TradeSport 118 - Enero 2005

opinión Andrés de la Dehesa (adehesa@gescode.es) editorial DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@gescode.es) Después de un flojo 2004 que no ha hecho más que confirmar que el sector de artículos deportivos avanza sin rumbo claro y sin unos objetivos definidos, 2005 debería plantearse, necesariamente, como un año de reflexión y, sobre todo, de cambios. Las cosas en nuestro mercado andan un poco revueltas -seguramente demasiado para que a corto plazo pueda volver a encontrar un camino del que se desvío hace ya algunos años-, y es importante que todas las partes implicadas -e interesadas-, desde las marcas hasta los detallistas, pasando también por las asociaciones, grupos y medios de comunicación, reflexionemos para poder emprender iniciativas encaminadas a reencontrar nuestro rumbo. No se trata en ningún caso de renegar del camino que han elegido muchas marcas deportivas de centrar la mayor parte de sus esfuerzos en la vertiente más cercana a la moda, sino que es simplemente cuestión de redefinir el camino exacto que queremos seguir. El deporte puede acercarse a la moda tanto como se quiera. Puede y debe porque para muchas marcas y muchos comercios esta alternativa ha sido un balón de oxigeno al que ya no pueden renunciar. Sin embargo, si las cosas siguen así y los proveedores de nuestro sector siguen apostando por lo fashion, por la moda deportiva de más tendencia, lo que habría que conseguir es que esas marcas no se vieran obligadas a vender sus productos a otros a canales alternativos. Resulta paradójico ver como cada vez más las tiendas multideporte están semivacías y sin embargo el consumidor acude a tiendas de moda para comprarse calzado, sudaderas, camisetas o complementos de marcas deportivas. No hay que buscar los responsables de esta situación ni entre las marcas ni entre la distribución. Al fin y al cabo, a la mayoría lo que les interesa es facturar, y si el canal de la moda o alguno próximo también les ofrecen la posibilidad de abrir nuevas vías de negocio, parece obvio no renunciar a ello, sobre todo si algunos comercios deportivos, por la razón que sea (oferta, estética, ubicación...), no son un punto de venta "rentable". Con esta premisa, la llave del futuro la tienen, sobre todo, las tiendas deportivas, que deben ser capaces de valorar las alternativas que hay y actuar en consecuencia. Apostar por la moda no sería una traición, pero seguir confiando en el deporte -con algunos cambio en la gestión- puede ser una buena arma de diferenciación que con administrado criterio puede ser tan rentable y más sostenible que la moda. Lo que no se puede hacer es intentar jugar a dos bandas, porque aunque a corto plazo pueda parecer un buen recurso, a la larga conllevará problemas difíciles de solventar, entre ellos la pérdida de identidad. Si no hacemos algo y las cosas siguen así, dentro de unos años la distribución de nuestro sector podría estar estructurada, únicamente, por tiendas de marca, tiendas de moda deportiva, El Corte Inglés y Decathlon. "El miedo a perder nos hace perder". Esta sencilla frase titulaba una entrevista, realizada y publicada en la contraportada de La Vanguardia, a Antoine Filissiadis, entrenador emocional. Su trabajo consiste en impartir seminarios, cursos y conferencias sobre cómo vencer miedos y cumplir los propios sueños entre otras cosas. Por supuesto, la entrevista cautivó totalmente mi atención. Comentaba a lo largo de la misma que la gente no se atreve a soñar, que en sus seminarios hacía que los asistentes redactaran sus sueños, y no escribían más que uno o dos, para acabar sentenciando ¡Cuánto miedo tenemos a soñar! Algunas personas ya no se atreven a soñar. Por lo que sea, han llegado a la conclusión de que los sueños no son para ellos. Cumplir un sueño implica muchas cosas: dedicación, perseverancia, ilusión... A mí, personalmente, conquistar uno de mis sueños -y me considero soñador-, me ha llevado algo más de diez años de constancia. El pasado 16 de diciembre, la asamblea de Afydad (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos) aprobaba por unanimidad la creación de una nueva sociedad: Codificación Deportiva Sportmas S.L., y mi nombramiento como responsable de la misma. Codesport -acrónimo de esta empresa-, se constituye para propiciar las relaciones digitales entre fabricantes y detallistas, con la firme voluntad de consolidar un lenguaje común que nos permita a todos los que configuramos este sector, aprovechar al máximo las nuevas tecnologías. El tópico dice que las palabras se las lleva el viento, los sueños no, y una de mis grandes fortunas ha sido trabajar la última década en una empresa que, como editora de este medio de comunicación, me ha permitido impregnar esas palabras de tinta para que formen parte de una hemeroteca que en los días difíciles puedo releer para seguir adelante con mis sueños. Desde estas líneas, quiero agradecer de todo corazón a Jaime Ferrer Carreras que me haya permitido 'crecer' a su lado, y algo más maravilloso: soñar juntos trabajando. "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir", escribió Carl Gustav Jung ... Soñar trabajando Un año de reflexión

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