ts24 Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 7 min. En estos últimos años, y por varios motivos (relacionados, sobre todo, con la salud y la estética) la natación se ha convertido en uno de los deportes más practicados, especialmente a nivel recreacional. En un país de sol y playa como el nuestro, es evidente que la venta de bañadores, sobre todo de "verano", alcanza volúmenes muy importantes, lo que aparentemente convierte este segmento en uno de los que tienen más atractivo en nuestro sector. Sin embargo, la brutal diferencia que existe entre la venta de bañadores y la cifra de practicantes -entendiendo como practicantes aquellos que nadan, con más o menos frecuencia, en piscinas o en la playa y no los "bañistas"- constata que la gran mayoría de estas ventas son de baño moda y, además, se llevan a cabo en otros canales. Pero no sólo la moda es la culpable de este desfase de ventas: hasta hace poco la mayoría de comercios deportivos seguían empeñados en centrar su oferta de bañadores en la modalidad de competición (quizás porque sus ventas eran más regulares que las de baño moda, muy centradas en los meses previos a verano), dejando escapar una buena oportunidad de abrir nuevas vías de negocio (algo especialmente sorprendente si tenemos en cuenta que en otros segmentos no han dudado en apostar por la moda). Sin embargo, las cosas parecen cambiar en estos últimos tiempos y el comercio ha empezado a entender que la moda puede reportarles muchos beneficios; como muchas otras categorías del sector deportivo, el baño no ha podido escapar de la corriente x-wear y en las tiendas de deporte cada vez hay más presencia de marcas vinculadas al gliss que, con colecciones más cercanas a la moda que al deporte -explotando el llamado beachwear- están cambiando la oferta clásica de bañador, por bikinis y bermudas. Baño competición En baño, como en otros muchos deportes, las líneas de competición marcan la tendencia y la evolución de todo el segmento, especialmente en materiales, aunque a diferencia de otros segmentos, los avances en este aspecto no se trasladan rápidamente a los bañadores "de playa", con uso muy diferente y con una filosofía excesivamente centrada en el "diseño a buen precio" (aunque sí que es cierto que algunas marcas vinculadas al gliss están apostando por bañadores muy “modernos” y con una alta funcionalidad). El i+D es uno de los principales ejes sobre los que gira el segmento de baño competición. La fuerte competencia que hay entre las principales marcas de esta categoría -y que se traduce a nivel profesional con el patrocinio de los mejores nadadores del mundo- implica que año tras año se vayan desarrollando nuevos materiales y nuevas tecnologías que mejoran el rendimiento del nadador. El objetivo de cualquier nueva tecnología es aumentar la velocidad en el agua reduciendo la resistencia y el rozamiento que limitan el avance, reducir la sensación de fatiga con tejidos ajustados que comprimen los músculos y ayudan a mantener una técnica de nado regular durante más tiempo. Sin embargo, esta carrera tecnológica conlleva dos problemas importantes: por un lado, la mejora del producto implica generalmente un aumento de su precio, y por otro lado, no todo el mundo es capaz de apreciar la funcionalidad real de las innovaciones logradas. La práctica profesional Como ya hemos comentado en varias ocasiones, la natación es uno de los deportes más practicados a nivel recreativo y según los últimos datos alrededor de un 40% de los españolas lo práctica. Sin embargo, analizar detenidamente esta práctica no es fácil ya que en un tanto por ciento bastante considerable, ésta se limita a determinadas épocas y no siempre con continuidad. Así pues, como ocurre con otros deportes como el fitness, el footing o el ciclismo, el número de federados no es representativo para evaluar realmente el número de practicantes "regulares". Aún así, si hacemos referencia a las licencias, según datos facilitados por la Real Federación Española de Natación (que aglutina a la natación, el waterpolo, los saltos, la natación sincronizada y la de larga distancia), se observa como en los últimos dos años (y después de seis años de caída en picado) se ha producido un aumento significativo: si en 2003 se alcanzaron los 40.504 federados, 2004 se cerró con 44.777 licencias, lo que representa un aumento del 10%, superando la cifra record que se logró en 1995, con 43.200 federados Baño moda Aunque la tecnología es uno de los grandes reclamos de las marcas deportivas, generalistas o especializadas, que trabajan el segmento del baño, es evidente que para muchas personas -y para muchas empresas-, hay otras prioridades, especialmente relacionadas con el diseño. Es más, en un porcentaje muy alto, la decisión final de compra suele depender de este factor. Lógicamente esta prioridad de la estética la hacen los nadadores aficionados -y los llamados bañistasque relegan a un segundo plano la calidad y las prestaciones de los materiales en favor de una estética más atractiva y moderna, y de un precio más asequible, lo que les aleja, bastante, del sector. En este sentido, es lógico que el consumidor prefiera comprar en enseñas de moda, que a precios mucho más reducidos ofrece productos mucho más atractivos. Además, su calidad, que suele ser bastante inferior, no es algo que preocupe especialmente al target de este tipo de proAunque la tecnología es uno de los grandes reclamos de la marcas que trabajan el segmento del baño, es evidente que para muchas personas hay otras prioridades, especialmente relacionadas con el diseño [baño] Un segmento marcado por la moda y por la presión de los canales alternatvios A pesar del buen comportamiento que ha experimentado este segmento en estos últimos años, en 2004 la cifra de unidades vendidas descendió considerablemente
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