65 DIGITALIZACIÓN Cuando se descubrió que el objetivo ya no era solo la eficiencia, sino la sostenibilidad, se lanzó el proyecto ‘RefPET Serialization’. Se debían vulcanizar etiquetas con códigos de matriz de datos serializados en las botellas con el equipo existente. Entre otros, a Wipotec se le asignó la tarea de contribuir con un sistema de visión que pudiera leer estos códigos. Los equipos del proyecto de las diversas partes emprendieron un camino lleno de desafíos. La cruda realidad Las pruebas de rigor no brindaron los resultados esperados: las etiquetas no eran lo bastante duraderas y los códigos no eran legibles de forma fiable. El proyecto se declaró ‘imposible’. Los participantes se retiraron del proyecto, excepto uno: en la sede de Wipotec en Kaiserslautern el equipo se remangó las mangas. Tras años de experiencia con la serialización en el sector sanitario, el equipo del proyecto estaba decidido a encontrar una solución. Fue necesario un año de pruebas fallidas, inversiones y discusiones internas para lograr finalmente el gran avance: Wipotec presentó una prueba con 300.000 botellas, todas ellas leídas y descodificadas a la perfección. Sin embargo, por muy buena que fuera la noticia, en aquel momento no había ninguna solución lista para la producción que permitiera aplicar los códigos. Así que una vez más, Wipotec estaba preparada para el siguiente reto. Su cartera de productos TQS es conocida por combinar varias tareas en un solo sistema. Por tanto, incluir su tecnología de marcaje y verificación debía ser el siguiente paso lógico. Uno de los principios básicos de estas soluciones de Wipotec es que evitan la dependencia de un solo proveedor proporcionando interfaces abiertas a sistemas de nivel superior. En este proyecto, el equipo desarrolló la idea de forma aún más desafiante. El código no debía estar limitado por un enfoque personalizado del propietario, sino seguir estándares globales. Es por esto por lo que se esforzaron en destacar las numerosas ventajas de la norma GS1 Digital Link, recientemente introducida. Coca-Cola quedó impresionada por las nuevas posibilidades y decidió ser una de las primeras en utilizarlas. Tras los primeros logros llegó la hora de la gran batalla. CASO PERDIDO En resumidas cuentas, marcar las botellas de PET con láser era sinónimo a dañarlas. Para un envase presurizado que debe limpiarse con productos químicos agresivos, este paso no contribuía a su longevidad, ya que en una prueba crucial en el laboratorio de Coca-Cola, el equipo descubrió que el impacto del láser provoca grietas en la botella. Por si fuera poco, tuvieron que darse cuenta de que la propiedad del plástico de hincharse o al formar espuma cuando se calienta hacía casi imposible aplicar el pequeño y detallado código de forma que fuera legible con fiabilidad. Este hallazgo puso el proyecto nuevamente en riesgo, sin embargo, la perseverancia del equipo de Wipotec se mantuvo presente. A partir de ese momento, la señal de ‘Misión Láser’ del centro de pruebas de Wipotec se iluminaba constantemente. Con cada nuevo intento, se reafirmaba que el enfoque de aplicar el código como una matriz estándar no iba a funcionar. Con mente abierta, Wipotec consideró que había que abrirse a tecnologías láser alternativas y con esto, fue como pudieron plantearse nuevas soluciones. Gracias a la estrecha colaboración y confianza que Coca-Cola colocó sobre Wipotec, se ampliaron límites y aparecieron las soluciones. Alfeu Junior, especialista de Nuevas Tecnologías en Coca-Cola Latinoamérica, asegura que “este cambio requirió mucho por parte del equipo técnico de Wipotec y el resultado sobrepasó los objetivos iniciales”. Meta al alcance de la mano Con la nueva configuración láser, el equipo pudo mejorar la calidad del
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