ts25 amos contar con los dedos de una mano. Basta con coger los periódicos deportivos y ver en cuantos de ellos se dedica más de una página a un deporte. En nuestro país el fútbol es el deporte de masas por excelencia. Es el que mueve más dinero tanto a nivel profesional como mediático y probablemente también sea el que más practicantes tenga -quizás la natación le supere, aunque en este caso la práctica es mucho menos regular-. Después del deporte rey encontraríamos deportes como el motociclismo o el automovilismo, que con la presencia de corredores españoles, sobre todo en coches con el fenómeno Alonso, han visto como su peso en los medios aumentaba espectacularmente. Otro deporte con una cobertura regular es el baloncesto, con seguidores y equipos importantes en la mayoría de grandes ciudades españolas. A partir de aquí, hay deportes que sólo ocasionalmente cuentan con una presencia significativa en los medios y ésta suele depender de la importancia de un campeonato y, sobre todo, del resultado que obtengan los españoles (tenis, golf, ciclismo o balonmano son un ejemplo). El éxito de españoles, sin embargo, no garantiza la presencia en los medios de la mayoría de deportes. Difícilmente podremos ver algo más que un breve en el periódico sobre resultados de deportes como el karate, el judo (el sexto deporte con más licencias), el voley o la esgrima. Ahora bien, si tomamos la presencia en los medios como referencia para determinar si una modalidad es o no minoritaria, se plantea una duda. ¿Qué determina que una televisión o un periódico dediquen más tiempo a un deporte? Probablemente sea el número de seguidores potenciales que éste pueda tener, es decir, que la elección se hace principalmente en términos de rentabilidad -audiencias-. Y salvo algunas excepciones, como las motos o los coches, los deportes que más se ven en televisión son lo que luego más practicantes suman. Así pues, un deporte minoritario con escasa presencia en televisiones y diarios, difícilmente conseguirá que la cifra de practicantes aumente. Es un círculo vicioso marcado por la rentabilidad y en el que sólo la inversión pública -la privada queda descartada si no hay beneficios- puede cambiar las cosas (aunque sólo a nivel de practicantes). ¿Deportes fantasma? Pese a todas estas diferenciaciones, es cierto que existen varios deportes que "cumplen todos los requisitos" para ser considerados realmente como deportes minoritarios. Con poca presencia en los medios, con pocas licencias y sin apenas seguidores y practicantes, modalidades como la halterofilia, el tiro al vuelo, el polo, la esgrima los bolos o el béisbol, llaman la atención de muy poca gente, sobre todo si no son practicantes o ex practicantes. Son deportes que en España pasan completamente desapercibidos y que al cabo del año apenas habrán ocupado tres minutos en los telediarios. Aún así, se trata de modalidades que en algunos países se consideran, mayoritarias y en algunos casos son deportes de masas tan o más importantes como el fútbol (el béisbol en Estados Unidos o el Polo en Argentina). Sea como sea, para potenciar cualquier modalidad deportiva -algunas no lo necesitan, es cierto- es importante empezar desde la base, es decir, en los colegios. Convencer a un adulto de practicar un deporte desconocido o poco "habitual" es mucho más complejo que fomentar la práctica en la escuela. Además, si eso se lleva a cabo, es importante que no se haga con fines competitivos ni para preparar futuros campeones en modalidades de las que no se podrá vivir: lo importante es que los más pequeños descubran que hay deportes más allá del fútbol. Y afortunadamente algunos centros ya lo han visto así y han empezado a animar a los niños a practicar modalidades como el bádminton, por ejemplo, que pese a su baja cifra de licencias, cuenta año tras año con más presencia en los colegios. El comercio Hay otra manera, tan o más fiable que las otras, para determinar el peso que tiene un deporte, y es su presencia en los comercios deportivos multimarca. Con las tiendas de deporte volcadas descaradamente en el sportwear y con lo atlético más arrinconado que nunca, que un deporte que no sea el fútbol, el baloncesto, el tenis o el esquí, esté presente en una tienda de deporte ya puede considerarse meritorio. Con esta evidencia, no es extraño que Decathlon se haya convertido en el principal proveedor de estas modalidades consideradas minoritarias, porque hoy en día, para encontrar un kimono, unas botas para montar o un palo de hockey, o se acude a la cadena gala o se busca una tienda especializada, que no siempre es fácil (sobre todo si no se vive en una gran ciudad). Clasificación de federaciones por licencias
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