ts28 Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. Los tiempos han cambiado. El ritmo de vida se ha transformado por completo y el tiempo libre empieza a tener un valor muy importante en nuestra sociedad. Con jornadas laborables mucho más largas e inmersos en plena revolución tecnológica, la gente cada vez tiene menos tiempo y menos dinero para destinar al deporte. Ante este panorama no es extraño ni que la práctica deportiva esté estancada desde hace años ni que cada vez los deportes individuales estén adquiriendo mayor protagonismo: si ya es complicado encontrar horas para hacer deporte, hacerlas coincidir con 5, 10 o 15 amigos es casi una quimera. Entre estos deportes individuales que han emergido -o que se han reactivado- en estos últimos años encontramos modalidades como el running, el footing o el ciclismo, aunque si hay un segmento que se ha "beneficiado" de estos cambios de hábitos deportivos, éste ha sido el fitness y todas sus modalidades, sobre todo las que se practican en los gimnasios. Se trata de deportes que, además, se adaptan fácilmente a las posibilidades y necesidades de recreación y salud de amplios segmentos de población urbana, y que apenas tiene un carácter competitivo (más que el afán de superación que pueda tener cada persona). Pero no sólo es el individualismo el que ha llevado a la gente a practicar este tipo de modalidades deportivas: los nuevos hábitos también han conllevado una mayor preocupación por la salud, el bienestar y, porque negarlo, por el aspecto físico. Causa o consecuencia de los valores que imperan hoy en nuestra sociedad, el culto al cuerpo ha convertido a los deportes de gimnasio en una de las prácticas deportivas más habituales en nuestra sociedad. En definitiva, actualmente el fitness en España experimenta una expansión sin precedentes en Europa, y quizás la mejor prueba de ello sea la proliferación de grandes cadenas de gimnasios que se están implantando en nuestras ciudades y que confirman que, hoy por hoy, el auge del fitness va más allá de ser calificado como una moda, ya que se trata de una revolución cultural que va a marcar la vida de millones de personas que apuestan y apostarán por una vida de calidad, bienestar y salud. Cambios sociales Aunque a más de uno le pueda sorprender que el fitness esté creciendo a un ritmo considerable -especialmente en las grandes ciudades- en un momento en que la práctica deportiva está atravesando uno de sus peores momentos y ya han saltado las primeras alarmas desde sanidad, su excelente evolución se debe a cambios sociales que poco tienen que ver con el deporte entendido en su globalidad sino más bien con la salud y con otros aspectos que a más de uno puede haberle pasado por alto pero que a la larga ha sido la clave más importante de este crecimiento: el nuevo rol de la mujer. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha transformado por completo la sociedad y la familia. En pocos años la mujer se ha convertido en el target más deseado por muchos sectores y actualmente el deporte ha empezado a comprender que parte de su futuro depende de "ellas", que al fin y al cabo -y ese es su gran poder- son quienes controlan el gasto familiar y tienen mayor peso en las decisiones de compra. Pero más allá de este hecho, la incorporación de la mujer a la "sociedad del trabajo" también ha conllevado una nueva cultura deportiva que además, y por desgracia, ha venido acompañada, como hemos dicho, de una creciente importancia de la imagen y del físico en todos los niveles de la sociedad, pero sobre todo, en el mundo laboral. Quizás este hecho explique, en parte, por qué el porcentaje de mujeres que acuden al gimnasio sea superior al de hombres -aunque cada vez menos-, si bien es cierto que en este caso quizás responda más al hecho de que el hombre siempre se ha decantado por deportes más tradicionales y que, además, siempre se han considerado preferentemente masculinos. Deporte y salud Una de las principales razones por las que a estas alturas ya podemos afirmar con cierta seguridad que el fitness y todas las modalidades derivadas no son una moda y cuentan con un potencial del que muy pocos deportes -por no decir ningunopuede presumir, es su vinculación con la salud. Tanto es así, que los médicos no dudan en recomendar este tipo de ejercicio para prevenir, curar o paliar los efectos de determinadas enfermedades. Sin ir más lejos, la Generalitat de Catalunya ha desarrollado un Plan de Implantación Progresiva de la prescripción de actividad física en la atención primaria de salud. El plan establece que los médicos de los Centros de Atención Primaria (CAP) de Catalunya recetarán a personas con riesgo de sufrir determinadas enfermedades relacionadas con el sedentarismo o a una mala dieta alimentaria que realicen actividad física en instalaciones deportivas, preferentemente en gimnasios. Proliferación de modalidades Si hay un aspecto destacable en la evolución del fitness en los últimos años éste es, más allá de su crecimiento en practicantes, la variedad de modalidades que han ido apareciendo con el paso del tiempo (y que cada año se renuevan o redefinen). Del clásico aeróbic o de las pesas hemos pasado a un amplio abanico de modalidades que se adaptan a las necesidades de todos los practicantes, sea cual sea su edad y su objetivo. A nombres como los ya clásicos step o cicling, se unen modalidades nuevas como el exitoso spinLa buena evolución del fitness responde a cambios sociales que tienen poco que ver con el deporte y mucho con la salud y con otro aspecto que a más de uno puede haberle pasado por alto: el nuevo rol de la mujer [fitness] Un segmento emergente (y olvidado) Pese a ser una de la actividades deportivas que, gracias a los nuevos hábitos deportivos, ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años, el fitness -y todas sus modalidades- sigue teniendo poco peso en el comercio deportivo
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