TradeSport 124 - Julio-Agosto 2005

opinión Andrés de la Dehesa (adehesa@sportmas.com) editorial DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@gescode.es) En pocos días hemos asistido al anuncio de importantes cambios, a nivel directivo, en algunas de las principales compañías del sector. Los cambios en la Dirección General de las dos marcas líderes han coincidido con el de los presidentes de los dos principales grupos de compra. A ello habría que sumarle los cambios en la dirección de Foot Locker. Estos nuevos acontecimientos deberían complementar un nuevo escenario sectorial en el que los profesionales de las empresas tendrán que jugar un importante papel para adaptarse a un entorno donde lo atlético parece tener cada vez menos atractivo. Es bueno para el sector que se mantenga una constante renovación; la reestructuración es parte de la vida empresarial, en especial en épocas de recesión. No creo que en el mercado de artículos deportivos el "poder" corrompa (quizás exista alguna excepción), pero eso no quiere decir que no haya que ir renovando, con cierta frecuencia, los cargos de mayor responsabilidad. En una época tan marcada por los ciclos como la que estamos viviendo, es importante que quienes estén al frente de las principales empresas o asociaciones no se apoltronen en el poder y empiecen a padecer un exceso de egocentrismo -o un deseo de poder eterno-. Algunas empresas ya lo han entendido y estipulan cambios obligatorios cada x tiempos. En estas compañías, quienes dejan sus cargos han hecho un buen trabajo, mejorando considerablemente el posicionamiento de su empresa. Y lo han logrado en una época especialmente compleja. El problema es que, inmersos en disputas por la cuota de mercado, y preocupados exclusivamente por lo suyo -quizás para superar la coyuntura-, esas y otras empresas se han olvidado de "trabajar" para el sector. Y eso ha supuesto un lastre, porque, por suerte o por desgracia, sin la aportación de estas marcas o compañías, cualquier iniciativa que intente llevar a cabo el sector tendrá un camino complicado. El sector necesita su apoyo, y ellas, para poder tener mayor margen de recorrido, necesitan un sector más "dinámico". Esperemos que los recién llegados, sin dejar de lado sus funciones, se impliquen en el sector. Ahora más que nunca se necesitan profesionales dispuestos a sumar. El actual y trepidante desarrollo tecnológico nos hace tener la sensación de que somos incapaces de asimilar todas las novedades y posibilidades que se nos plantean. La evolución de la tecnología nos convierte en seres cautivos de la misma. Me siento como el rastreador de un mundo nuevo, en un sector que demanda soluciones a sus problemas y que tiene que afrontar, en el contexto tecnológico, las propuestas que ya están surgiendo adaptadas a los medios, y las capacidades de gran parte de las empresas que lo conforman. Se inicia otro capítulo para aplicar la llamada "cooperación" entre fabricantes y detallistas. La escasez de medios técnicos y los problemas de formación han ido desapareciendo progresivamente, en una economía denominada RTR: "real time remote" (en tiempo real y a distancia). Ahora, por ejemplo, ya disponemos de herramientas y sistemas que nos permiten aprender on-line. Más de un tercio de los hogares con niños están conectados a Internet, en un porcentaje casi cinco puntos por encima de los hogares donde sólo viven adultos, según datos del Observatorio de las Telecomunicaciones y para La Sociedad de la Información. La primera asignatura ha sido adquirir conciencia de que no podemos enseñar de la misma forma las ventajas de Internet a una persona adulta que a un joven, del mismo modo que trabajar y formar en red es muy distinto que funcionar desde un esquema tradicional. Los obstáculos que encontramos todos los días nos obligan a idear nuevas soluciones que aporten formas, lo más baratas posibles, para la adopción de una posición diferente frente a la tecnología que todo lo inunda. No podemos olvidar que los entendidos nos avanzan que las palabras clave de cara a los próximos años en el campo de la gestión son: procesos, red y coordinación. Yo añadiría las 3T del Profesor Richard Florida: tolerancia, tecnología y talento. Ley de Revans: Un organismo sigue vivo, si y sólo si es capaz de cambiar a un ritmo al menos tan veloz como el entorno. Algo parecido puede ocurrirle al sector si no es capaz de adaptarse a las nuevas tecnologías. Ley de Revans Despedida sin lágrimas

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