Una moda que puede pasar de moda [tendencias] REDACCIÓN, Barcelona tiempo estimado de lectura >> 5 min. En un sector que se ha vuelto muy parejo al de la moda es muy difícil saber quién o qué marcará tendencia en los próximos años. Tan difícil como lo es en el mundo de la moda, donde al final, las pautas del futuro las marcan unos pocos que, sin saber muy bien por qué, imponen un estilo de la noche a la mañana. Con este panorama, el sector deportivo no tendrá más remedio que esperar lo que dictamine la moda. Es cierto que no hace mucho uno podría afirmar, sin reparos, que el deporte era quien marcaba, en parte, las pautas de la moda. Pero ahora ya no. Las cosas parecen haber vuelto a la normalidad. Y lo han hecho porque el deporte, tras comprobar el éxito de la moda deportiva más exclusiva, se ha convertido descaradamente en un sector de moda, con todo lo que ello implica. Hace diez años era casi impensable que diseñadores de reconocido prestigio internacional trabajaran para firmas deportivas. ¿Quién se hubiera imaginado a un genio del pret â porter o de la moda más exclusiva diseñando chándals o zapatillas deportivas? Es más ¿quién podía pensar entonces que alguien se atrevería a desfilar por las pasarelas de Milán, París o Nueva York en chándal y zapatillas? Ese cambio tan radical que ha sufrido el deporte, y que va muchísimo más allá del hecho de que en las tiendas casi el 80% de las ventas sean de sportwear, hace casi imposible imaginar el escenario futuro, aunque no es muy difícil suponer, tal y como están las cosas, qué marcas deportivas se seguirán abriendo hueco en el mundo de la moda y marcarán el camino. Marca deportiva, moda deportiva Cuando hablamos del boom de la moda deportiva es importante hacer una reflexión acerca de la esencia actual de algunas marcas. Tal y como está el mercado, no es lo mismo ser una marca deportiva con líneas sportwear, que ser una marca deportiva con divisiones de sportwear. Es decir, no es lo mismo que, por ejemplo, alguna marca de gliss esté apostando fuerte por la ropa urbana, que el hecho de que adidas esté lanzando colecciones realizadas por diseñadores del mundo de la moda como Yamamoto o McCartney. La diferencia, a parte del estilo, es de concepto: la mayoría de marcas del sector que apuestan por las colecciones sportwear lo hacen pensando en el canal y, conscientes de los cambios de hábitos de los consumidores y la transformación que está sufriendo el comercio deportivo en estos últimos años; su canal, de momento, es la tienda de deporte. Obviamente, si tienen la suerte de entrar en otros canales, no renunciarán a hacerlo, pero son conscientes de cual es su público y sobre todo, de cual es su canal. Otras marcas, privilegiadas tal y como están las cosas, como adidas o Puma, desarrollan colecciones que en ningún caso están pensadas para venderse en tiendas deportivas, entre otras cosas porque eso perjudicaría su imagen. Es curioso, pero hay marcas deportivas que se niegan a vender en tiendas de deporte. Y el motivo es simple: la empresa no condiciona el producto, es decir, el hecho de que el fabricante sea, en origen, una marca de deporte, no impide que las colecciones sean, básicamente, moda, y que por lo tanto, su canal natural sea el de las tiendas de moda. Y cuanto más fashion mejor. Acceso limitado El sector tiene que tener claro -engañarse sería nefasto para muchas marcas- que el acceso al preciado mundo de la moda es muy limitado, y que las marcas que tienen cabida en él se pueden contra con los dedos de las mano. Quizás partan con cierta ventaja algunas marcas de calzado, que por estética y por tendencia pueden encajar más en las boutiques más cool, que están apostando fuerte por el calzado casual. Marcas como Pony, LeCoq, Merrell o Bikkembergs tienen las puertas abiertas de esas tiendas. Y los precios confirman su traspaso al canal (es más probable que sea el "consumidor de moda" quien pague el precio de este calzado y no el "consumidor deporte"). En textil, las cosas sí que son muy limitadas. Es cierto que determinadas marcas del mundo gliss o del sportwear más casual pueden tener cabida en estas tiendas y en el canal moda -marcas como Quiksilver, Billabong, Napapijri…- pero más allá del hecho que muchas de esas marcas -o al menos alguna de sus colecciones- no tienen nada de deporte, sólo algunas privilegiadas que han entendido que para hacer moda hay que ser moda, podrán ocupar los escaparates de este tipo de tiendas. Y en esta corta lista de elegidos -aceptémoslo, entrar en el canal moda es, por rentabilidad e imagen, un logro- adidas y Puma ocupan las primeras posiciones. Parece lógico pues, que sean éstas las marcas que, a corto y seguramente a medio plazo -con la moda, el largo plazo no existe- marquen el camino a seguir. Es más, su fuerza en el canal moda es tan fuerte que probablemente no sólo marquen el camino a seguir a las marcas del sector, sino que también serán una referencia para las marcas de pretâ-porter. La BBB, paradigma del cambio Si hubiera que buscar algún ejemplo o hecho que representara de la mejor manera posible el cambio que ha experimentado el sector y muLa moda deportiva es la tendencia del momento y muchas marcas del sector quieren aprovechar este boom con colecciones que puedan tener cabida en el canal moda El sector tiene que tener claro que el acceso al preciado mundo de la moda es muy limitado, y que las marcas deportivas que tienen cabida en él se pueden contar con los dedos de las manos ts38 Puma, como adidas, ha conseguido pasar de la cancha a las pasarelas
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