TradeSport 131 - Marzo 2006

En la última década el mundo del deporte ha sufrido cambios radicales en cuanto a concepción y filosofía, que sobre todo han venido marcados por la demanda y el entorno de mercado. Hasta finales de la década de los 80, la palabra deporte, empresa deportiva y tienda de deporte estaban unidos por un mismo vínculo: la práctica deportiva. A partir de esa fecha el entorno empezó a cambiar radicalmente y hoy el mercado deportivo tiene muy poco que ver con el de entonces: el sportswear le ha quitado el protagonismo a las prendas atléticas; los análisis de mercado confirman que ya no podemos hablar de "globalización" sino que existen distintos comportamientos por zonas y tipologías de comercio; los estudios de mercado señalan de manera contundente que más de un 75% de artículos que se comercializan en una tienda de deporte se utilizan para el tiempo libre; y las marcas que ya no vienen determinadas a nivel global (salvo excepciones) se convierten en marcas en un segmento determinado de producto. Ante ese cambio las empresas tienen que hacer frente a esa "necesidad" que hay en nuestro sector, primero por el factor demanda y segundo porque nuestro canal lo necesita para mantener la fidelidad de los consumidores finales al establecimiento de deporte. No obstante, este factor ha creado graves crisis de identidad a algunas empresas en la disyuntiva de ¿sigo siendo genuinamente deportivo o me dedico a hacer lo que se vende? Y por supuesto, también al detallista, que tiene que decidir qué es lo que quiere o necesita vender en su establecimiento. El sportswear ha dejado de ser una moda para convertirse en un concepto deportivo de vestir que está muy consolidado en el canal, entre otras cosas por el incipiente crecimiento del mercado, de las marcas no deportivas que han incorporado colecciones de sportswear en sus campañas, y la consolidación de todos los canales alternativos con los que competimos. Tanto las empresas como los detallistas deben estar en proceso de continua adaptación a las necesidades del mercado. Los detallistas no pueden obviar que los tiempos cambian y, por lo tanto, hay que reaccionar a las nuevas tendencias incorporando nuevos artículos a sus negocios. Es importante para el detallista establecer un camino a seguir y decidir qué artículos en cada uno de los lineales de su establecimiento debe asignar a cada uno de sus proveedores. La especialización es el futuro y la clave del éxito. opinión Carta abierta Apreciado Sr. Puig, director general de Intersport, En estas últimas semanas hemos podido descubrir las cartas que piensa jugar Intersport en los próximos meses. Entre estas nuevas apuestas hay un proyecto para desarrollar franquicias de moda deportiva. Le puedo asegurar que aunque crea que para el sector y para sus socios no sean especialmente buenas algunas de sus decisiones (no hace falta que le explique por qué), para mí, el hecho de que hayan decidido llevar a cabo este último proyecto, es algo así como una victoria moral (que no necesitaba), porque viene a confirmar, en parte, lo que desde estas páginas denunciamos hace dos años (que la gestión de Intersport y la de una empresa franquiciadora era cada vez más parecida) y que, como muchos recordarán, nos costó una demanda por parte de la Central (a iniciativa suya, me consta). A mi no me importa que dos de sus ex socios -que en su día fueron de los más importantes de la cooperativa- digan, en los medios, que Intersport es un clan comercial, que les acusen de traidores, que afirmen que han copiado sus ideas y se han aprovechado de su buena voluntad, que pongan en duda la mayoría de sus proyectos y su capacidad de gestionarlos o que vean el nuevo proyecto de franquicias como una desfachatez y un engaño increíble a los socios. A mi eso no me importa. Ni tengo intención de entrar a valorarlo, entre otras cosas, porque no hace falta. Entiendo, que a pesar de que algunos de sus apuestas -a priori impropias de una central- estén costando recursos y dinero a la cooperativa, ustedes sigan buscando alternativas para crecer como grupo y que este crecimiento repercuta en los socios -o así deberá ser-. Entiendo, también, que siendo parte de una estructura internacional que exige determinados volúmenes de compra y facturación, tengan que llevar a cabo iniciativas que en principio quizás no estaban previstas, como la centralización de pagos, el proyecto Intersport Retail, la apertura de outlets o la recompra de stocks. Lo que no puedo entender es que después de haber tomado esta decisión no tenga la deferencia de pedir perdón y aceptar el error que cometió con nosotros. Nuestras páginas siempre estarán abiertas para que lo haga. Nosotros nos limitamos a constatar una realidad. Usted, simplemente, intentó esconderla. Y eso, cuanto menos, merece una disculpa. RAUL BERNAT Redactor (raul@gescode.es) firma invitada Adaptarse y especializarse BIBIANA PEDROL Gerente M&R Intercol Partners S.L.

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