ts24 disminución de práctica deportiva a pesar de este cambio de hábitos. A estos nuevos hábitos, además, hay que sumar las transformaciones de los estilos de vida de los jóvenes y las dificultades de encontrar trabajo: los altos niveles de calificación demandados por el mercado de trabajo influyen en la distribución del tiempo libre de las personas jóvenes. Y también en los niños, cuyas actividades extraescolares relacionadas con la actividad académica (estudio de idiomas, clases de apoyo, música...) están desplazando a la práctica deportiva. Además, la extensión de la clase media y el aumento del poder adquisitivo afectan, también, a la juventud. En relación con generaciones anteriores, y en términos generales, las personas jóvenes disfrutan de un nivel de vida alto, que les permite tener acceso a multitud de bienes y servicios, y la oferta que puede ofrecer el deporte (práctica y material) no logra seducir a una juventud como sí lo consiguen la tecnología, la telefonía o incluso el ocio nocturno. Equipamientos deportivos Es obvio que la práctica deportiva de ciertos sectores de la población juvenil está condicionada por la existencia de equipamientos deportivos. Los cambios en la práctica del deporte entre la población joven, están demandando un debate sobre el diseño, gestión y utilización de estos espacios. Existen en la actualidad dos tipos de equipamientos: los equipamientos deportivos tradicionales (polideportivos, etc.), y los que algunas comunidades, como la vasca, llaman Equipamientos Deportivos de Proximidad, es decir, equipamientos de barrio en zonas urbanas, sin coste de gestión y de fácil mantenimiento y utilización a cualquier hora (equipamientos multiuso válidos para fútbol, baloncesto, balonmano, muy extendidos en otros países como Inglaterra o Estados Unidos -playgrounds-). Respecto a los primeros, la oferta institucional, salvo excepciones, no parece estar suficientemente cubierta, por lo que los esfuerzos institucionales deberán estar dirigidos a aumentar el número de instalaciones y, sobre todo, a ofrecer una mayor flexibilidad horaria y una adaptación de las tarifas y precios a las posibilidades económicas de las personas jóvenes. Respecto a los Equipamientos Deportivos de Proximidad, desde su condición de nuevos recursos, han sido objeto de un impulso y atención institucional en los últimos años que se valora positivamente, ya que constituyen una alternativa a los recursos tradicionales, adaptada a nuevas demandas. Sin embargo, existe todavía una importante demanda para la que la oferta actualmente existente se revela insuficiente. Finalmente, y para completar la oferta global, sería necesaria una mayor implicación de las instituciones (en este caso locales) en el necesario proceso de apertura de los centros escolares -como prevé el Plan de la Generalitat- para el aprovechamiento de sus equipamientos deportivos durante horario no lectivo y fines de semana. El papel de los padres Que el gobierno es uno de los grandes culpables del escaso índice de práctica deportiva que hay en España es tan evidente como que no es el único. Culparle sólo a él sería como culpar a las escuelas del rendimiento de un alumno. Y en ambos casos hay otros "culpables" cuya responsabilidad es tan o más importante: los padres. El ritmo actual de vida y la dependencia absoluta del trabajo, hacen que muchos padres deleguen la educación y la formación de sus hijos a la escuela, y antepongan su comodidad a las necesidades de los más pequeños. Y aunque el deporte, en este sentido, y más allá de su componente competitivo, es el mejor complemento a la educación por los valores que aporta (seguridad, confianza, disciplina, compromiso, enseña a divertirse, a disfrutar de la victoria y a aceptar la derrota, a valorar al rival...), aún hay muchos padres que prefieren que sus hijos estén sentados frente al televisor y que los sábados por la mañana no les hagan levantar a las tantas de la mañana para llevarles a jugar. Y si de pequeños no hacen deporte, difícilmente lo convertirán en costumbre a medida que crezcan. Quizás, la solución, vista la creciente despreocupación de los padres para que sus hijos hagan deporte fuera del horario escolar, sería convencer al Ministerio de Educación y Ciencia para que aumente las horas de deporte obligatorias en la enseñanza. Es lamentable tener que convertir el deporte en una obligación, pero a la larga sería beneficioso para todos. El papel del sector Y en todo este panorama ¿qué papel tiene que jugar el sector? Aunque el gobierno tenga una responsabilidad clave en el desarrollo de iniciativas para fomentar el deporte, el sector deportivo no puede ni debe esperar de brazos cruzados a que éstas empiecen a dar sus frutos. Y no puede, principalmente, porque su estado actual no invita al optimismo y obliga a tomar medidas para salir del bache que está atravesando. Ahora todas las empresas y todas las marcas deben unir esfuerzos en esta tarea y, de la mano de la asociación que las representa (Afydad), y sin renunciar a la lógica promoción de su marca, deberían desarrollar estrategias para motivar a la gente, aunque sólo sea por los beneficios que podría aportarles a largo plazo. Entre todos debemos conseguir que todas las marcas de deporte se conviertan en los prinicipales prescriptores de deporte, algo que lamentablemente ahora no ocurre, ya que quienes lo hacen no son ni marcas deportivas ni deportistas. Las marcas han optado por gastarse sus recursos en patrocinio y esponsorizaciones (rentabilidad), mientras que muchos de los deportistas de élite, figuras mediáticas y ejemplo para muchos jóvenes, prefieren promocionar marcas -muchas veces no deportivas y vinculadas a lo que precisamente está robando protagonismo al deporte- y no parecen muy dispuestos a promocionar el deporte. O al menos gratuitamente. Con este panorama, Afydad tiene que buscar fórmulas para lograr que las empresas se unan y aprovechen que, ahora, los políticos empiezan a darse cuenta de lo grave que puede ser la situación si no se cambian las cosas. Hay muchas fórmulas y algunas pueden ser muy rentables. Si no lo hacemos, si no intentamos abanderar esta cruzada para reactivar la práctica deportiva y para que España deje de encabezar listas de obesidad infantil y cada día haya menos niños y jóvenes que vean el deporte como una actividad divertida saludable, seremos tan culpables como aquellos a quienes nos empeñamos en culpar. Afydad tiene que buscar fórmulas para lograr que las empresas se unan y aprovechen que, ahora, los políticos empiezan a darse cuenta de lo grave que puede ser la situación si no se cambian las cosas Aunque el gobierno tenga una responsabilidad clave en el desarrollo de iniciativas para fomentar el deporte, el sector deportivo no puede ni debe esperar de brazos cruzados a que éstas empiecen a dar sus frutos
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