores que ya han ocurrido en otros lugares. Asimismo, hay que valorar el esfuerzo que están llevando a cabo las asociaciones de nuestro país para favorecer la presencia española en este evento, y en este sentido hay que destacar la labor de AFYDAD fomentando la presencia de los fabricantes y distribuidores españoles, así como la de ATDM-ANDAD, que a través de un Acuerdo con ISPO, ha propiciado la presencia de un mayor número de empresarios detallistas, que, en algunos casos, como yo, se han acercado por primera vez a este evento. CARLOS GRANDE Secretario General de Andad Mi primera vez en ispo

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