Hace algunos días la poderosa cadena sueca de moda H & M lanzaba, a nivel mundial, una colección exclusiva diseñada por el famoso modisto Karl Lagerfeld. La colección, una edición limitada, suscitó un éxito inesperado y se agotó nada más salir a la venta en las tiendas de las principales ciudades del mundo. La idea principal era sacar a Lagerfeld del elitista ámbito de Chanel para ponerlo al acceso del gran público, especialmente el más joven, a precios más populares, de entre 20 y 60 euros la prenda. Aunque las cosas se hayan torcido después, con la renuncia de Lagerfeld a seguir colaborando con la firma sueca por considerar que habían hecho una mala política de ventas (no se produjeron suficientes prendas y se favoreció a las tiendas de las grandes ciudades en detrimento de las pequeñas), la idea de popularizar los diseños de un genio de la moda de alta costura ha despertado un gran revuelo en el mundo de la moda y puede ser el punto de partida para que otros diseñadores de prestigio internacional colaboren con firmas de moda popular para que la gente tenga acceso a sus diseños a precios razonables. En nuestro sector las cosas parecen ir en dirección contraria. La progresiva reconversión del deporte en moda se está saldando con una consecuencia bastante nefasta para el consumidor: el encarecimiento de los artículos. Al parecer, la creciente modernización del deporte y la tendencia cada vez más habitual de las marcas a decantar la balanza hacia la moda, ha hecho que muchas de ellas se contagien de uno de los peores handicaps de la moda y hayan empezado a subir los precios de todo aquello que pueda considerarse fashion sólo por el simple hecho de ser tendencia. Por si fuera poco, que muchas marcas hayan recorrido a conocidos diseñadores del mundo de la moda sólo ha servido -y esa era su intención- para crear colecciones elitistas al alcance de muy pocos. Aunque haya tardado un poco, la moda ha entendido que uno de los mejores caminos para seguir creciendo es acercando la moda de alta costura al pueblo. El pret-a-porter ha dado un nuevo paso de gigante hacia la gente de la calle con la iniciativa de H&M, y nosotros, que partíamos con ventaja, nos estamos alejando de ella. La moda nos la ha vuelto a jugar, y si no cambian las cosas la moda deportiva puede perder, aún más, la condición de moda popular a favor de uno de nuestros competidores más directos. No nos engañemos, que el sportwear esté en auge puede ser sólo cuestión de tiempo, y más si encima va perdiendo poco a poco una de sus grandes virtudes -es una moda asequible-. Fiel a su apuesta por el mundo del motor, la marca alemana Puma, esponsor oficial de siete equipos de Fórmula 1 (acaba de firmar un contrato con Ferrari), sigue desarrollando amplias colecciones para el consumidor final inspiradas en el apasionante mundo de la F1 y con la estética y filosofía de las escuderías que apoya, como la BMW Williams. [tendencias] Moda popular ts33 La colección de otoño-invierno 2004 de Sergio Tacchini presenta el Yellowy, un bolso con forma de pelota de tenis que rompe moldes. Con acabados perfectos y textura de pelota, Sergio Tacchini ha apostado por sus orígenes, esmerándose en conseguir un producto complementario a las demás prendas polivalentes, resistentes y llamativas de su colección para la mujer más activa. Oakley presenta sus nuevas Monster Doggle, unas gafas híbridas unisex de marcado carácter deportivo pero acorde con la emergente moda LifeStyle. Las nuevas Monster Doogle, aparte de destacar por su agresivo diseño, son un alarde de tecnología: Montura en O Matter ligero y resistente -la más grande de toda la gama Oakley (60mm x 38mm), lente en Plutonite, tecnología XYZ Optics para una claridad óptima en todos los ángulos de visión y mecanismo de cierre de varilla integrado en el diseño de la montura. Calientes, funcionales e increíblemente suaves, las nuevas botas Ugg de Billabong mantienen la temperatura estable en función de la temperatura del cuerpo tanto en casa como en la calle. Extremadamente adaptables, la lana de oveja actúa como un aire acondicionador natural, manteniendo los pies frescos cuando la temperatura aumenta.
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