tiempo estimado de lectura por pág. > > > 4 min. Barcelona será sede permanente del salón El éxito obtenido en las dos ediciones que la Bread & Butter ha llevado a cabo en Barcelona ha animado a sus máximos responsables a dejar atrás la idea de que la feria sea itinerante y han alcanzado un acuerdo con Fira de Barcelona, para que la ciudad sea sede permanente del salón. El éxito de la primera edición sorprendió incluso al presidente del salón, Karl-Heinz Müller, que viendo que los resultados se repetían en esta segunda edición anunció que se quedaría "para siempre" en la ciudad dejando atrás el acuerdo con Fira para hacer sólo las próximas seis ediciones. Esta decisión de la feria no es, en el fondo, una sorpresa, y responde al éxito de visitantes extranjeros que ha tenido el salón y que confirman que la ciudad condal es un emplzamiento perfecto: en julio, el 68% de visitantes llegaron de fuera de la Península (algo insólito en las plataformas locales y en la Bread & Butter berlinesa, cuya cuota de extranjeros es del 40%). Sin celebrities, ni tops, ni subvenciones, ni otros fijos de las pasarelas convencionales, la feria alemana se ha hecho con el segmento urbano que queda entre Prada y Zara. Y Barcelona tiene que aporovecharlo. Fira aparca su colaboración con la BBB Fira de Barcelona ha decidido aparcar, por el momento, su proyecto de crear una pasarela de moda conjuntamente con los organizadores del salón Bread & Butter tras la infructuosa reunión que mantuvieron a finales de enero directivos de Fira con Alfons Garcia, secretario general de Comerç de la Generalitat. Según confirmaron ambas partes, Comerç no ve factible apoyar económicamente la iniciativa de esta nueva pasarela por considerar que "entre la demanda formulada y la propuesta presentada hay un abismo que no podemos salvar, ni conceptual ni financieramente". Aún así, desde Comerç de la Generalitat se ha invitado a Fira de Barcelona y a Bread & Butter a presentarse al concurso público que prepara la Generalitat para el proyecto de promoción de talentos emergentes. Del 18 al 20 de enero, Barcelona volvió a acoger la exitosa feria de moda urbana Bread & Butter, y como en su primera edición, que tuvo lugar en verano, la asistencia fue espectacular: más de 50 mil visitantes (un 70% extranjeros) acudieron a Montjuic para conocer las novedades de alguna de las 748 marcas expositoras. Vaya por delante que lo que diga a partir de ahora no es más que una opinión; una visión particular de una feria que con sólo una edición ha logrado convencer a todas las marcas del mercado de que estás ahí o no eres nadie; una feria en la que ni siquiera importa si se consiguen buenos contactos o se cierran acuerdos con importantes clientes. Ése no es el objetivo. Lo importante es figurar. Personalmente, no acabo de entender muy bien que hacen determinadas marcas de nuestro sector en esa feria. Es más, no entiendo cómo se atreven a ir. Se supone que Bread & Butter es una feria exclusiva para marcas selectas de moda urbana -o eso es lo que pretendía ser cuando empezó a rodar en Berlín-, de manera que, repito, me es difícil comprender que hacen allí algunas marcas "deportivas". Probablemente se hayan apuntado al carro del éxito para ver si picotean algo, porque no me creo que realmente piensen que sus colecciones tienen identidad para estar en una feria de este tipo. Y con eso no quiero decir, ni mucho menos, que no sean buenas colecciones, pero no creo que en su esencia se puedan catalogar como urbanas o sport & street (como lo llaman los responsables de la BBB). Además, en el fondo, y por mucho que se empeñen en poner determinados nombres a sus pabellones, la Bread & Butter no deja de ser, por público y sobre todo, por filosofía, una feria de moda (y mucho más exclusiva de lo que nos quieren vender) y para el deporte es poco más que un parque temático de pseudomodernos. La cuestión es que, aunque sea fácil apuntarse a algo donde el éxito está, más o menos, asegurado, uno tiene que tener la capacidad crítica de saber si encaja en ello. Y algunas marcas deportivas no lo han hecho. En el fondo, puede que ni siquiera sea culpa suya, porque ante la cada vez más débil oferta ferial de nuestro sector, y teniendo en cuenta el volumen de ventas que mueve el sportwear en las tiendas deportivas, las marcas se ven casi con la obligación de exponer en ferias como la BBB. Pero ¿por qué están allí? Por mucho que algunos se empeñen en negarlo, el objetivo principal de las marcas deportivas que acuden a la feria es conseguir introducirse en otros canales -especialmente en uno-. Quien lo niegue es tan ingenuo como el que crea que determinadas colecciones tienen méritos para estar allí: en una feria en la que, más o menos, debe haber un detallista deportivo por cada veinte visitantes, el objetivo no es atraer a ese detallista (que probablemente ya trabaje con la marca) sino a los otros diecinueve, que poco tienen que ver con el deporte. Y me gustaría creer que los responsables de las marcas deportivas presentes en BBB son lo suficientemente listos como para saber que la mayoría de detallistas deportivos que acudieron a la feria no buscaban marcas de deporte, sino nuevas enseñas con carácter deportivo que dieran a su tienda la diferenciación que necesitan. Entonces ¿qué hacen allí? ¿Intentar atraer a boutiques de moda? Si esperan que los detallistas del mundo de la moda se interesen por marcas de deporte, salvo algunas excepciones, pueden seguir esperando, porque desgraciadamente el canal de la moda sigue rehuyendo las marcas de deporte - aunque lo deportivo sea tendencia-. Desengañémonos pues. La Bread & Butter ha revolucionado el panorama ferial, pero para el deporte no sirve absolutamente para nada. Es cierto que muchos detallistas deportivos podrán encontrar nuevas marcas -de moda- que les ayudarán a diferenciarse, pero también les irán alejando, poco a poco, del deporte. Y para las marcas deportivas, es poco más que un escaparate. Algunas quizás hayan conseguido buenos contactos, y puede que incluso se puedan posicionar con fuerza en el canal de la moda. Pero eso, para el deporte, ¿qué representa? Para el sector deportivo la Brad & Butter no es un éxito. Al contrario; es la prueba más evidente del camino sin rumbo en el que nos hemos metido, renegando de nuestra esencia y dirigiéndonos hacia un mundo mucho más complejo de lo que creemos y en el que, mal que nos pese, no nos quieren. ¿Alguien cree, realmente, que la asistencia a la Bread & Butter, y su éxito, habría sido muy diferente sin el pabellón en el que estaban las marcas de deporte? Parece un poco esperpéntico, pero en definitiva, la Bread & Butter es una feria de moda en la que el detallista deportivo busca marcas que no sean de deporte, y en la que las marcas del sector buscan detallistas que no sean deportivos. Curioso. Y previsible tal y como están las cosas… [bread and butter] La hoguera de las vanidades ts6 Raul Bernat (raul@gescode.es)
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