TradeSport 122 - Mayo 2005

ductos, entre otras cosas porque por el precio de un bañador de una marca deportiva puede tener varios modelos de canales alternativos cada temporada. El problema para el comercio deportivo y para el segmento del baño de competición es el desconocimiento que muchos nadadores aficionados tienen de las ventajas que pueden aportar este tipo de prendas: la mayor tecnicidad del producto es un matiz que sólo saben valorar los nadadores profesionales y amateurs, que anteponen la calidad a la hora de tomar una decisión de compra. Y es precisamente la fuerza del baño moda y este desinterés por la funcionalidad de los bañadores la que hace que haya un desfase tan grande entre la cifra de practicantes y las ventas de bañadores deportivos: para ir a la playa o a la piscina en verano, a tomar el sol y darse algún chapuzón, la gente prefiere un bañador "moderno" y que luzca, que algo sofisticado. Conclusiones: la gran mayoría de bañadores que se venden (alrededor de un 95%) tienen poco de deporte y mucho de moda, y se compran en establecimientos no deportivos, sobre todo en las grandes cadenas o en franquicias de ropa íntima y baño. Sin embargo, también hay que tener en cuenta otra tendencia, y es la proliferación de un cierto marquismo en la elección del bañador. Con la fuerte irrupción de las principales marcas de la moda en el segmento del baño, el beachwear más "exclusivo" está tomando mucha fuerza y algunas marcas de nuestro sector, sobre todo aquellas vinculadas al mundo gliss, se están aprovechando -y mucho- de un tipo de público que está dispuesto a pagar por determinadas marcas, que además, en algunos casos, ofrecen bañadores que combinan tecnología y diseño. En este sentido también existen diferencias importantes entre las tendencias de consumo de hombres y mujeres: la mujer nunca se ha sentido atraída por el comercio deportivo y siempre ha apostado por los canales alternativos, mucho más comprometidos y preocupados por responder a las necesidades y los gustos de la mujer (algo que deberían hacer las marcas del sector). El hombre es un poco más reacio a comprar en estos canales alternativos y aún prefiere apostar por marcas más clásicas. Sin embargo, cada vez se preocupa más de la moda y si el comercio quiere retenerlo deberá apostar fuerte por el sportwear, el beachwear y las marcas que están marcando tendencia en este segmento. Las ventas de bañadores La venta de bañadores en tiendas deportivas apenas representa un La mujer nunca se ha sentido atraída por el comercio deportivo y siempre ha apostado por los canales alternativos, mucho más preocupados por responder a las necesidades y los gustos de ellas Comercios deportivos Fuente: Sport Panel (*) (*)

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