TradeSport 120 - Marzo 2005

ts24 Redacción, Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 7 min. Una de las modalidades deportivas que en estos últimos años está experimentando un mayor crecimiento -y cuyo potencial sigue siendo importante- es el fitness y todas sus posteriores derivaciones. Como contrapunto al paulatino retroceso de los deportes de equipo, las modalidades deportivas que se practican individualmente están logrando cada día más adeptos. Si a esto le añadimos el creciente interés por mantener una vida sana y un aspecto saludable, es lógico que los deportes de gimnasio y en especial las nuevas modalidades surgidas en la última década, se hayan convertido en una de las prácticas deportivas más habituales en nuestra sociedad. Y a diferencia de otros deportes, la edad no es un impedimento. Al contrario, cada vez hay más gente mayor que ve en estas modalidades una solución -en algunos casos la únicapara seguir practicando deporte. Aunque pueda resultar paradójico que un deporte experimente fuertes crecimientos en un momento en el que la práctica deportiva está en declive, los motivos que han situado al fitness -y a otros deportes como el running- en la excelente situación que atraviesa (en practicantes) tienen un carácter más social que estrictamente deportivo: los nuevos ritmos de vida, la nueva cultura del trabajo y los cambios sociales -sobre todo con la incorporación de la mujer al mercado laboral- que se han dado en estos últimos 20 años se han traducido en una nueva cultura deportiva, que además, y por desgracia, ha venido acompañada - ¿causa o consecuencia?- de una creciente importancia de la imagen y del físico en todos los niveles de la sociedad. Pero más allá de la relación que se pueda establecer entre el auge de este tipo de deportes y los nuevos hábitos de vida, es evidente que el fitness y otros deportes de gimnasio no son, como ha ocurrido en otros casos, una moda pasajera. Y no lo son porque aparte de su vertiente más deportiva, también aportan una serie de beneficios para la salud, lo que en cierta manera le garantiza que siga teniendo un peso determinante, algo que para nuestro sector es altamente positivo, puesto que se trata de un segmento que a pesar de su éxito, sigue manteniendo un gran potencial y permite a las marcas tener más recorrido. En los últimos años ha aumentado considerablemente tanto el número de practicantes de actividades físicas relacionadas, directa o indirectamente, con los gimnasios, como las modalidades que en éstos se practican. Del aeróbic y las pesas de hace apenas 20 años se ha pasado a un sinfín de modalidades que se adaptan a los gustos y necesidades del cliente, desde la popular gimnasia de mantenimiento, el aeróbic y el step, a otras que, como el body combat, el cicling, el aquafitness e incluso el aquaspinning, han surgido en estos últimos años. Pero si analizamos los motivos del auge de este deporte no debemos olvidar dos de los aspectos que han sido más determinantes en este crecimiento. Por un lado, la irrupción del hombre en los gimnasios. Superados los prejuicios que inicialmente despertaban determinadas modalidades -por considerarse básicamente femeninas- y alejándose de la idea de que los hombres acuden al gimnasio a darle golpes a un saco o a hacer musculación, el hombre ha entendido que el fitness ofrece muchas posibilidades para mantenerse en forma, para escapar de la rutina y para quienes ir más allá, también permite conseguir un físico imponente. El otro gran "culpable" del éxito del fitness ha sido la transformación que han experimentado los gimnasios en la última década. Los cambios estéticos, las fuertes inversiones que han hecho algunas cadenas de gimnasios -y sus ambiciosas acciones de marketing-, la constante renovación de las máquinas, la amplia oferta de modalidades que ofrecen y la adecuación de los horarios han convertido a estos centros en uno de los principales partícipes de la nueva cultura del fitness. Un cambio que aparte de alejarles de la imagen austera que tenían muchos gimnasios hace algunos años, se ha concretado con un cambio de nombre más acorde con las tendencias actuales: han pasado de llamarse centros de musculación y culturismo a lo que hoy conocemos como centros de Fitness, Health Club, o Wellness (términos muy relacionados con la salud). Y lejos de ser una curiosidad, este cambio de nombre, que tiene mucho de marketing y de negocio, también implica un cambio en la filosofía y en los objetivos: más allá de crear físicos perfectos y tonificados, estos centros quieren convertirse en los referentes -y difusores- de una nueva cultura deportiva que sin renunciar al carácter físico del deporte, pone más énfasis en el aspecto "psíquico". Además, también tenemos que tener en cuenta el apoyo que algunas de estas disciplinas han recibido por parte de la comunidad médica por La irrupción del hombre en los gimnasios y la transformación de estos centros han sido dos de las principales claves que han situado al fitness como uno de las principales hábitos deportivos [deportes de gimnasio] El fitness continúa creciendo pero sigue sin seducir al comercio deportivo Pese a que existe un gran desfase entre el número de practicantes y el volumen de ventas, el potencial de este deporte sigue siendo lo suficientemente atractivo como para apostar por él

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx