TradeSport 128 - Diciembre 2005

ts23 años? Son muchos los expertos que han "advertido" que en un tiempo relativamente corto de tiempo, la moda china ganará peso en la esfera mundial. China posee mucho talento. Y probablemente se convertirá en uno de los países que encabezará la alta costura mundial. ¿Qué representará este cambio? ¿Conllevará una reinterpretación de la moda? ¿Habrá nuevas tendencias en la moda inspiradas en esa cultura? ¿Y en el deporte? Son cuestiones difíciles de responder hoy por hoy, pero es evidente que la fuerza del país asiático -que poco a poco deja atrás su imagen de país de mano de obra barata y escaso cuidado por el diseño y la calidad- puede comportar una reinterpretación de la moda, que seguirá experimentando veloces cambios. De todas maneras, a medida que avance el siglo XXI, las nuevas tendencias serán ilimitadas aunque seguirán apostando principalmente por la comodidad, de manera que probablemente la moda atlética tenga un mayor peso específico con el paso de los años: la moda ha cambiado por completo y, hoy por hoy, destaca por su falta de reglas aunque existe una tendencia por encima de todo y es la de la simplificación. El minimalismo de los 90' se afianzó y se ha ido puliendo en las dos últimas décadas. Ahora ya no existen los "dictados" de la moda como antes y si el cliente no está cómodo con lo que se pone simplemente no lo usa, no importa si tiene diseño, si es de marca, etc. Y es en este contexto donde la moda deportiva puede imponerse a cualquier tendencia más convencional y conservadora. El deporte, menos atlético En los últimos años, como hemos dicho, el sector de artículos deportivos ha cambiado considerablemente. La moda se ha impuesto con fuerza y las marcas han ido alejándose de lo atlético para centrarse en la moda deportiva. La batalla por una tarta mundial de alrededor de 170.000 millones de euros anuales ya no se da en los campos de fútbol, en las canchas de baloncesto o en las pistas de tenis. Se da en la calle. Y las marcas saben que la clave del éxito es ganar la calle. Quizás por ello Nike compró Converse en su momento (para capitalizar el retorno del estilo retro con el renovado auge de las viejas Chuck's de la estrella) y Adidas no ha dudado en apostar por Reebok, una marca muy comprometida con la moda urbana y con una fuerza considerable en las calles norteamericanas. Deporte chic Las prendas de estilo deportivo se van haciendo cada vez más fuertes en nuestros armarios. Las grandes firmas, como hemos dicho, se han apuntado a esta tendencia, pero algunas marcas deportivas, especialmente Adidas, no se han quedado atrás y han lanzado colecciones diseñadas por conocidos modistos, como Yamamoto o Stella McCartney, que han revolucionado por completo el mundo de la moda deportiva. Esta iniciativa de Adidas, así como la capacidad visionaria y transgresora de otras marcas del sector, como Puma (que tambien tiene colecciones de diseñadores de élite, como Neil Barreta), les han servido para entrar con fuerza -y triunfando- en el competitivo canal de la moda, mucho más apetecible, en algunos aspectos, que el del deporte. Así, ya no es raro ver en los escaparates de las boutiques más exclusivas -y de las no tan exclusivas- colecciones de calzado y textil de marcas deportivas -que además, afortunadamente, siguen apostando por lo atlético con igual o mayor fuerza-. Y quizás estas marcas sean las únicas del sector capaces de marcar tendencia. Aun así, no lo harán al margen de la moda, principalmente porque las grandes marcas del mundo de la moda y los grandes diseñadores se han dado cuenta de las posibilidades de la moda deportiva y no han dudado en apostar por ella, de manera que de ahora en adelantea es probable que todo -o casi todo- venga marcado desde allí-. Y éste es un aspecto crucial para el sector. Aunque el sportwear y el urbanwear hayan supuesto la emergencia de una nueva moda deportiva en la que moda y deporte podrían tener las mismas oportunidades, muchas marcas deportivas aún no han entendido que una de las mejores formas de combatir la competencia es aprovechar sus bazas. Hace un par o tres de años, y animadas por el boom de la moda deportiva -menos exclusiva entonces- la mayoría de marcas apostaron fuerte por el desarrollo de colecciones sportwear. Desde entonces, y gracias a su condición de marcas líder o, simplemente, porque han sabido entender mejor que las demás lo que el consumidor demandaba, algunas de ellas -pocasse han convertido en iconos de la nueva moda informal. Otras, sin embargo, no lo han conseguido. La moda no es, ni mucho menos, un mundo fácil, y si se quiere ser un referente en diseño, en la mayoría de casos hay que recurrir a profesionales de este mundo: el deporte es el deporte y la moda es la moda. Como hemos dicho en varias ocasiones -y recordarlo significa que no han cambiado mucho las cosas-, para competir con la moda hay que hacerlo con sus mismas armas, de manera que es importante, casi imprescindible, contar con profesionales que conozcan este mundo tan ajeno y a la vez tan necesario para el deporte. Quienes lo han hecho están sacando rédito a su apuesta. Y lo seguirán haciendo. La moda no es, ni mucho menos, un mundo fácil, y si alguna marca del sector quiere ser un referente en diseño, hay que recurrir a profesionales de este mundo. Al fin y al cabo, la moda deportiva es moda. La batalla por una tarta mundial de alrededor de 170.000 millones de euros anuales ya no se da en los campos de fútbol, en las canchas de baloncesto o en las pistas de tenis; se da en la calle. Adidas marcó el camino con su colección Stella McCartney Guru es uno de los paradigmas de la nueva moda deportiva

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