TradeSport 130 - Febrero 2006

aunque Salomon si cuenta con una, está más dirigida a deportes outdoor. De las grandes, sólo Rossignol parece haber apostado fuerte por esta categoría y cuenta con colecciones muy extensas en las que incluso han colaborado diseñadores de moda. Así, con las marcas especializadas de material duro "fuera de juego", el mercado lo controlan, como veremos más adelante, las marcas de XWear (gliss), marcas especializadas en textil de esquí y marcas outdoor. Y aunque no hayamos entrado a valorar su penetración en este segmento, no hay que olvidar el peso que está adquiriendo Decathlon, especialmente en textil. Ferias Los deportes de nieve son, sin duda, una de los segmentos que cuentan con más ferias importantes dentro del sector. Aparte de la Ispo, donde esquí y snowboard ocupan una superficie considerable y donde las marcas presentan sus grandes novedades sin escatimar recursos (a diferencia del outdoor no hay una feria de deportes de nieve que pueda hacer sombra a Munich), existen varias ferias especializadas en Europa que tienen una buena acogida entre los detallistas, compradores y expositores. En nuestro país existen actualmente tres ferias consolidadas dedicadas a los deportes de nieve. La más importante, por visitantes, es Esquí y Montaña, que se celebra en Madrid a finales de noviembre. En Barcelona, también en noviembre, tiene lugar Nivalia, una feria que en estos últimos años ha ido a menos y cuyo principal reclamo -y quizás ese sea el problema- es el mercado de ocasión. Ambos encuentros están abiertos al público no profesional, de manera que las estrategias de los expositores son muy claras y tienen muy poco que ver con una feria sectorial. Respecto al snow, desde hace cuatro años se lleva a cabo Snow Jam, una feria para profesionales que en sus tres primeras ediciones ha tenido lugar en Jaca y que este año, por primera vez, se ha trasladado al nuevo Snowpark de Madrid (Xanadú) y ha tenido una buena acogida. El comercio A nivel de ventas el esquí es un sector maduro y estancado, sobre todo por la baja mortalidad del producto, consecuencia de la mejora del material: en los últimos años la evolución de los esquís y de las tablas ha sido espectacular, y la fuerte competencia entre marcas las ha obligado a buscar constantemente nuevas soluciones que les permitan estar un paso más adelante de sus competidores. Y como en todos los segmentos donde la tecnología emerge como un reclamo para mejorar las ventas, la batalla tecnológica ha comportado un encarecimiento del producto -algo previsible y fácilmente asumible por un consumidor cada vez más exigente- y sobre todo, la mayor duración del material, lo que ha conllevado una mayor temporalidad entre compras. Ante estas dificultades, el comercio, sobre todo el especialista, ha empezado a buscar alternativas para rentabilizar su negocio, como el alquiler de material o la venta de material usado. Estas dos alternativas muy habituales en los comercios próximos a las estaciones, son cada vez más frecuentes en tiendas de las grandes ciudades, tanto en las especializadas -que cada vez hay máscomo en las multiproducto. A estas alternativas hay que añadir, lógicamente, el crecimiento espectacular experimentado por el textil. El fuerte auge del sportwear, que como hemos dicho en varias ocasiones ya representa más del 80% de las ventas en las tiendas multimarca, se ha traducido en una modernización de las colecciones para deportes de nieve. Este hecho, junto con el creciente interés de los más jóvenes por el esquí -o más bien por el snow- y su "amor" por determinadas marcas vinculadas al mundo gliss, ha conllevado que las ventas de textil para deportes de nieve se hayan convertido en uno de los pilares para muchas tiendas, tanto por su volumen, como por su rentabilidad. Así, muchas marcas del llamado mundo del X-Wear, como Billabong, Oakley, Quiksilver o Rip Curl, están compitiendo con marcas tradicionales del esquí como Spyder, con marcas especializadas en material duro que cuentan, además, con colecciones textiles e, incluso, con marcas outdoor que han sabido explotar muy bien la tecnicidad de sus prendas como reclamo. Conclusión A pesar de que son muchos los que creen que este mercado esta estancado porque ha tocado techo, hay varios factores que nos hacen pensar que las perspectivas para este segmento no son tan malas como algunos apuntan. Por un lado, hay que tener en cuenta que el número de practicantes aumenta año tras año, aunque sea paulatinamente. Tampoco podemos olvidar que si las grandes estaciones continúan con el ritmo de inversión, la oferta será tan o más buena que la del extranjero, de manera que muchos españoles dejaran de viajar fuera y los extranjeros empezarán a sopesar la posibilidad de venir a España. El crecimiento del snow y de modalidades derivadas del esquí tradicional -que requieren un cambio de material- también son argumentos para no caer en el pesimismo que hay en otros sectores. Aún así, y a pesar de que las cosas no son tan dramáticas como algunos creen -sobre todo cuando el tiempo no acompaña- las marcas deberán seguir potenciando nuevas modalidades y mejorando sus artículos para poder reactivar las ventas, especialmente las de material duro. El textil, mientras siga el auge del sportwear y el interés por determinadas marcas, tiene asegurado un buen comportamiento. Y quizás esa sea una alternativa para quienes no quieran arriesgarse. Ante la complejidad de la venta de material duro, el comercio, sobre todo el especialista, ha empezado a buscar alternativas para rentabilizar su negocio, como el alquiler o la venta de material usado Aunque es cierto que en la última década los deportes de nieve han superado su imagen de deporte elitista, en España ir a la nieve aún sigue siendo caro y no está al alcance de todos ts28

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx