TP37 - Tecno Pack 37

Las películas ultrafinas para fundas también contribuyen a reducir las emisiones. Imagen: CCL Label. 44 TENDENCIAS tando automáticamente el tamaño de la bolsa de envío a las distintas dimensiones del producto. Además, las máquinas flowpacker del fabricante permiten un ahorro de material del 60-70% gracias al uso mínimo de film y pueden procesar todos los tipos de film habituales en las máquinas, como films monomateriales, films reciclados, biofilms e incluso films ultrafinos de envasado y retractilado a partir de 7µm. AMPLIOS EFECTOS DE LA CONSERVACIÓN DE RECURSOS Una nueva solución de KHS reduce el consumo de material hasta en un 90%, suprimiendo los envases secundarios convencionales. Consiste en pegar latas de bebida o botellas de PET con unos pocos puntos de adhesivo para crear envases resistentes y no requiere ningún envoltorio de plástico. Esta nueva tecnología ya es utilizada por numerosos fabricantes de bebidas e ilustra la amplitud de los efectos que puede tener la conservación de los recursos. Por ejemplo, después de que una cadena minorista francesa cambiara el envase de su propia marca de agua de envoltorio retráctil a la solución de KHS, ahorró más de 250.000 toneladas de plástico al año a un ritmo de hasta 25.000 botellas por hora. La tecnología Nature MultiPack de KHS también es adecuada para la producción en serie a un ritmo de hasta 108.000 envases por hora y ofrece diversas soluciones de envasado secundario que ahorran recursos. Un ejemplo es Loop Lite, una botella de PET reciclable para bebidas muy carbonatadas. La botella, más ligera, está fabricada con un 100% de rPET y consume hasta un 25% menos de material que las botellas convencionales de bebidas carbonatadas de marca. La geometría especial de la base de la botella de rPET de nuevo diseño permite una presión aún menor durante el moldeo por estirado-soplado y, a su vez, reduce el consumo de energía hasta en un 15%, con lo que se reducen los costes en el proceso. Esto hace que la huella de carbono del envase sea hasta un 60% menor que la de las soluciones de PET estándar del mercado. FUNDAS MÁS FINAS PARA UNA MENOR HUELLA DE CARBONO Una de las consecuencias de utilizar menos material es liberar menos CO2 durante la producción. El fabricante austriaco de film CCL Label ha incorporado recientemente a su gama una versión más fina de sus fundas estirables. Están destinadas a botellas de PET reutilizables de un litro, la mayoría de las cuales se utilizan en el mercado alemán de agua mineral. Según la empresa, el nuevo manguito tiene un grosor de sólo 30 micrómetros (0,030 milímetros), lo que lo convierte en el más fino del mercado. Está fabricada con el monomaterial polietileno (PE), cuyas propiedades elásticas hacen que no necesite calor ni adhesivo para fijarse a la botella, otro aspecto en el que se pueden evitar las emisiones. Evitar el consumo de recursos fósiles al fabricar envases de plástico es uno de los principales objetivos de muchos fabricantes. Una alternativa potencial son los bioplásticos que se producen a partir de recursos renovables, o mejor aún, de restos agrícolas y alimentarios. Por ejemplo, la empresa biotecnológica NatureWorks utiliza almidón de plantas como el maíz o la caña de azúcar, lo descompone en ácido láctico mediante microorganismos y lo polimeriza en el biopolímero polilactida (PLA). La empresa comercializa su gama de PLA bajo la marca Ingeo y utiliza el material para fabricar cápsulas de café compostables, bolsitas de té, vajillas o filamentos para impresión 3D. Este biomaterial de origen vegetal tiene una huella de carbono un 70% menor que los plásticos de origen petroquímico. Toda la gama de biopolímeros Ingeo se fabrica en una planta con capacidad para 150.000 toneladas anuales en Blair (Nebraska). Actualmente se está construyendo en Tailandia un nuevo complejo de producción totalmente integrado con capacidad para fabricar 75.000 toneladas anuales, cuya inauguración está prevista para el segundo semestre de 2024. El papel goza actualmente de gran popularidad y está ocupando el lugar del plástico en múltiples soluciones de envasado. Suele fabricarse con madera, un recurso de crecimiento lento. Pero éste es otro ámbito en el que pueden ahorrarse materiales valiosos, por ejemplo, mediante el uso de fibras de hierba. La hierba es una alternativa de crecimiento rápido con una evaluación positiva del ciclo de vida. La fabricación de papel de hierba utiliza mucha menos agua, menos energía, no requiere productos químicos y emite casi cinco veces menos CO2 que la producción

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